La contribución de la cafetería
CON rápida moción, un gran depósito, un garaje y un par de tiendas de campaña de buen tamaño quedaron convertidos en un almacén, cocina y una cafetería con veintiséis mostradores para servir las comidas. Así fueron las maravillas que ejecutaron los testigos de Jehová durante su asamblea de 1950 en el estadio Yanqui. Más de 15,000 personas recibían su alimentación en la cafetería en una hora. Una sola comida requirió de cuatro a cinco mil libras de carne de res, pollo o pescado. Hasta 5,000 libras de papas se usaron para cada comida, así como de seiscientos a setecientos panes, 600 latas de vegetales y 400 galones de ensalada. Durante la primera mitad de la asamblea que duró ocho días se usaron 50,000 libras de carne de res, 10,000 libras de pescado, 80 toneladas de vegetales enlatados y miles de canastos de col, lechuga y cebollas.
La organización de cocina que suplía a la cafetería consistía de cincuenta cocineros y ayudantes, incluyendo por lo menos una docena de cocineros profesionales experimentados. Para preparar las provisiones para ser cocinadas se empleó un gran número de mujeres para limpiar y pelar los muchos vegetales. Carniceros profesionales cortaron y prepararon las grandes cantidades de carne que se requirieron. ¡Más de 35,000 personas pasaron por los mostradores de la cafetería el domingo al mediodía! Las comidas de la cafetería eran de buen sabor y se daban en generosas porciones. Su conveniencia resultó en un gran ahorro de tiempo. La contribución de la cafetería al éxito de una convención puede apreciarse sólo presenciándola.
De modo que ¡no se pierda el estar en las filas de la cafetería en los días de la asamblea, del 19 al 26 de julio de 1953, en el estadio Yanqui!