La actividad ministerial de los testigos de Jehová

Informe tomado del “Yearbook” para 1955 (en inglés)

COLOMBIA

Ciertamente fué un placer para el presidente de la Sociedad el visitar a Colombia durante el año pasado, después de una visita por el hermano Franz en septiembre. Se hicieron varios cambios y también arreglos para que pudiera darse un testimonio más amplio. Se agregaron más precursores especiales a la lista y se abrió nuevo territorio. Los resultados fueron muy satisfactorios; tuvieron un aumento de 30 por ciento en el número de publicadores. Por lo presente ellos tienen el máximo de 523 publicadores de las buenas nuevas. El siervo de sucursal envió un informe muy interesante, del cual se cita lo siguiente.

“El 28 de enero se publicó el primero de dos decretos nacionales que prohibían el llevar a cabo públicamente actividades evangélicas no católicas y que sólo permitían reuniones anunciadas en casas o iglesias establecidas. De repente fueron estorbadas las actividades protestantes y en algunas partes aun sus escuelas fueron clausuradas. ¿Qué harían los testigos de Jehová en Colombia en vista de todo esto? De veras, ¿qué hicieron? El informe que sigue prueba que no se paralizaron. Se dió énfasis a visitas personales con mayor uso de Biblias católicas, junto con la meta de más reuniones de estudios bíblicos en los hogares y campañas intensificadas de reuniones públicas. Los resultados del año fueron gratificadores, a saber, ¡un aumento de 50 por ciento en el número de horas en el servicio del campo y en el número de reuniones públicas celebradas, un excelente avance en estudios bíblicos en los hogares y un aumento de 30 por ciento en el número de publicadores!

“La investigación de los decretos del gobierno reveló que se había hecho un acuerdo con la ‘Santa Sede’ y ahora se consideraría a ciertos sectores de Colombia como ‘territorios misioneros,’ lo que quiere decir que son para el desarrollo de misiones católicas únicamente. Experiencia posterior nos manifestó que otras religiones no establecidas previamente ni siquiera podían celebrar una reunión, mucho menos celebrar un bautismo público o llevar ayudas bíblicas. Un ejemplo de las condiciones que existen en ‘territorio misionero’ se presenta aquí:

“Una pareja de precursores pasó una semana de vacaciones dando el testimonio en la isla San Andrés, que es de habla inglesa y el 85 por ciento de cuyos residentes son protestantes. El capitán del barco obtuvo una suscripción en camino y ofreció el uso de un edificio de iglesia para una conferencia pública, a la que concurrieron 160 personas que manifestaron su aprobación con su ‘¡Amén!’ Se repartieron tratados a todos, y la pareja volvió a su hotel sólo para que el inspector de la policía que les visitó les avisara que tales reuniones bíblicas estaban prohibidas y que a menos que toda actividad de predicación cesara ellos serían encarcelados y expulsados de la isla. Sin embargo, a pesar de cuidadosa observación, se pronunciaron dos discursos bíblicos más y se colocó una caja de Biblias y ayudas bíblicas con las muchas personas de buena voluntad, quienes expresaron su deseo de que la pareja se quedara para enseñarles la Biblia. Tuvieron el privilegio de ayudar al único hermano, quien, aunque enfermizo, dirige una escuela para 35 niños.

“Nótese que aun en ciudades grandes que no están alistadas entre las áreas limitadas de ‘misión’ se encuentran dificultades. En el primer mes de estar en su nueva asignación los cuatro misioneros colocaron 312 libros encuadernados y empezaron varios estudios bíblicos en los hogares. El segundo mes se vió en acción a un sacerdote determinado a hacer cumplir un decreto gubernamental inspirado por la iglesia en contra de actividad no católica. En una estación de policía él hizo una acusación en contra de dos de los misioneros. Entonces siguió una advertencia de excomunión a toda persona que leyera la literatura de los testigos de Jehová y que aun les saludara en las calles. Difusa ha sido la reacción pública en contra de tal acto fanático del sacerdote, y numerosos católicos han expresado desdén por la excomunión. Se han tenido experiencias parecidas a través de Colombia.

“Aunque los publicadores trabajan contra fuerzas mayores, la obra crece rápidamente en algunas partes. Al empezar el año tres nuevos precursores especiales entraron en su asignación de territorio virgen. Al fin del año de servicio tenían una congregación de veinte publicadores y un nuevo precursor local.

“Cuando cuatro misioneros recibieron una nueva asignación después de estar varios años en Bogotá, la pequeña congregación se halló frente al problema de dónde tener sus reuniones, puesto que el Salón del Reino siempre había estado en la casa misionera. Un hermano dijo que si la congregación le edificaba un colgadizo en otra parte de su terreno, él desocuparía su taller de carpintería y las reuniones podrían celebrarse allí. Una semana de trabajo de voluntarios terminó el colgadizo y el nuevo Salón del Reino. Tuvo que hacerse un piso de cemento y erigir una pared para dividir el salón de los cuartos de vivienda del hermano. Lo que resultó fué un nítido Salón del Reino con asientos para más de ochenta personas por un costo total de 300 pesos (120 dólares).

“Después de tres años de existencia, una unidad de la congregación de Barranquilla, debido a la siempre aumentante concurrencia a las reuniones, se vió obligada a demoler una tercera pared de división para aumentar el número de asientos en su Salón del Reino.

“En armonía con la sugestión del hermano Knorr, la sucursal despachó una carta en la que se mostró la necesidad de que los publicadores legalizaran sus matrimonios consensuales. Un hermano local que trabaja en una oficina pública de notaría se ofreció para encargarse de todos estos casos gratuitamente. Ha servido a unas veinticuatro parejas.”

COSTA RICA

Nuestros hermanos en Costa Rica casi alcanzaron su aumento de 10 por ciento a pesar de tener que recuperar mucho debido a la pérdida de publicadores del año anterior. Recuperaron esa pérdida y un poco más. Algunos publicadores estaban dedicando muy poco tiempo al servicio, y ellos se dieron cuenta de que era necesario que llegaran a ser trabajadores más eficaces en la congregación. Los hermanos estaban perdiendo verdadero gozo porque muchos de ellos dejaban de participar en la obra de predicación. También dejaban de asistir a las reuniones de congregación y por eso no estaban equipados para la obra de casa en casa, ni tenían la mente bastante perspicaz como para conducir estudios bíblicos en los hogares con la gente. Esto le pasó a un buen número, pero durante el año se puso en operación el programa de entrenamiento y por medio de los más maduros se ayudó a muchos de los que estaban negligentes, y el celo de la organización se manifiesta este año en su informe del servicio en el campo. Se hizo todo empeño para ayudar a los hermanos, y, como prueba de que se sacó provecho de este esfuerzo, note estos extractos del informe del siervo de sucursal.

“Para llegar a una de las congregaciones el siervo de circuito tiene que hacer viajes internacionales. Tiene que salir de Costa Rica por río, cruzar un lago en Nicaragua, y volver a entrar en Costa Rica vía otro río. Todo esto implica el viajar por lo menos dos días en lancha de motor y a pie. Después de ir hasta donde le es posible en bote el siervo de circuito se junta con algunos de los hermanos, quienes lo guían el resto del camino a pie. Muchos de los senderos están cubiertos de agua y se requiere varias horas de andar para llegar al Salón del Reino. Él informa lo siguiente acerca de su visita reciente allí: ‘Ninguna interrupción bulliciosa hay aquí, porque el Salón del Reino está casi completamente solo en el yermo. Pero comienzan a llegar los hermanos y hermanas mucho antes de la hora, algunos de ellos cubiertos de barro hasta las rodillas. Pero, ¡qué felices están! Por su canto, su amistad, su conducta y sus preguntas ansiosas se sabe que son miembros de la sociedad del Nuevo Mundo. Tienen que viajar largas distancias sobre senderos fangosos y en tiempo de lluvia, pero se está llevando el mensaje a la gente y la obra avanza. Tuvimos más de cuarenta concurrentes a nuestra conferencia pública.’ En otra congregación este siervo de circuito y varios publicadores de congregación viajaron tres días y noches a pie para llegar a cierta parte del territorio de la congregación. Ellos pasaban la noche en el hogar de algún publicador o persona de buena voluntad y celebraban un estudio o una conferencia para los vecinos.

“El año pasado informamos acerca de cómo unos fanáticos quemaron un Salón del Reino. Esta congregación ha construído un nuevo salón, mejor que el que fué quemado, y la obra de predicación continúa en este territorio sin diminuir.

“En 1950 los hermanos de Limón habían tratado de conseguir un salón para una asamblea, pero se les negó. De modo que decidieron que era tiempo de edificar uno propio. ¡Lo hicieron! Sin duda esa asamblea hizo una impresión más grande en Limón que la que hizo la asamblea internacional en la ciudad de Nueva York. Una señora que está ordenada como predicadora en una de las organizaciones religiosas asistió y dijo que nunca en su vida había oído algo semejante a eso, y que era la pura verdad. Ahora ella se prepara para ser una predicadora del Reino de Dios de casa en casa. El domingo por la mañana uno de los predicadores locales habló a su congregación acerca de los testigos de Jehová y, entre otras cosas, dijo que ‘ellos no tenían cenas en su iglesia o juegos de azar o venta de billetes de sorteo para edificar una “iglesia,”’ y él quería saber qué hacía la congregación de él con su dinero. Se han empezado muchos estudios nuevos y la concurrencia en las reuniones ha aumentado más o menos 50 por ciento.

“Una de las cosas que les ocasionó gran gozo y felicidad a los hermanos es la nueva película. Aunque todavía quedan muchas congregaciones por ser visitadas con ella, más de 3,000 personas ya han visto la película y se emocionaron al ver cómo la organización de Dios opera en toda la tierra.”