Preguntas de los lectores
• Con las crecientemente destructivas armas de guerra y con la decreciente moralidad y el amor a los principios, ¿qué esperanza hay para el hombre y la tierra? ¿Se acabará con la iniquidad algún día?
A pesar de la carrera para hacer las armas más mortíferas de la historia humana, hay esperanza para los hombres que aman la justicia, esperanza de vivir para siempre en esta tierra bajo condiciones pacíficas. Las armas y la iniquidad del hombre no hacen imposible tal nuevo mundo. Es, por supuesto, como Jesús declaró: “Con los hombres esto es imposible, pero con Dios todo es posible.” Y Dios lo ha prometido: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos de acuerdo con su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar.”—Mat. 19:26; 2 Ped. 3:13.
Un justo nuevo mundo significa paz para la tierra, y ya se ha formado una pacífica sociedad del nuevo mundo. Y los que la componen ya viven en armonía con la profecía bíblica: “Forjarán sus espadas en rejas de arado.”—Isa. 2:4, Mod.
La sociedad del nuevo mundo no teme que la tierra sea destruída por la insensatez del hombre. Tenemos la seguridad de Dios: “Él ha fundado la tierra sobre sus lugares establecidos; no se le hará bambolear hasta tiempo indefinido, ni para siempre.” Tampoco podrán hacer inhabitable la tierra las armas nucleares; porque Dios “formó la tierra y la hizo, el cual la estableció; (no en vano la creó, sino que para ser habitada la formó).”—Sal. 104:5; Isa. 45:18, Mod.
La Palabra de Dios reconoce, sin embargo, que el hombre va en camino de arruinar la tierra. De modo que el Altísimo Dios ha prometido actuar “para traer a la ruina a los que están arruinando la tierra.” Él hará esto pronto en la guerra universal del Armagedón, llamada “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Esta guerra justa resolverá el gran punto en disputa, el de la soberanía universal de Jehová. Satanás, que sabe que el tiempo que le queda es corto, no se escapará. Él, junto con sus demonios, será atado y dejado aislado en un abismo prisión. Así el Armagedón efectuará lo que ninguna guerra humana ha logrado alguna vez—llegar a la causa básica de la iniquidad. También serán ejecutados todos los obradores de iniquidad humanos, dado que las fuerzas de Jehová en el Armagedón vienen “para ejecutar juicio contra todos y para condenar a todos los impíos concerniente a todas sus obras impías.”—Apo. 11:18; 16:14; 20:1-3; Jud. 15.
Antes de que el Armagedón abra paso para el nuevo mundo de Dios, tiene que darse una amonestación. La pacífica sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová está dando esa amonestación, para que todos los que aman la moralidad huyan del mundo de Satanás que está condenado a destrucción, y hallen protección confiando en Jehová. “Espera en Jehová y guarda su camino, y él te ensalzará para que tomes posesión de la tierra. Cuando los inicuos sean arrasados tú [lo] verás. Pero los mansos mismos poseerán la tierra y ellos de veras hallarán su deleite exquisito en la abundancia de la paz.”—Sal. 37:34, 11.