GALILEA, MAR DE
Lago interior de agua dulce que se encuentra en la parte norte de Palestina y al que también se ha llamado mar de Kinéret (Núm. 34:11), lago de Genesaret (Luc. 5:1) y mar de Tiberíades. (Juan 6:1.) (La palabra griega que se traduce “mar” también puede significar “lago”.)
TAMAÑO Y TOPOGRAFÍA DE LA ZONA
El mar de Galilea está situado, como promedio, a unos 212 m. por debajo del nivel del mar Mediterráneo, y forma parte del valle de la Grieta del Jordán. Este mar alcanza una profundidad máxima de 48 m. y tiene una longitud aproximada de 21 Km. de N. a S., con una anchura máxima de unos 12 Km. Dependiendo de la estación, el color de las centelleantes y cristalinas aguas del mar de Galilea varía de verde a azul, y la temperatura promedio del agua oscila entre 1 4º C. en febrero y 30º C. en agosto. Este lago se abastece principalmente del río Jordán.
El lecho del mar de Galilea parece una enorme palangana. Elevándose desde sus orillas en el lado oriental hay empinadas montañas de piedra caliza cubiertas de lava que alcanzan una altitud de unos 610 m. Sin embargo, al oeste, las montañas no se elevan de manera tan abrupta. El mar de Galilea está prácticamente rodeado de colinas y montañas, exceptuando las llanuras del Jordán, es decir, los puntos por donde entra el río en el lago (extremo N.) y por donde reanuda su curso (extremo SO.).
CLIMA
El clima cálido en los alrededores del mar de Galilea es propicio para el crecimiento de plantas tropicales, como el azufaifo, la palmera y el índigo. A lo largo de sus orillas se hallan tortugas de tierra, tortugas de mar, cangrejos de río y pulgas de mar. Abundan los pájaros y los peces.
No son raras las tormentas repentinas, como las que experimentaron Jesucristo y sus discípulos. (Mat. 8:24; 14:24.) Debido a la escasa elevación del mar de Galilea, la temperatura del aire es mucho más cálida allí que en las mesetas y montañas circundantes, lo cual resulta en trastornos atmosféricos. Asimismo, llegan fuertes vientos por el valle del Jordán procedentes del monte Hermón, cuya cima está coronada de nieve y que se encuentra no muy lejos de allí, hacia el norte.
EL MINISTERIO DE JESÚS EN ESTA ZONA
Este cuerpo de agua figura frecuentemente en el ministerio terrestre de Jesús. Varias veces el Hijo de Dios habló desde una barca a grandes multitudes reunidas en su ancha orilla cubierta de guijarros. (Mar. 3:9; 4:1; Luc. 5:1-3.) En una de estas ocasiones hizo que algunos de sus discípulos tuviesen una pesca milagrosa, y llamó a Pedro, Andrés, Santiago y Juan para ser “pescadores de hombres”. (Mat. 4:18-22; Luc. 5:4-11.) En la vecindad del mar de Galilea, Jesús realizó muchas obras poderosas: sanó a enfermos, expulsó demonios (Mar. 3:7-12), calmó el viento y el mar (Mar. 4:35-41), milagrosamente alimentó a más de 5.000 personas y en otra ocas10n a más de 4.000, con varios panes y unos cuantos pescados (Mat. 14:14-21; 15:29, 34-38), y también anduvo sobre el mar. (Juan 6:16-21.) Apropiadamente, Jesús condenó a tres ciudades de aquella zona —Corazín, Betsaida y Capernaum— por permanecer insensibles a pesar de las muchas obras poderosas que presenciaron sus habitantes. (Mat. 11:20-24.)
Después de su resurrección de entre los muertos, Jesús se apareció a algunos de sus discípulos junto al mar de Galilea e hizo que tuviesen una segunda pesca milagrosa. Posteriormente subrayó la importancia de alimentar a sus ovejas. (Juan 21:1, 4-19.)