La actividad ministerial de los testigos de Jehová

Informe tomado del “Yearbook” para 1958 (en inglés)

GUATEMALA

Durante el año de servicio pasado ha habido un excelente aumento en la obra en Guatemala y se ha asignado un número considerable de precursores especiales a la obra. Estos han sido enviados a diferentes sectores del país, para predicar allí las buenas nuevas. Los testigos de Jehová siempre tienen confianza en su Padre y se sienten como el salmista, que dijo: “Salvaguárdenme la integridad y la rectitud mismas, porque he esperado en ti.” (Sal. 25:21) Personas que tienen verdadera confianza en Jehová no temen el salir a nuevos territorios y abrir nuevos campos y comenzar a dar el testimonio sistemáticamente entre la gente. A continuación se presentan algunas experiencias interesantes que el siervo de sucursal de Guatemala incluyó en su informe, las cuales muestran los placeres de que gozan allá.

“En una nueva asignación los precursores especiales empezaron un estudio con una maestra de la iglesia pentecostés local. Tanto le agradó que le contestaran sus preguntas por medio de la Biblia que comenzó a enseñar la verdad a otros. Recientemente le dijo a un precursor: ‘¿Sabe que les mostré a los miembros de la escuela de la iglesia todos esos textos bíblicos que prueban que el infierno significa el sepulcro?’

“Muchas organizaciones religiosas han impreso folletos y tratados que atacan a los testigos de Jehová, pero una profecía predijo que ninguna arma forjada en contra del pueblo de Jehová prosperaría, y eso aplica aun a estos ataques. Un hombre de edad avanzada estaba enfermo y su hija en Costa Rica le mandó algunos libros por correo para que los leyera y entre ellos estaba un libro que atacaba las creencias de los testigos de Jehová. El señor leyó el libro y tanto le perturbaron las calumnias crasas que se hacían en éste que no pudo dormir. Por eso, aunque nunca había oído acerca de los testigos de Jehová, él se decidió a tratar de encontrarlos y enterarse de lo que creían ellos. Pronto conoció a un testigo que con gusto comenzó un estudio bíblico con él, y ahora sale en el servicio y asiste con regularidad a las reuniones. Todo esto se debió a un folleto cuyo intento era hacer que la gente se alejara de los testigos de Jehová.

“Un siervo de circuito relata que mientras rendía servicio a la congregación de San Antonio se le informó que en una aldea cercana había unas personas de buena voluntad y que algunas de ellas querían bautizarse. Al llegar a la aldea pronunció un discurso acerca del bautismo y cincuenta y dos personas asistieron, y siete se bautizaron en el río Ixtacapa. Uno que se bautizó había sido ministro presbiteriano y había rechazado el mensaje del Reino predicado por los testigos de Jehová, se había opuesto a la obra y hasta había predicado sermones airados desde el púlpito en contra de los testigos de Jehová. Pero al fin concordó en estudiar con un hermano y se suscribió a La Atalaya y gradualmente, a través de un período de tiempo, obtuvo entendimiento de la verdad. Cuando estaba de pie a las orillas del río este hombre que anteriormente se había opuesto a la verdad dijo: ‘Doy gracias a Dios de que he venido a conocer la verdad. ¡Qué diferente es el bautismo ahora a lo que fué mi bautismo anterior, porque ahora estoy bautizándome con entendimiento!’

“Un mes más tarde en esta misma aldea se realizó una muy entusiasta exhibición de la película de la Sociedad. Las autoridades locales dieron permiso para usar la escuela local, pero la escuela estaba dividida en muchas pequeñas salas de clase por tabiques de madera. Estos fueron quitados, de modo que la escuela quedó convertida en una sola pieza grande; más tarde, después de la exhibición, se volvieron a colocar en su sitio. A pesar del aguacero tropical que empezó antes de la película y continuó sin cesar hasta que ésta terminó, más de 300 personas asistieron y prestaron intensa atención a la exhibición.”