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  • Expansión de la Teocracia en Corea del Sur
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1951
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1951
w51 15/4 págs. 245-248

Expansión de la Teocracia en Corea del Sur

LOS primeros misioneros cristianos de Jehová, graduados de la Escuela Bíblica de Galaad de la Sociedad Wátchtower, situada en South Lansing, Nueva York, llegaron a Seúl en agosto de 1949. Otros fueron enviados después. En los pocos meses que estuvieron allí ayudaron grandemente a esa gente agobiada por la pobreza a obtener conocimiento de la única esperanza del hombre, el justo reino de Dios, y como resultado ha habido una expansión tremenda en el número de personas en ese país que están cantando las alabanzas de Jehová Dios y Cristo Jesús. El informe de estos resultados que sigue fué hecho por el representante de la Wátchtower, Don L. Steele, y fué escrito y puesto en el correo el 23 de mayo de 1950 en Seúl, un mes antes de que los ejércitos comunistas invadieran a Corea del Sur el 25 de junio.

“Desde la liberación por los aliados en 1945 la gente coreana sólo ha probado amargura, y mucho de esto se desprende del acuerdo de Yalta entre Róosevelt y Stalin que dividió al país en dos. El Norte ha sido patrocinado por Rusia; el Sur por los Estados Unidos. Ahora, por supuesto, el gran punto en disputa político es el paralelo 38 que separa a los dos. La agitada República sudcoreana parece que sobrevive sólo debido a la ayuda de los Estados Unidos. La lucha ocurre diariamente debido a la división, y la tensión es grande. ¿Cuándo empezará la guerra en escala completa? [Esto es interesante, porque muestra que aunque el resto del mundo se conmovió por el principio de la guerra, llegó sin sorprender a los coreanos.]

“Para apreciar verdaderamente la expansión aquí en las filas de los testigos de Jehová usted debe saber algo acerca de las condiciones religiosas, sociales y económicas de los coreanos. En cuanto a religión, cerca de 800,000 profesan ser cristianos, de la población de 22,000,000. De éstos 10,000,000 son budistas, confucionistas, etc. Esto deja por lo menos a la mitad de la gente sin profesar alguna fe, que es una manera buena para describir su perspectiva general de falta de esperanza.

“En muchos modos los coreanos son primitivos. Son grandes seguidores de tradición y adoradores de criaturas. Muchos hombres de negocios y profesionales se dan cuenta de que Corea está muy atrasada en educación y desarrollo económico y están tratando de ponerse al día. Pero parece que la clase de gente trabajadora preferiría lavar la ropa golpeándola con una tabla, arar con yunta, y transportar grandes cargas en la cabeza y la espalda, en vez de avanzar a algo tan moderno como una tablilla de lavandera. Están estancados en sus modos tradicionales y no quieren cambiar, no importa cuánto tiempo y energía pudieran ahorrar.

“Las condiciones económicas, tan pobres como eran, son hechas ahora peores por la división de Corea en el paralelo 38. Corea del Sur tiene el área agrícola, mientras que en el sector norteño están situados los recursos naturales y lo poco que hay de industria. El costo elevado de mantener la defensa, el sur contra el norte y viceversa, ha dejado al país casi arruinado. El salario común es de cerca de 6,000 won al mes que, al cambio legal, son cerca de $3.33 (dólares). El sistema del agua aquí en Seúl, la capital de Corea del Sur, es inadecuado, y la electricidad se pone una o dos horas en la noche—¡algunas veces!

“Seúl ha aumentado a lo doble de su población normal por el diluvio de refugiados de la parte norteña controlada por los comunistas, y las condiciones de vida aquí son muy malas. Muchos de estos refugiados son niños cuyos padres fueron muertos por los comunistas. En el centro de Seúl es una escena común ver a estos pobres niños acurrucados junto a los edificios tratando de dormir en las aceras. Usan pedazos de sacos, papel o cualquier cosa que encuentran para vestirse y su piel está costrosa de mugre. ‘Viven’ con lo que pueden conseguir pidiendo limosna.

“El alimento es escaso. El arroz es el alimento principal y generalmente no hay carne para acompañarle. Muchas familias hasta tienen dificultad en conseguir arroz suficiente. La ropa es muy difícil de obtenerse. Por zapatos frecuentemente usan pequeñas pantuflas de hule volteadas hacia: arriba. El alojamiento es totalmente inadecuado. Sólo los ricos son dueños o alquilan una casa entera para sí mismos. Todas las familias son grandes y es la práctica general que cuatro o cinco familias vivan en una casa pequeña. Generalmente toda la familia duerme en un cuarto de cerca de diez pies cuadrados.

“A pesar de su pobreza económica y su esclavitud a la tradición, la gente de Corea tiene mucho respeto por el conocimiento y consideran mucho al hombre educado. A menudo en una familia de muchos miembros todos trabajarán para sostener a uno de ellos mientras dedica su vida a estudiar. La cosa más asombrosa es que el individuo que está estudiando generalmente no tiene objetivo en la vida y nunca pone en uso lo que aprende.

EMOCIONES Y GOZOS DE LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO

“Debido a estas condiciones terribles muchos coreanos de corazón honrado están buscando la respuesta a sus muchos problemas. Es en verdad un gozo real el participar en la predicación de las buenas nuevas del Reino aquí y mostrar a estos humildes que su única esperanza descansa en el justo nuevo mundo de Jehová. El ver su aceptación maravillosa del mensaje del Reino es una emoción verdadera. En agosto de 1949, cuando los dos primeros misioneros vinieron, había sólo ocho personas aquí que estaban activas en el servicio del Reino. En abril de este año, había cuarenta y un publicadores de compañía para el Reino, teniendo un promedio de 33.5 horas de servicio por publicador, siete publicadores precursores de tiempo cabal y ocho misioneros de Galaad. En el estudio de La Atalaya la máxima concurrencia durante abril fué de 107.

“¡Nuestra primera reunión pública, celebrada el 14 de mayo, como experimento, resultó ser una experiencia! No se usaron volantes o carteles para anunciarla. Sólo anuncios en las reuniones de compañía regulares y un solo cartelón colocado cerca de la casa algunos días antes de que se diera el discurso. Pero cuando llegó la hora para el discurso gente ansiosa empezó a amontonarse dentro, llenando todos los cuartos de la casa, el pasillo, el portal para el sol y las escaleras que conducen al segundo piso, ¡hasta que el recuento mostró que había 167 concurrentes!

“Hace un mes que empezamos nuestra escuela del ministerio teocrático. Debido a que los libros de texto no están en coreano tenemos el discurso de instrucción del ‘Equipado para toda buena obra’ en inglés e interpretado al coreano. Si alguno no entendía le preguntaba a su vecino, y si él no sabía se le pedía al intérprete que repitiera o explicara. Nuestro corazón se llenó de gozo al observar el placer que reflejaban cada vez que se mencionaba un nuevo punto para ellos. Meneaban la cabeza unos a otros y se maravillaban. ‘¡Moisés empezó a escribir la Biblia en 1513 a. de J.C.! ¡Tiene un solo Autor pero más de treinta escritores! ¡Hay cerca de 15,000 manuscritos antiguos de la Biblia en existencia hoy en día!’ Las preguntas en el examen oral fueron bien contestadas de las notas que habían tomado. La concurrencia aumentó de 60 al principio a 96, y una hora para la escuela parecía muy breve.

“La obra de estudios bíblicos aquí es nuestro mayor gozo. Estudiamos con doctores, abogados, maestros, profesores, soldados, amas de casa, hombres de negocios, estudiantes escolares (incluyendo estudiantes seminaristas), y muchos otros. No son personas que creen todo lo que usted les dice antes de que se lo pruebe. Diariamente tenemos que examinar varias traducciones, concordancias, diccionarios bíblicos y otros libros de referencia, y a menudo tenemos que consultar los datos que apuntamos en la Escuela Bíblica de Galaad de la Wátchtower, al tiempo que discutimos sus muchas preguntas. ¡Pero qué bendito privilegio! ¡Y qué emoción maravillosa ver a muchas de estas personas enseñar a su vez a otras lo que aprenden en estos estudios bíblicos!

“Un ejemplo de su progreso rápido es el caso de una joven estudiante de colegio superior. Un publicador coreano visitó a la madre de esta joven y le habló acerca del Nuevo Mundo. El siguiente día la joven visitó al publicador y le hizo muchas preguntas. Satisfecha con las respuestas, hizo arreglos para tener un estudio bíblico regular. Había estado interesada en ir a la escuela y aprender idiomas (habla muy bien el inglés), y otros temas, pero ahora llegó a la conclusión de que todo eso era pérdida de tiempo. Si ella iba a aprender la Biblia, vió que se necesitaría mucho tiempo y por eso dejó de ir al colegio superior el día después de su primer estudio bíblico. Estudiando ahora por cerca de un mes, probablemente pondrá horas de precursor en el servicio del campo, yendo con nosotros y ayudando en cualesquier estudios que pueda. Tiene una mente viva y aprende muy rápidamente y su buena voluntad en el servicio del Reino le traerá muchos privilegios benditos en el futuro de la mano de Jehová.

“Un profesor de música en un colegio de mujeres aquí ha estado estudiando ahora con nosotros por seis meses. Además de su enseñanza hace trabajo de concierto y tiene un programa de radio, pero a pesar de su vida ocupada halla tiempo para traducir para nosotros, servir como intérprete en nuestros discursos públicos y en la escuela del ministerio teocrático, participar en el servicio del campo, así como también hallar el tiempo para su estudio bíblico regular. Él es otro de los muchos en Corea que están asiéndose de los privilegios teocráticos dados a ellos.

“Entre nuestras experiencias singulares están nuestros estudios bíblicos conducidos en las escuelas públicas. En conjunto tenemos ocho estudios cada semana en diferentes escuelas superiores y en cada grupo hay de 60 a 70 estudiantes así como también los maestros. Estudiamos un folleto en inglés y les invitamos a que trajeran sus Biblias y buscaran los textos. Muchos de los estudiantes son de padres paganos y nunca antes habían usado la Biblia. Los maestros expresan su aprecio por nuestros esfuerzos de enseñarles la Biblia. Les sorprende que no viajemos en automóviles como los demás misioneros. Reconocen que verdaderamente deseamos ayudar a la gente coreana. De modo que quizás se está sembrando buena semilla aquí que algún día dará mucho fruto.”

Cinco semanas después de hacer el informe anterior el Sr. Steele envió otro, con el sello de correo de Kobe, Japón, en el cual dice: “Cuando terminé mi discurso público en el auditorio de una escuela en Seúl, el 25 de junio, la policía nos notificó que Corea del Sur había sido atacada y se había impuesto un toque de queda. Incidentalmente, el interés en la Teocracia había aumentado tanto que ¡hubo 336 concurrentes a este último discurso público! La noche siguiente (lunes) las defensas sudcoreanas se desplomaron y Seúl quedó sitiada. El martes por la mañana, con tropas comunistas entrando a la ciudad, se ordenó a todos los norteamericanos que evacuaran. En la emergencia efectuamos una reunión apresurada y, después de pedir la dirección de Jehová, discutimos con oración la situación. El permanecer querría decir ser capturados, encarcelados y suspender nuestra predicación. Todos los misioneros, incluyendo los metodistas y católicos, están presos en Corea del Norte. Los desarrollos que siguieron muestran que fué la voluntad del Señor que nos mudáramos.

“Teníamos sólo 30 minutos para tomar el último convoy que salía de la ciudad. Propiedad personal y de la casa fué entregada al siervo de la compañía local, Lee Shi Chong. En ese momento la ciudad estaba bajo bombardeo, y en la salida violenta hacia el aeropuerto en Kimpo nuestros autobuses fueron ametrallados. Habiendo volado al Japón, todos los ocho de nosotros, incluyendo a seis mujeres, estamos actualmente trabajando con los testigos de Jehová aquí en Kobe.”

Vendrán numerosos pueblos, diciendo: Venir, subamos al monte de Yavé, a la casa del Dios de Jacob, que nos enseñe sus caminos para que marchemos por sus sendas, pues de Sión saldrá la ley y de Jerusalén la palabra de Yavé. Y juzgará a muchos pueblos, y ejercerá la justicia hasta muy lejos con naciones poderosas, que de sus espadas harán azadas y de sus lanzas hoces; no alzará la espada gente contra gente, ni se ejercitarán ya, para la guerra.—Miq. 4:2, 3, NC.

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