El día de Jehová sobre este mundo
1, 2. ¿Por qué será el día de Jehová justamente cruel con Babilonia?
POR cuatro mil años ya, o desde poco después del diluvio global del día de Noé, el mundo ha sido organizado por el Diablo y ha agobiado a toda la humanidad con su dominio pesado. Para prefigurar su dominio opresivo y voraz y para mostrar su fin ignominioso, Jehová Dios en su Biblia usó a la poderosa Babilonia como símbolo de él. En un tiempo asombró a la mayor parte de la humanidad con su gloria mundial relumbrante, pero ahora le han sobrevenido días obscuros, y le esperan días todavía más obscuros. Ha sido cruel con toda la gente común, pero ha sido cruel intencionalmente con los siervos y testigos del Dios viviente y verdadero. Por esto, ahora que ha llegado el tiempo de recompensa, Jehová Dios será justamente cruel con esta Babilonia antitípica. La gran mayoría de la humanidad teme a esta Babilonia, pero no obstante la ama, la admira, la apoya y lucha por ella. Los de la humanidad sufrirán la pena por participar en sus pecados e iniquidades. Los que escaparán de su destrucción serán muy escasos en número, así como los sobrevivientes del diluvio que destruyó el mundo antediluviano. Todo considerado, AHORA es el tiempo para proclamar en amonestación la profecía que ya se acerca a su cumplimiento cabal.
2 “Ved, que se acerca el día de Yavé, y cruel, con cólera y furor ardiente, para hacer de la tierra un desierto, y exterminar a los pecadores. Las estrellas del cielo y sus luceros no darán su luz, el sol se oscurecerá en naciendo, y la luna no hará brillar su luz. Yo castigaré al mundo por sus crímenes, y a los malvados por sus iniquidades. Yo haré cesar la insolencia de los soberbios, y abatiré la altivez de los opresores. Yo haré que sean los hombres [o, el hombre común] más escasos que el oro fino, más que el oro de Ofir.”—Isa. 13:9-12, Nácar-Colunga.
3. ¿En qué sentido no le dan luz los cuerpos celestiales ahora?
3 Babilonia antitípica ha extendido su dominio hasta cubrir toda la tierra, sentándose sobre las grandes aguas de pueblos, y multitudes, y naciones y lenguas como la concubina inmoral de reyes y gobernantes del mundo. (Apo. 17:15, 18, 5) Considere su historia durante estos cuatro mil años y no podrá menos que apreciar lo apropiado que será la ira implacable y el enojo ardiente de Dios contra esa organización mundial del Diablo, el enemigo principal de Dios y del hombre. Su reino, particularmente la cristiandad, es la “tierra” que Jehová Dios desolará, destruyendo de ella a los pecadores religiosos hipócritas. Todas las predicciones acerca de un mejor mañana y de días más despejados que han de venir son falsas, sin fundamento, antibíblicas. Personas todavía ocupan altos puestos en la política, el comercio, la milicia y en la religión, y sus puestos en un tiempo alumbraban a los cielos babilónicos. Pero estos individuos altos ahora están sombríos, angustiados, perplejos. Ni de día ni de noche pueden sus deliberaciones esparcir luz sobre la humanidad. Las bendiciones del papa sobre Roma y sobre el resto del mundo, y todas sus oraciones a los santos religiosos muertos y, según se da a entender, a la virgen María, no alegran ni siquiera a la población católica romana.
4. (a) ¿Por qué no debemos rebelarnos contra la presente autoridad mundana? (b) ¿Cómo hará Dios que el hombre sea más escaso que oro o que pepitas de Ofir?
4 Hombres de buena voluntad han gemido bajo el mando soberbio de gobernantes y oficiales del mundo, que arrogantemente demandan todo. Frecuentemente se les ha negado sus derechos humanos y la dignidad propia al hombre debido a la altivez de tiranos políticos y religiosos. El acordarse que existe un Dios de justicia que ha prometido arreglar todas las injusticias y quitar del camino a todos los pecadores y opresores servirá para consolar a los hombres de buena voluntad y ayudarles a tener paciencia. No hay necesidad ni razón para que ellos cedan al descontentamiento y se levanten en rebelión violenta contra la autoridad mundana. Espérese un corto tiempo más para que Jehová cumpla su palabra contra la Babilonia antitípica en la batalla del Armagedón. Deje que ÉL castigue al mundo de Satanás por sus maldades, y a los voluntariosamente inicuos por sus crímenes. Sólo él tiene la autoridad para hacerlo, y él lo hará en justicia por su Rey Jesucristo. Cuando Jehová abata a los orgullosos, los arrogantes, los altivos y los aterradores, y destruya a toda la multitud de personas que participan en los pecados de Babilonia eso reducirá por mucho a la población abundante de la tierra. Para indicar la escasez de hombres sobre la tierra después que el Armagedón borre a la vieja “Babilonia”, Jehová Dios amonesta: “La arrogancia de los hombres orgullosos haré cesar, y abatiré la soberbia de los tiranos, hasta que el hombre sea más escaso que el oro más fino, los hombres más escasos que el oro de Ofir.” (Isa. 13:11, 12, Móffatt; Una Tradu. Amer. [ambas en inglés]) Las personas de la Babilonia antitípica serán más escasas que el metal antiguo más precioso, sí, serán más escasas que pepitas de oro de Ofir. Serán las personas que ahora creen el mensaje amonestador y que se desasocian de toda parte de la iniquidad babilónica, y a quienes Jehová protegerá de la destrucción en la batalla del Armagedón, debido a que ellos ahora buscan su justicia. Ellos pasarán con vida al nuevo mundo.
5. ¿Dónde acontecerá la batalla del Armagedón, y por qué?
5 El Armagedón no será una lucha local, que acontecerá en los campos de Meguido en la parte septentrional de Palestina donde se lucharon batallas sangrientas en ocasiones importantes de la antigüedad. “Armagedón” o “Harmagedón” podrá significar “montaña de Megido”, pero el nombre se usa únicamente porque está asociado con batallas decisivas y no para designar un solo lugar histórico sobre la tierra. La batalla venidera que la profecía llama por ese nombre se luchará tanto sobre la tierra visible como en los cielos invisibles, porque la Babilonia antitípica incluye una parte terrenal y una parte celestial o espiritual. La parte celestial es, por supuesto, la parte superior y más poderosa. Domina a la entera organización mundial. Solamente Jehová Dios Todopoderoso puede librar a nuestra tierra y a sus gentes del dominio sobrehumano de esta Babilonia moderna. Su día para hacerlo está cercano. Por esto él ahora trae a la atención de todos su promesa profética: “Por tanto haré temblar los cielos, y se removerá la tierra de su lugar, en la indignación de Jehová de los Ejércitos, y en el día de su ira ardiente. Y será que como gacela perseguida, o como ovejas que nadie recoge, así volverán las gentes cada uno a su pueblo, y huirán cada cual a su propia tierra. Todo el que fuere hallado será traspasado, y todo aquel que fuere cogido caerá a cuchillo. Sus niños serán estrellados delante de su vista; serán saqueadas sus casas, y forzadas sus mujeres.”—Isa. 13:13-16.
6, 7. ¿Qué significa hacer temblar el cielo y sacudir la tierra?
6 Satanás el Diablo y su organización demoníaca invisible son más altos y más poderosos que carne y sangre. Están organizados en principados, potestades, gobernantes mundiales de estas tinieblas, y huestes espirituales de iniquidad en las regiones celestiales. (Efe. 6:12) Ellos constituyen los cielos de este mundo inicuo. En un tiempo tuvieron acceso a las regiones celestiales y podían asociarse con los santos ángeles en general, pero ahora por la fuerza se les ha negado esa libertad como resultado de la “guerra en el cielo” que aconteció en seguida del nacimiento del reino de Jehová en 1914 d. de J. C. De modo que ahora esos cielos satánicos están temblando, aguardando la destrucción en el Armagedón. La tierra que ha de ser removida de su lugar en el Armagedón es la parte humana visible de la organización de Satanás. No será este globo terrenal que Jehová Dios creó lo que será removido y que él ha decretado será transformado a un paraíso después de la batalla del Armagedón.
7 El hacer temblar a los cielos y el remover de su lugar a la tierra significa la remoción para siempre de la organización mundial de Satanás, invisible y visible, organización que fué simbolizada por los arreglos y poderes dominantes de la antigua Babilonia. Pablo nos da esa explicación, diciendo de Jehová: “La voz del cual entonces sacudió la tierra [en el monte de Sinaí]; mas ahora ha prometido, diciendo: Una sola vez más sacudiré no solamente la tierra, sino el cielo también. Y esta palabra, una sola vez más, declara el propósito de quitar aquellas cosas que son sacudidas, como cosas perecederas, para que permanezcan las que no puedan ser sacudidas. Por lo cual, recibiendo nosotros un reino que no puede ser movido, tengamos gracia, por medio de la cual sirvamos a Dios, de un modo que le sea acepto, con reverencia y temor filial: porque el Dios nuestro es un fuego consumidor.”—Heb. 12:26-29.
8. ¿Por qué huirán los babilonios, pero con qué éxito?
8 Sacudida por los asaltos irresistibles de las huestes luchadoras de Jehová bajo su Rey Jesucristo, el Ciro Mayor, nada de la organización babilónica de Satanás podrá mantenerse en pie. Las partes de que está formada serán quebrantadas, y cada una de las partes separadas huirá buscando su propia seguridad. El pánico hará surgir contiendas sangrientas entre ellos cuando Jehová Dios hiera a las fuerzas de Satanás con confusión. Los que escapen los efectos destructivos de estas hostilidades anarquistas entre las fuerzas religiosas, monetarias, políticas y militares serán aniquilados por las fuerzas cazadoras de Jehová.
9. ¿Pero será indestructible el sistema religioso romano? ¿Por qué?
9 No escapará la tal llamada “Ciudad Eterna”, Roma, así como no escapó la antigua Babilonia, y ninguno de los adherentes del Vaticano podrá escapar no importa en qué país esté. El 30 de enero de 1949, según se publicó el día siguiente en el Times de Nueva York, el papa Pío XII les dijo a 6,000 estudiantes que, “aunque Roma fuera arrasada y el mundo perdiera la misma Basílica de San Pedro con todos sus tesoros artísticos, la Iglesia Católica Romana sobreviviría porque ‘es indestructible’.” Esta declaración, dijo el Times, causó una profunda impresión en círculos católicos italianos, porque “la mera mención de dicha posibilidad se aceptó como indicación de que el Papa está seriamente preocupado a causa del futuro del catolicismo en muchas regiones bajo el control soviético”. (Times de N. Y., el 31 de enero de 1949) Aunque haya presentado una apariencia “indestructible” ante los poderes nazista, fascista y comunista hasta ahora, ese sistema controlado por el Vaticano no resultará ser indestructible en el Armagedón, no podrá serlo ante el Todopoderoso Dios, el Enemigo de Babilonia. Más que cualquier otro sistema, el sistema religioso católico romano es el repositorio de la antigua religión de Babilonia. Y Jehová Dios ha condenado a todo vestigio de Babilonia a la destrucción eterna. Todos sus hijos, no importa a dónde huyan para esconderse, serán cazados y estrellados. Hace mucho los testigos de Jehová cautivos en Babilonia cantaron: “¡Oh hija de Babilonia, que has de ser desolada, dichoso aquel que te diere el pago de lo que hiciste con nosotros! ¡Dichoso aquel que cogiere y estrellare tus niñitos contra la peña!” (Sal. 137:8, 9) Cristo Jesús, el Ciro Mayor, es aquel “dichoso”, y él no dejará escapar a ninguno para que levante otra vez a la organización opresiva de toda iniquidad. “No podrán escaparse.”—1 Tes. 5:3.
EL CAMINO DESPEJADO PARA EL NUEVO MUNDO
10, 11. ¿Por qué no puede comprar nadie su escape con plata y oro?
10 Las personas ricas y las organizaciones acaudaladas de este mundo babilónico no deben pensar que podrán sobornar a las huestes de Jehová y comprar su escape de la aniquilación en el Armagedón. La “guerra del gran día del Dios Todopoderoso” no se luchará para enriquecer material y monetariamente a las huestes de Jehová. La soberanía universal es el punto en disputa. Por una razón altruísta, a saber, para la vindicación de la soberanía universal y del nombre intachable de Jehová, Él y su Rey Jesucristo lucharán esa guerra. Demostrando que éste es el motivo justo de la guerra y de la destrucción de la antitípica Babilonia, Jehová asemeja a sus huestes a los conquistadores de la antigua Babilonia, los medos y persas. Él dice: “He aquí que despertaré contra ellos a los Medos, que no estiman la plata, y en cuanto al oro, no se deleitan en él. Y con sus arcos destrozarán a los jóvenes; y no tendrán compasión del fruto del seno; y sus ojos no perdonarán a los niños. Y Babilonia, la gloria de los reinos, la hermosura y el orgullo de los Caldeos, vendrá a ser como cuando destruyó Dios a Sodoma y Gomorra.”—Isa. 13:17-19.
11 ¡No la plata! ¡no el oro! sino para acabar con esa blasfema organización mundial que ha reprochado el nombre de Jehová y que se ha colocado en el camino de Su soberanía universal, ello es lo que impulsa a las huestes de Jehová, los medos antitípicos, a demoler a esa organización babilónica. El rey Darío el medo, el conquistador de la antigua Babilonia, prefiguró a Jehová Dios, y su sobrino Ciro el persa prefiguró al Compañero de Guerra de Jehová, Jesucristo. Los antiguos persas eran arqueros expertos. Con sus grandes arcos de acero les fué posible destrozar aun a los jóvenes de Babilonia. Teniendo como su mira, no el saqueo de riquezas, sino la dominación del mundo, los medos y los persas de la antigüedad no tuvieron compasión de babilonio alguno. Derramaron su furia sobre jóvenes, niños y recién nacidos, sobre cada uno y todos los descendientes de esa odiada organización enemiga. Únicamente los del pueblo de Jehová, cautivos en Babilonia, tal como Daniel el profeta, fueron librados, preservados para que regresaran a la adoración de Jehová en Sión.
12. ¿Cómo qué llegará a ser la antitípica Babilonia, y por qué?
12 ¡Qué presagio es éste de lo completo que será la destrucción de todos los miembros, adherentes y prole de la organización mundial del Diablo! Su hermosura es falsa. Su gloria orgullosa se basa en un proceder que es vergonzoso a los ojos de Dios. ¡Qué bueno es estar libre de ella! Babilonia la “Magnífica” o la “Excelente” entre los reinos del mundo antiguo, no pudo mantenerse en pie delante de la ira de Jehová. Llegó a ser como las ciudades de Sodoma y Gomorra sobre quienes él llovió fuego y azufre desde el cielo. Su semejanza moderna, este mundo con su concupiscencia de la carne, y su concupiscencia de los ojos, y la vanagloria de la vida no lo pasará mejor. Su gloria y hermosura artificiales se desvanecerán porque su valor es engañoso, y ninguna parte merece ser preservada. De hecho no tiene cosa alguna que la haga perdurar ni que la recomiende para la dominación universal.
13. ¿Por qué no nos debe ofuscar la apariencia exterior de Babilonia ahora?
13 Vosotros, las personas que desean escapar de la destrucción de la antitípica Babilonia así como escapó el justo Lot y sus hijas de la destrucción de Sodoma; no permitan que la apariencia de gloria que tiene este mundo les ofusque ni que su orgullo falso los descarríe. Miren más allá de éstos los últimos días de este mundo y hacia el cumplimiento inevitable de la profecía de Dios acerca de esta Babilonia moderna. Con la previsión que la Palabra de Dios les da, vean ustedes su repentina desolación, la cual es tan segura como el hecho de que hoy día yace en ruinas la Babilonia de los días de Isaías. Terrible es la Palabra de Dios contra ella: “Nunca jamás será habitada, ni morarán en ella de generación en generación; ni plantará allí el árabe su tienda; ni los pastores harán allí recostarse sus rebaños: sino antes se recostarán allí las fieras del desierto; y las casas de ella estarán llenas de bestias aulladoras; y habitarán allí los avestruces, y las cabras salvajes saltarán allí: los lobos también aullarán en sus palacios, y los chacales en sus templos de placer. Y cercano a llegar está su tiempo, y sus días no serán prolongados.”—Isa. 13:20-22.
14. ¿Qué significa la desolación de Babilonia para nuestra tierra y para la humanidad?
14 Aquí tenemos otra vez la seguridad repetida de la Palabra de Dios indicando que el derrocamiento de la inicua organización mundial está cercano. Está más cercano de lo que desean pensar los babilonios modernos entre tanto que ellos ahora se apresuran para adquirir egoístamente todo lo que les es posible temiendo que de otra manera perderán todo. Los días de este mundo ya no serán muchos, no, porque el reino de Dios por Cristo Jesús ya ha sido establecido como el vindicador de Su soberanía universal y el libertador de la humanidad oprimida. La batalla decisiva del Reino contra la Babilonia moderna, o sea este mundo, la reducirá a la ruina y librará a la tierra de sus hijos. Nunca jamás será reconstruída. Pero el globo terrestre que ella por milenios ha gobernado mal no yacerá desierto como el sitio de la antigua Babilonia. No; sino que su destrucción simplemente limpiará el terreno para el establecimiento en todo lugar de una organización visible de justicia, bajo la soberanía de Jehová Dios ejercida por Cristo Jesús. Todo vestigio del dominio babilónico que ha profanado la tierra será borrado, y toda la tierra se regocijará bajo el dominio de su legítimo Rey, el Hijo de Dios. Con la bendición de El florecerá como el jardín de Jehová para el deleite sin fin de los hombres de buena voluntad. Con deseo sincero que se debe a un entendimiento correcto, vigilamos y oramos por la venida temprana del predicho “día de Jehová” y su obra cabal a favor de la justicia para gloria de Él. En el ínterin entonamos el cántico vituperador contra el “rey de Babilonia”, el cual discutiremos dentro de poco tiempo en un número de La Atalaya.