La guía segura
● “En realidad no basta,” dijo el Heraldo católico de Londres el 5 de febrero, “refutar la acusación de que a los católicos no se les permite leer la Biblia con la réplica de que sí se les permite y que se les anima a hacerlo. La refutación surtirá efecto únicamente cuando los católicos verdaderamente lean la Biblia y la amen y den muestra de ese hecho en el hábito de sus mentes, la expresión de su lenguaje y, sobre todo, en el aprecio interno de la doctrina y la vida espiritual que crece mejor cuando se alimenta de la Biblia.” ¡Aquí tienen un reto! Nadie creerá que a los católicos verdaderamente se les anima a leer la Biblia hasta que en realidad la lean. Pero esto quizás no les agrade en toda ocasión, porque un estudio diligente de ella probará que las religiones de hoy día han hecho tantas añadiduras a la doctrina verdadera como las que hicieron los fariseos de la antigüedad. No obstante, su valor yace en el hecho de que provee liberación del engaño, descubre a los guías ciegos y proporciona la comprobación segura para la doctrina verdadera.