La actividad ministerial de los testigos de Jehová
Informe tomado del “Yearbook” para 1957 (en inglés)
URUGUAY
Se lograron excelentes resultados en el Uruguay durante los últimos doce meses. El gozo teocrático aumentó y los hermanos han tenido experiencias muy interesantes a medida que han mejorado su servicio en esta parte del mundo. El siervo de sucursal informa que se ha logrado mucho progreso en la calidad de los sermones que los hermanos usan ahora. Esto muestra que están llegando a ser más maduros, y esto es admirable. Ellos han concentrado la atención en el programa de entrenamiento y son manifiestos los resultados porque 147 personas se bautizaron en el Uruguay durante el año. En muchos lugares, para que la gente reciba sus ejemplares de La Atalaya, los hermanos tienen que hacer la entrega personalmente porque no pueden siempre confiar en la oficina de correos. Esto ha sido ventajoso para la organización, porque ha dado a los hermanos oportunidades para comenzar nuevos estudios. El volver cada dos semanas les permite decir un poco más acerca de la verdad, y de este modo algunos han establecido excelentes estudios bíblicos con estos subscriptores a La Atalaya. El siervo de sucursal informa sobre el Uruguay y las Islas Malvinas, adonde enviarnos un hermano cada año para ayudar a la gente en ese lugar aislado, y las experiencias son interesantísimas. A continuación se relatan algunas.
“Varios precursores especiales nativos fueron a asignaciones aisladas después de un breve curso de entrenamiento basado principalmente en el libro Qualified to Be Ministers (Capacitados para ser ministros). Pronto se manifestó el valor de este entrenamiento, cuando un precursor especial dijo a un siervo de circuito: ‘No tiene usted idea de cuánto necesitábamos esa instrucción. Como resultado no “mimarnos” a los de buena voluntad de tal modo que permanezcan “bebés” indefinidamente, sino que les ayudamos a avanzar más rápidamente a la madurez. Hacemos que nuestros estudios empiecen a pensar en el servicio casi desde la primera visita, y les invitamos a ir con nosotros en la más pronta ocasión posible. Es maravilloso ver a estas personas de buena voluntad avanzar por medio de escuchar los sermones que presentarnos en el servicio.’
“Cuatro precursores especiales enviados a un pueblo hace un año ya han producido una congregación de diez publicadores y hay veinte asistentes a las reuniones. Otros dos comenzaron hace un año y ahora informan doce publicadores en su nueva congregación y veinte asistiendo regularmente a las reuniones. Otro matrimonio uruguayo con su hijo fueron asignados a ayudar a una congregación y dentro de tres meses la concurrencia subió desde treinta hasta ochenta, y sigue creciendo con un aumento correspondiente en el número de publicadores. Allí habían trabajado previamente algunos misioneros, pero los precursores nativos obtienen mejores resultados con su propia gente. Los hermanos cooperan espléndidamente para mantener su propio salón y apoyar todos los rasgos de la actividad.
“Un sermón entusiasta y bien preparado es indispensable para consolar a personas descorazonadas y abandonadas. Una señora no podía comprender cómo era posible que Dios fuera amor, puesto que ella había sufrido tanto y visto tanta miseria; pero el sermón interesante, persuasivo, de un testigo despierto hizo que ella recibiera bien una revisita en la cual se le presentaron pruebas más impresionantes que la consolaron y animaron. Entonces se comenzó un estudio con ella y sus dos hijas con el folleto ‘Estas buenas nuevas del reino’. Todos los de su familia ahora son vehementes estudiantes bíblicos, y la madre lleva la delantera. Ya hablan con los vecinos acerca de las verdades bíblicas y los invitan al estudio, apreciando así la importancia de compartir su gozo con otros.
“Imagínese el sentimiento de remordimiento de esta misionera que escribe: ‘Una señora estaba visitando el hogar donde tengo un estudio, y dijo que ella previamente estudiaba con una misionera que se había ido y que le gustaría que yo siguiera con ella. Yo tenía otras visitas con personas que yo creía estaban más interesadas. Meses más tarde llamé a su casa cuando iba trabajando de casa en casa y coloqué “Estas buenas nuevas del reino”. Unas semanas más tarde volví y comencé un estudio usando este folleto. Cuando estudiamos acerca de “Dedicación” imagínese el gozo mío cuando ella expresó su deseo de ser bautizada y de participar en el servicio. Lo que me hizo sentir culpable fué el que ella añadiera: “¡Qué lástima que yo haya malgastado tanto tiempo cuando podría haber estado estudiando todos estos meses! Si usted hubiese venido para enseñarme después que se fué aquella otra señorita yo ya habría tenido suficiente conocimiento para salir con usted y predicar.”’ Su marido también participa en el estudio y quiere bautizarse, porque se da cuenta de que su anterior bautismo religioso no es válido ante Jehová.
“En un pueblo fronterizo una hermana precursora especial estaba perpleja en cuanto a por qué siempre la seguía un policía al entrar en una casa donde ella estudiaba con una mujer. Al fin ésta explicó un día que ella manejaba una pequeña mancebía con criadas, como su único medio de ganarse la vida. Su conciencia no estaba del todo limpia, pero ahora ella estaba adquiriendo un entendimiento inequívocamente claro de las leyes y los propósitos de Jehová. El estudio continuó y ella progresó en conocimiento hasta tal grado que planeó limpiar su casa y prepararse para vivir según el modo de vida del nuevo mundo. ‘Un día cuando llegué,’ escribe la precursora, ‘imagínese el gozo que sentí cuando ella me saludó con un gran abrazo y anunció orgullosamente que ahora estaba limpia.’ Ella despidió a las criadas, pintó el edificio de nuevo, cesó de haber policías vigilando su casa, y para ganarse la vida ella ahora tiene un pequeño restaurante. Con lágrimas de gozo suplicó: ‘Hoy tenemos que dar gracias especiales a Jehová, puesto que ahora soy una mujer de trabajo limpia y honrada.’ Qué emocionante es ver el espíritu de Jehová hacer cambios como éste en la vida de personas mansas.”
ISLAS MALVINAS
“Temprano en febrero un solo misionero viajó como pasajero en un pequeño buque de carga que zarpó de Montevideo y surcó a través de las aguas agitadas hacia el sur en dirección a las Islas Malvinas. Después de un viaje de cinco días llegó a la única ciudad de las islas, la cual tiene más o menos mil habitantes.
“El primer deseo del misionero fué hallar a todas las personas que habían estudiado o mostrado interés en la verdad durante las dos visitas anteriores de misioneros. Un publicador aislado ayudó al misionero a encontrar a las ovejas esparcidas, y se hicieron arreglos para restablecer muchos estudios bíblicos. La obra de casa en casa también produjo unos estudios nuevos.
“Puesto que la religión falsa está profundamente atrincherada en la mente de la gente fué necesario dar atención particular para poder establecer firmemente en las verdades básicas a los que tenían interés. Para resistir firmemente los ataques ardientes del enemigo les hacía falta armadura más fuerte y equipo mejor con el cual pelear agresivamente. De modo que era necesario hacer un repaso cabal de todas las doctrinas básicas que enseñan las Escrituras. Su conocimiento aumentó, su aprecio se hizo más profundo, y comenzaron a usar expresiones teocráticas.”
VENEZUELA
El apóstol Pablo siempre estaba ansioso de dar buen consejo a los ministros de las buenas nuevas. Él dijo: “Por lo cual, amados hermanos míos, estén firmes, inmóviles, siempre con mucho que hacer en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo no es en vano en relación al Señor.” (1 Cor. 15:58, NM) Este consejo aplica a todo el pueblo de Jehová en todas partes y los que están en Venezuela ciertamente están haciendo caso de estas buenas palabras. La sociedad del nuevo mundo en Venezuela ha tenido mucho que hacer en este vasto país, pero de ninguna manera lo han trabajado todo. Todavía hay muchos pueblos y villas que tienen entre cinco y diez mil habitantes donde nunca han trabajado los testigos predicadores de Jehová y llevado las buenas nuevas del Reino. Sin embargo, año tras año los testigos aumentan en cuanto al número de publicadores que proclaman las buenas nuevas, y no pasará mucho tiempo antes que muchos de éstos emprendan el trabajo de precursores especiales y salgan a lugares aislados. El siervo de sucursal nos relata algunas experiencias muy interesantes y citamos algunas de ellas a continuación:
“Un publicador ocupado de Barquisimeto escribe esta experiencia: ‘Un día mientras estaba trabajando con las revistas en la calle, una señora, al lado de cuyo establecimiento de negocios yo estaba parado, se me acercó con una hoja de papel en que estaban escritos el nombre y la dirección de una persona que quería que uno de los testigos de Jehová la visitara. Cuando un compañero misionero fué a hacer la visita el joven no estaba en casa, de modo que el misionero dejó la invitación para que viniera al Salón del Reino, el cual es también la dirección del hogar misional. Después de unos cuantos días el joven vino a la casa misional e hizo arreglos para que se le visitara a una hora definitiva. El otro misionero y yo fuimos al tiempo convenido y comenzamos allí mismo un estudio con el libro “Sea Dios Veraz”. El joven tenía tanto interés que también se comenzó un estudio de La Atalaya con él, ya que él trabaja en un teatro y no puede asistir a las reuniones. Una semana no pude ir a dar el estudio, y el día siguiente él vino a la casa misional para averiguar lo que había pasado. Desde el mismo principio él ha estado hablando a todos sus amigos y a su familia, y hoy, después de sólo siete estudios en el libro “Sea Dios Veraz” y tres en La Atalaya, se unió a nuestro grupo del domingo por la mañana y salió con nosotros de casa en casa.’ Ciertamente en este tiempo de la cosecha Jehová está dando el aumento, pero nosotros también tenemos que poner de nuestra parte, sabiendo que tenemos mucho que hacer en la obra del Señor.
“En realidad, los venezolanos están prontos a participar en el servicio y hacen rápidamente una decisión respecto a la verdad. Recientemente, en una asamblea de circuito, una señora, supuestamente una hermana, estaba sola de pie llorando. La esposa del siervo de distrito se acercó para preguntar qué pasaba y le ofreció ayuda. La mujer explicó que ella había querido bautizarse, pero que le habían dicho que esperara hasta la próxima vez. La testigo, pensando que esto era raro, le preguntó a la mujer cuánto tiempo había estado estudiando la Biblia y la mujer dijo que sólo un par de semanas con el folleto ‘Estas buenas nuevas del reino’. La esposa del siervo de distrito trató de consolarla haciéndole saber que para la próxima vez ella habría progresado más hacia la madurez, habiendo tenido experiencia en el servicio para ese tiempo, y que realmente entendería mejor el paso que estaría tomando.
“En la congregación adonde esta mujer asiste hay cuatro lugares de reunión para salir a trabajar en grupo cada semana. La mañana del martes siguiente allí estaba ella, lista para salir al servicio. En dos semanas ella tenía bolsa propia y literatura y ahora, cinco meses más tarde, todavía concurre a todos los lugares de reunión, siendo una de las mejores publicadoras de esta área. Felizmente está esperando la próxima asamblea de circuito para bautizarse.”