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  • La actividad ministerial de los testigos de Jehová

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  • La actividad ministerial de los testigos de Jehová
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1951
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1951
w51 15/3 págs. 185-187

La actividad ministerial de los testigos de Jehová

Informe traducido del “Anuario” para 1951

CHILE

EL ESPÍRITU del aumento de La Teocracia se demuestra muy claramente por los hermanos de Chile. Trabajan muy duro Y gustosamente en el servicio de Jehová. Durante el año el Señor bendijo grandemente los esfuerzos de los publicadores al congregar muchos de la clase de las “otras ovejas” a su organización. Esto se efectuó principalmente por la actividad de revisitas y estudios bíblicos. Tan sólo las revisitas aumentaron de 24,093 en 1949 a 40,827 en 1950. Los estudios bíblicos saltaron de un promedio mensual de 328 a 588.

Durante el año la Sociedad envió algunos nuevos misioneros al campo y estableció casas misioneras en diferentes ciudades. Todo esto añadió estímulo a la obra, y al mismo tiempo los hermanos y la gente de buena voluntad chilenos respondieron a las buenas nuevas del Reino. Nos regocijamos en su aumento excelente, y el siervo de sucursal escribe en su informe del entusiasmo de los hermanos y cómo se han esforzado por alcanzar estos logros.

“Había algunos problemas impidiendo la expansión constante. Por años los meses de vacaciones de enero y febrero habían sido un problema. ¿Por qué no podían aprovecharse los publicadores de su libertad en las vacaciones trabajando más, en vez de menos? Los informes del Anuario de diferentes países han mostrado que se han logrado adelantos al recalcar ese punto. Una oportunidad muy a tiempo se presentó al comienzo del período de vacaciones. Se celebró una asamblea de circuito con mucho éxito en Valparaíso y allí se dió énfasis a este punto. Los publicadores vieron su privilegio y, en vez de una baja, ¡se logró un nuevo máximo! Eso fué el comienzo de algo que apenas podía haber esperado cualquier publicador de Chile. Los publicadores de compañía y los precursores rápidamente reflejaron el mismo espíritu de expansión manifestado por los misioneros.

“La nueva serie de discursos aumentó la actividad de reuniones públicas. Al mismo tiempo una unidad en Santiago hizo arreglos para expansión al mudarse a un salón muy bien situado. Se llenó durante su primera serie. Casi la mitad de la concurrencia representó nuevo interés. Se supo que cuatro o cinco mil hojas de invitaciones hechas en mimeógrafo ayudaron a llenar el salón, y costaron mucho menos que los volantes impresos. Con tanta actividad, el tiempo pasaba rápidamente y con él una culminación con buen éxito se alcanzó en la campaña de La Atalaya. Los informes para abril mostraron el tercer máximo consecutivo, de 375 publicadores.

“Junio trajo un nuevo máximo de veintiuna reuniones públicas, tres precursores más, y el quinto máximo consecutivo, con ¡428 publicadores! Ha de haber parecido para muchos que se había alcanzado el límite, porque dieciséis misioneros salían para la convención de Nueva York. Antes de su salida, se hicieron arreglos en todo caso posible para sacar todo el interés de buena voluntad al servicio en el campo, y otros publicadores fueron asignados para ayudarlos durante la ausencia de los que estaban por salir. Esto resultó ser muy eficaz y resultó en ¡481 durante julio para nuestro sexto máximo consecutivo! Diecinueve más y entonces ¡el número de 500!

“La llegada de más misioneros fué una provisión a tiempo de la Sociedad. Los publicadores estaban aumentando pero necesitaban atención durante la ausencia de los misioneros que concurrirían a la asamblea internacional. Esta necesidad se llenó por los hermanos del nuevo grupo, ya que para entonces hablaban bastante español para encargarse de la obra. Esto se demostró en diferentes lugares. En Valparaíso cuatro hermanos terminaron el año de servicio con un máximo de 45 publicadores. Allí la compañía alcanzó el promedio de 28, comparado con 11 del año pasado. Se enviaron a dos hermanos para ayudar a la compañía de Concepción, que continuó creciendo de su promedio anterior de 17 a 31 y ¡el máximo de agosto fué 48! De la ciudad meridional de Temuco llegaron informes de aumentos mensuales a pesar de las continuas lluvias invernales. Los seis hermanos en la nueva casa allí empezaron en febrero sin ningún publicador de compañía pero crecieron hasta un máximo de 30 en agosto y el promedio fué 17 por sus pocos meses ocupados.

“En Santiago se hicieron arreglos para reuniones para contar las noticias de la convención como se recibían. También se celebró una reunión pública donde 435 personas concurrieron. Se usó el mismo salón que usamos cuando usted, hermano Knorr, nos visitó en marzo de 1949. Ahora, sin embargo, había evidencia de que había tanto interés en Santiago como había en todo Chile hace un año y medio. Todavía el mayor entusiasmo estaba por venir cuando los publicadores oyeran las nuevas inesperadas acerca de tantas publicaciones nuevas en español que presentó usted en la asamblea. Eso resultó ser exactamente lo que se necesitaba. Los publicadores salieron a demostrar su aprecio y entregaron informes de un gran total de 547 publicadores para culminar el año con su ¡séptimo máximo consecutivo! El promedio mensual muestra ¡71 por ciento de más publicadores que el año pasado!

“Esto hace recordar 1 Corintios 3:6, NM, ‘. . . Pero Dios siguió haciéndolo crecer.’ Los hermanos aprecian las muchas provisiones que el Señor, en su bondad inmerecida, ha provisto por medio de su organización visible. Nuestra oración es que todos continúen vigilando cómo está él edificando sobre el único cimiento verdadero, Jesucristo, para que sus obras permanezcan en la sociedad del Nuevo Mundo para la honra del nombre de Jehová.”

ECUADOR

Los publicadores del Reino en el Ecuador fueron bendecidos durante el año porque tuvieron plena libertad para avanzar la obra. El Ecuador tiene un gobierno liberal aunque la mayoría de la gente allí es católica. Los ecuatorianos han insistido en libertad no sólo para sí mismos sino también para otros, y esta libertad ha permitido a la obra de los testigos de Jehová adelantar. Los misioneros que fueron enviados al Ecuador así como también los publicadores locales están teniendo muchas experiencias interesantes. También están haciendo una obra de avanzar el trabajo logrado por algunas precursoras que viajaron a través del Ecuador en 1935, después de la convención de Wáshington en los Estados Unidos. Estas dos hermanas colocaron mucha literatura, y ahora que esta semilla se está cultivando algunas de estas personas están asociándose con los testigos de Jehová y participando en la obra. La semilla sembrada hace 15 años está trayendo fruto ahora. El siervo de sucursal en el Ecuador nos informó de algunas experiencias interesantes, y a continuación se relatan algunas.

“Un empleado del Gobierno Provincial de Cañar leyó con mucho interés en la revista Selecciones el artículo concerniente a la convención que los testigos de Jehová celebraron en Cléveland en 1946. Se impresionó tanto por esto que escribió a la Sociedad en Brooklyn por información adicional con respecto a los testigos de Jehová, expresando el deseo de asociarse con tal grupo de luchadores por la verdad y la justicia. La carta fué reexpedida a la sucursal del Ecuador y se le envió literatura inmediatamente por correo a este señor. Después uno de los misioneros que disfrutaba de sus vacaciones no muy distante del lugar, visitó a este señor y a su familia. Su residencia está en Azogues, situada en el centro de la fortaleza más fanática del catolicismo en el Ecuador. Una Biblia, varios libros y folletos y una suscripción se colocaron con esta persona y a él y a su familia se les mostró cómo estudiar los libros con la Biblia. Nunca antes había tenido una Biblia en las manos.

“Hace varios meses fué visitada una señora en su bazar y el publicador observó sobre uno de los anaqueles un ejemplar de la Biblia Moderna. Felicitándola por esto, imagine la sorpresa y deleite del publicador por la respuesta de la señora: ‘Sí, en verdad, y la leo todos los días; pero no tengo a nadie que me la enseñe.’ Ningún tiempo se perdió para colocar el libro ‘Sea Dios Veraz’ y principiar el estudio. Desde allí en adelante este bazar ocupado ha sido un centro del Reino en toda manera. No sólo está bien preparada y marcada cada lección, con textos bíblicos también marcados, sino que las oficinistas han recibido un testimonio cuidadoso y constante de la dueña. Una de éstas es ahora también testigo para Jehová. Cuando hay la oportunidad los clientes reciben el testimonio. El esposo, que al principio creía que su esposa estaba loca, y rehusaba asistir a los estudios, aunque ‘escuchaba’ desde la cocina, es ahora un publicador muy animado y entusiasta, y no se puede pasar la tienda sin ver a alguien con una pieza de literatura teocrática en la mano, o notar que se desarrolla una conversación acerca de la verdad. Recientemente cuando la hermana estuvo en el hospital por una semana testificó a sus enfermeras y al doctor y a los visitantes ‘a tiempo y fuera de tiempo’. Al frente de su bazar tienen una exhibición atractiva de la literatura del Reino.

“Una persona de buena voluntad vino a la casa misionera y pidió un estudio. Demostró interés genuino. La tercera semana volvió con un amigo que también deseaba hacer arreglos para estudiar. Trajo a más de sus amigos. Esto resultó en cinco estudios nuevos para el precursor. Esta persona de buena voluntad es un publicador regular ahora. Por medio de él un graduado de universidad con el grado de bachiller ha venido a un conocimiento de la verdad. Se maravilla por las grandes verdades, diciendo que son inapreciables en comparación con el conocimiento obtenido en las universidades. Expresa el deseo de ser precursor, y ha ofrecido sus servicios gratuitos para ayudar a 1os nuevos misioneros con un entendimiento del idioma español.

“En la obra de puerta en puerta un precursor y un nuevo publicador de compañía recientemente visitaron una escuela para sacerdotes. Comenzó dando el testimonio a un sacerdote joven, pero al instante ocho estaban escuchando, tratando de refutar declaraciones en ‘Sea Dios Veraz’ y la Biblia. Uno trató en vano de hallar un texto en la Biblia para apoyar la doctrina de la inmortalidad, usando como excusa que ésta era una Biblia protestante. Ninguno pudo usar la Biblia para apoyar sus tradiciones. Dijeron que no tenían instrucción en el uso de las Escrituras; recibían las respuestas correctas a todas sus preguntas de los sacerdotes ancianos y el ‘infalible papa’. Para su declaración enfática de que la iglesia tenía su cabeza visible en la tierra se les preguntó si la iglesia era reconocida como un cuerpo visible o invisible. ‘Invisible,’ dijeron. Entonces, ‘¿por qué una cabeza visible?’ Una campana sonó adentro y tuvieron que irse. La puerta fué cerrada y el precursor y su compañero salieron.

“Apenas habían caminado media cuadra cuando una voz los llamó que regresaran. Un sacerdote joven que había alcanzado a oír toda la conversación deseaba saber más. El resultado: Tomó el libro ‘Sea Dios Veraz’ y folletos, y pidió a los hermanos que regresaran la siguiente semana. Cuando se hizo la revisita fué muy difícil lograr la entrada otra vez, pero finalmente después de esperar unos veinte minutos apareció el joven sacerdote, y, aunque aparentemente muy nervioso, pareció grandemente consolado por el mensaje; había leído algo del libro, pero lo había escondido para que no se lo quitaran. Declaró que el arzobispo de Quito había expedido un decreto que lo hacía un pecado mortal el que cualquier lego o sacerdote católico leyera algo de esta literatura. Sin embargo, se hicieron arreglos para mantener contacto con este sacerdote de buena voluntad, que pareció apreciar verdaderamente el valor del mensaje.

“Once personas del Ecuador tuvieron el privilegio de concurrir a la convención en Nueva York, para recibir las bendiciones que Jehová tenía para su pueblo. Dos eran publicadores ecuatorianos yendo con los misioneros a su primera convención del pueblo de Jehová.

“Jehová ha manifestado especialmente su bendición sobre la actividad de los misioneros al tomar ellos un interés individual en los nuevos publicadores de compañía así como en los débiles e irregulares. Los han llevado al servicio de campo regularmente y han trabajado con ellos en sus revisitas y en el servicio de puerta en puerta. Esto ha contribuído grandemente al buen aumento en la obra aquí en el Ecuador.”

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