El “infierno” se usa para asustar
“Entregó el mar los muertos que tenía en su seno, y asimismo la muerte y el infierno entregaron los que tenían, . . . La muerte y el infierno fueron arrojados al estanque de fuego; ésta es la segunda muerte, el estanque de fuego.”—Apocalipsis 20:13, 14, Nácar-Colunga.
JEHOVÁ Dios algún día primoroso destruirá por completo esa cosa llamada “infierno”. El logro de esa gran bendición para la humanidad él ha asignado al reino mediante su Mesías. Lo logrará, no destruyendo al lugar junto con los que están en él, sino vaciando a ese lugar de los que en él están. Dió el primer paso hacia su vaciamiento hace diecinueve siglos. Eso fué cuando hizo que un ocupante de ese lugar volviera. Mediante esto demostró que es capaz para librar a todos los ocupantes de ese lugar cuando llegue el debido tiempo bajo su reino. La contemplación de dicho evento quizá no sea muy agradable para los agentes funerarios, las casas comerciales que se encargan de los cementerios, los clérigos religiosos que aceptan gratificaciones monetarias por predicar sermones funerarios, o para aquellos que piden y aceptan “donaciones” por orar y desempeñar ritos religiosos a favor de la gente que está allá. Sin embargo, es un gran consuelo y alivio para la gente que conoce la verdad acerca del “infierno” y que cree en el poder omnipotente de Jehová para cumplir su propósito declarado en esta conexión. Esto remueve mucho temor, tanto de nosotros mismos como de otros en quienes nos interesamos, y hace que aumente nuestro amor hacia Jehová Dios.
2 Se despertó interés especial acerca de ese lugar recientemente debido a la acción del religioso principal de la cristiandad, la cual se anunció mundialmente en las noticias. Esto hace que sea un tema que merece el comento y la discusión del público, sin importar qué tan alto sea reputado el guía religioso. En su número del 23 de marzo de 1949 el Sun de Nueva York portó este encabezamiento audaz: “Papa Pío Exige la Predicación del Infierno para Salvar a la Humanidad.” Luego, en seguida de la fecha “Ciudad del Vaticano, marzo 23”, citó de un despacho de la Prensa Asociada, que decía, en parte: “El Papa Pío hoy exigió la predicación del infierno para hacer que vuelvan los hombres a Dios. Dirigiéndose a los pastores romanos en su audiencia cuaresmal anual, él dijo: ‘Es penoso ver a tantos en este día —entre ellos muchos católicos— viviendo como si su única mira fuera formar el cielo sobre la tierra, sin pensar en lo más allá ni en la eternidad. . . . La predicación de las primeras verdades de la fe . . . urge más que nunca antes . . . así como también la predicación del infierno. Sin duda, un tema tal como éste ha de tratarse con dignidad y sabiduría. Es verdad que el deseo de lo celestial es en sí mismo un móvil más perfecto que el temor, pero debido a eso no se deduce que es el medio más efectivo para retener a todos los hombres lejos del pecado y convertirlos a Dios’” El día siguiente el Times de Nueva York citó del mismo despacho y dijo: “El Papa Pío hoy pidió . . . que se diera mayor énfasis al fuego del infierno en la predicación en la Iglesia.” Precisamente hasta qué grado se llevará a cabo esta exhortación por los clérigos católicos romanos en toda la tierra, especialmente durante el “año santo” del papa en 1950, esperaremos ver. Pero si a ellos se les insta predicarlo de una manera más enfática, a nosotros se nos ha de dispensar por emprender aquí una discusión cándida de este tema tan vital a la humanidad angustiada.
3 Nuestra discusión de este tema no se emprende con deseo alguno de unirnos a los religiosos para infundir en las personas, católicas, protestantes, judías, u otras, un terror o temor mórbido de lo que podrá acontecerles al momento de morir. Nuestro objeto es engrandecer la justicia de Dios y también su gran amor corrigiendo las calumnias groseras y las tergiversaciones que la cristiandad ha colmado sobre él. Por este medio podemos librar a personas honradas del temor infundido que tienen debido a un concepto falso de los propósitos y las provisiones de Dios. Esto lo podemos hacer solamente si presentamos la verdad denodada y claramente, lo cual significa de acuerdo con la Palabra de Dios. “Tu palabra es la verdad,” es lo que dijo el Hijo de Dios. Está escrito: “El infierno está patente a sus ojos.” De manera que Dios sabe lo que es el lugar y cuál es la condición de la gente allí. (Job 26:6, Torres Amat Católica) El apóstol Pablo declaró el fundamento apropiado para la investigación al escribir: “Dios es veraz y todo hombre falaz, según está escrito: ‘Para que seas reconocido justo en tus palabras, y triunfes cuando fueres juzgado.’” (Rom. 3:4, Nácar-Colunga Católica) Nosotros dejamos que Dios sea veraz, reconocemos que es verdadero, cuando dejamos que él hable por sí mismo y aceptamos su palabra como decisiva, aunque todos los hombres y las religiones de este mundo estén en contra de la Palabra de Dios, las Santas Escrituras. Al hablar contrario a lo que dice la Palabra de Dios los hombres llaman la atención a su alta sabiduría mundana y a sus títulos encumbrados, pero cuando se llegue al fin, el cual está muy cerca, sus tradiciones religiosas resultarán falsas, y ellos serán descubiertos como mentirosos, pero Jehová Dios será vindicado como verdadero.
A LA ERUDICIÓN MÁS RECIENTE
4 El primero que se registra como refiriéndose al tema de nuestra investigación es Jacob al tiempo que se le trajo la noticia falsa de que su hijo amado José había sido devorado por una bestia feroz. Leemos: “Y todos sus hijos habiéndose juntado para consolar a su padre en su dolor, él no quiso admitir consuelo, sino que dijo: Bajaré a mi hijo en el infierno, lamentándome.” Se usó una expresión parecida algunos años más tarde cuando sus hijos mayores quisieron llevar al hermano más Joven de José a Egipto con ellos. Entonces Jacob dijo: “Mi hijo no irá con vosotros: su hermano está muerto, y él es dejado solo: si alguna desgracia le acontece en la tierra a donde van, harán descender mis canas con dolor al infierno.” (Gén. 37:35 y 42:38, Douay Católica [en inglés]) El comentario católico en la edición Murphy de la Versión Douay acerca de las palabras de Jacob “en el infierno,” dice: “Es decir, en el limbo, el lugar donde las almas de los justos fueron recibidas antes de la muerte de nuestro Redentor. Porque admitiendo que la palabra infierno algunas veces se toma por el sepulcro, no puede tomarse así en este lugar siendo que Jacob no creía que su hijo estaba en el sepulcro, (suponiéndose él que había sido devorado por una bestia feroz,) y por esto no podía dar a entender que bajaría a él en dicho lugar: pero ciertamente quiso decir el lugar de descanso donde él creía que estaba su alma.”
5 La falsedad de este razonamiento se hace patente cuando consideramos estos puntos: Cuando el profeta Jonás estaba en el seno del gran pez por tres días y tres noches él oró: “Clamé desde el seno del infierno.” (Jon. 2:1-3, Douay) Si Jonás en el seno del pez podía estar en el infierno, entonces ¿qué hay de José en el seno de una bestia feroz? Y si infierno no quiso decir el sepulcro para José sino que quiso decir algún lugar invisible llamado “limbo” donde se suponía que estaba el alma inmaterial de José, librada del cuerpo de carne, ¿por qué, pues, dijo Jacob que sus “canas” descenderían con dolor al infierno? ¿Cómo podía su cabello material que era una parte de su cuerpo descender a un supuesto mundo espiritual llamado “limbo”? Además, ¿por qué debía lamentarse Jacob y bajar al limbo con dolor si eso significaba encontrarse allí con José en una condición paradisíaca de felicidad y descanso?
6 La introducción de un supuesto “limbo” en la discusión con el fin de salir de un aprieto religioso se hace por lo tanto sin fundamento apropiado. Si, como admite el comentario católico, infierno significa el sepulcro en un lugar, ¿por qué no debe significar eso en todos los demás lugares? Aquellos que no desean que se quite los “terrores del infierno” de sus doctrinas religiosas son los que se opondrán a esta suposición. Pero un estudio de cada caso, donde la Biblia usa la palabra que Jacob pronunció prueba que significa una y la misma cosa, el sepulcro común a donde va toda la humanidad en general, la sepultura. Los que han tratado por más de dieciséis siglos de forzar a la humanidad a unirse a sus sistemas religiosos aterrorizándola con imaginaciones difamadoras de Dios concernientes al estado de después de la muerte no han hecho que la humanidad se acerque a Dios con un amor para él que se exprese guardando sus mandamientos. Ya es tiempo para que esos falsos maestros religiosos se hagan a un lado y permitan que se diga la verdad, para que la gente pueda perder su terror repugnante de Dios y aprenda a respetarle debido a su justicia y bondad amorosa. “Dios es amor.” La ferocidad repele, pero el amor atrae. Nunca debemos temer que el amor de Dios no triunfe.
7 El lenguaje que Jacob habló fué el hebreo antiguo y la palabra que él uso para designar el lugar donde esperaba unirse con José en la muerte fué “Sheol”. Esto puede probarse si nos referimos a la traducción católica romana americana más reciente del libro del Génesis, una traducción por miembros distinguidos de la Asociación Bíblica Católica en América hecha en 1948. En el Génesis 37:35 transfiere la palabra hebrea Sheol literalmente al inglés y dice: “Aunque, sus hijos e hijas trataron de consolarle, él rehusó ser consolado, y dijo, ‘Bajaré lamentando, a mi hijo en Sheol.’” Hay tres otros lugares en el Génesis donde Jacob y sus hijos usaron la palabra Sheol. Esta Versión de la Confraternidad Católica no transfiere la palabra literalmente al inglés en esos lugares sino que interpreta el significado de Sheol traduciéndola el sepulcro, como sigue: “Si alguna desgracia le ocurriere en el viaje que deben hacer, harían descender mis canas con dolor al sepulcro.” (Gén. 42:38) “Si quitan de mí también a éste, y alguna desgracia le ocurre, harán descender mis canas en dolor al sepulcro.” (44:29) “Y tus siervos harán descender las canas de tu siervo, nuestro padre, en dolor al sepulcro.” (44:31) Al traducir la palabra hebrea tres veces como el sepulcro y sólo una vez como Sheol la traducción católica romana hace que el peso de la interpretación de “Sheol” favorezca el sentido de “el sepulcro” en todos los casos.
8 En las Escrituras hebreas inspiradas esta palabra Sheol ocurre 65 veces. En todos los casos con la excepción de dosa la Versión Católica Douay (en inglés) la traduce “infierno”. Siendo que la Confraternidad Católica Americana ha publicado solamente su traducción del Génesis hasta ahora, no sabemos cómo tratará con Sheol en el resto de las Escrituras hebreas. Pero podemos considerar la erudición católica romana más reciente en otros lenguajes para ver qué trato le dan. Es muy esclarecedor para los católicos así como para los protestantes y judíos comparar las traducciones de los eruditos católicos romanos de nuestro siglo. En 1904 la traducción Crampon de la entera Biblia del hebreo y griego originales salió a luz en el idioma francés. En el principio hace que Jacob y sus hijos digan “la morada de los muertos”,b y en doce casos hasta Job 14:13 e incluyéndolo la traducción Crampon la traduce “la morada de los muertos”. Pero en todas las otras 53 ocurrencias de la palabra, Crampon la pone schéol, para corresponder al hebreo. ¿Qué podría concluir de esto cualquier persona inteligente? Justamente una sola cosa, a saber, que el Sheol hebreo significa “la morada de los muertos”, sin indicación alguna de dolor o placer en ese lugar.
9 En 1942 se puso en circulación una edición de la traducción española de Torres Amat por el cardenal Copello de Buenos Aires, Argentina. En 41 casos esta edición española traduce Sheol como “infierno”; y 16 veces como “el sepulcro”; y en los 8 lugares restantes como “sepultura, muerte, morir, o el abismo, o lo profundo”. Pero hace una concesión considerable en cuanto a lo que verdaderamente significa “infierno”, cuando esta traducción de Torres Amat dice en el mismo texto de cuatro versículos “infierno o sepulcro”c y en un versículo “infierno o . . . la muerte”.d Por medio de esto cualquier persona que usa el razonamiento con que fué dotada por Dios llegaría a la conclusión que el infierno sencillamente significa el sepulcro o el estado de la muerte. Tenemos confirmación más reciente de esto. En 1944 la traducción española de la entera Biblia por Nácar y Colunga, clérigos católicos romanos, se publicó en Madrid, España. En Isaías 28:18 esta traducción de Nácar-Colunga manifiesta cuál fué la palabra hebrea original transfiriéndola literalmente como “Seol”. En tres otros casos la traduce “infierno”, pero en 49 otros casos como “el sepulcro”; y en los 12 casos restantes “abismo, la morada de los muertos, averno, o seno”. Únicamente las tradiciones religiosas de estos traductores podían impedir que ellos tradujeran la palabra hebrea en todas las 65 ocurrencias ya sea “seol” o “el sepulcro”.
10 Todavía más reciente, en 1947, se publicó en Madrid, España, la traducción española de la entera Biblia por J. M. Bover, jesuíta, y el Dr. F. Cantera. Esta traducción es más uniforme, por cuanto transfiere la palabra hebrea 63 veces como “seol”, y las dos veces restantese la traduce “infierno”. En el lugar donde “seol” ocurre por primera vez (Gén. 37:35) tiene una nota al pie en explicación de la palabra, a saber, “región de los muertos”. Con la excepción de estos dos versículos, esta traducción española de Bover-Cantera corresponde a la Versión Normal Americana (en inglés), la cual transfiere literalmente la palabra Sheol del hebreo al inglés en todos los 65 lugares, para que el lector aplique un solo sentido a la palabra. Otra versión católica, la de Scío (1869) traduce Sheol infierno 52 veces, sepulcro 12 y muerte una vez.
11 Mediante una comparación de todas las antes citadas autoridades católicas romanas, Douay, Confraternidad Católica, Crampon, Torres Amat-Copello, Nácar-Colunga, Bover-Cantera y Scío, la prueba es abrumadora y debe ser convincente de que “infierno” según se traduce de la palabra hebrea Sheol significa el sepulcro común de la humanidad, la sepultura. Esto explica por qué encontramos muchos casosf donde una o más traducciones usan “sheol” entre tanto que otras usan “infierno” y “sepulcro”, “muerte” o “morada de los muertos”. Pero cuando los clérigos católicos romanos obedezcan el mandato del papa y prediquen acerca del “infierno”, ¿llamarán estas cosas a la atención de la población católica? ¡No! sino que continuarán usando las falsedades acerca del “infierno” para asustar a la gente y hacer “católicos buenos” o para hacer más católicos.
[Notas]
a En Job 17:16, donde se usa fosa; y en Oseas 13:14, donde se usa muerte en la primera de dos ocurrencias de Sheol en el versículo.
b Le sejour des morts, en francés.
c Sal. 29:4; 114:3; Eze. 31:15; 32:27. Salmos 30:3 y 116:3 en la Versión Moderna.
d Sal. 88:49. Pero Salmo 89:48 en la Versión Moderna.
e Sal. 48:16 y 54:16. Pero Salmos 49:15 y 55:15 en la Versión Moderna.
f Job 24:19; Salmo 6:6, 9:18, 17:6, 29:4, 48:15; 54:16; 88:49; 114:3; Proverbios 5:5; 7:27; 15:11, 24; 23:14; 27:20; 30:16; Cantar de los Cantares 8:6; Isaías 5:14, etc. Según la Versión Torres Amat.