La actividad ministerial de los testigos de Jehová
Informe tomado del “Yearbook” para 1959 (en inglés)
PUERTO RICO
Lograron excelente progreso los ministros de las buenas nuevas en Puerto Rico durante el año de 1958. Se destaca el hecho de que 400 de nuestros hermanos y personas de buena voluntad de Puerto Rico pudieron asistir a la Asamblea internacional “Voluntad divina” que se celebró en la ciudad de Nueva York. Regresaron llenos de gozo porque tuvieron la oportunidad de conocer a tantos colaboradores procedentes de diferentes partes de la tierra, y verdaderamente pudieron decir: “Todos los cabos de la tierra se acordarán y se volverán a Jehová. Y todas las familias de las naciones se inclinarán ante ti. Porque la soberanía real es de Jehová.” (Sal. 22:27, 28) Nuestros hermanos de Puerto Rico y de las islas que están bajo la jurisdicción de esta Sucursal saben que todavía hay muchas personas que vendrán a inclinarse, reconociendo la soberanía de Jehová, y diligentemente salen en busca de ellas para darles instrucción y mostrarles el camino que lleva a la vida eterna. A continuación se presentan algunas experiencias interesantes que se tuvieron en ese territorio.
“Una misionera, al llevar a cabo su servicio regular, llegó a la casa de una persona que ya estaba suscrita a La Atalaya. La misionera presentó su sermón y la señora escuchó atentamente y quiso buscar todos los textos en su propia Biblia. Entonces sacó sus revistas, todas conservadas cuidadosamente en sus envolturas, pues nunca las había leído. La misionera demostró cuán maravillosa ayuda le proporcionan a uno en el estudio de la Biblia, y se hizo más intenso el interés de la señora. En unas cuantas semanas ya estaba visitando el Salón del Reino y saliendo al servicio. Sucedió que la misionera no pudo cumplir con los arreglos que había hecho para llevar a la señora con ella y volver a visitar a las primeras personas con quienes habían colocado literatura. Esta persona de buena voluntad esperó a la misionera un rato y entonces salió sola, llevando consigo su ejemplar personal de ‘Sea Dios veraz,’ y consiguió el pedido de un libro en el breve período que estuvo en la obra. Tanto apreció las cosas que aprendió de La Atalaya que quería visitar a todos los que estaban suscritos para que no dejaran sus revistas en las envolturas como ella lo había hecho, por no darse cuenta de la valiosa información que contienen. El punto es hacer revisitas a todos los suscritores, porque entre ellos están algunos semejantes a ovejas como la señora de esta experiencia.
“El precursorado de vacaciones agregó su porción al gran testimonio que se dió durante el año. Más y más hermanos, jóvenes y ancianos, así como también los que tienen impedimentos físicos, se están valiendo de esta maravillosa provisión de Jehová para enviar su Palabra. Hubo un mes en que quince hermanos participaron en el servicio del campo como precursores de vacaciones, y durante el año cuarenta y una personas diferentes dedicaron de dos semanas a seis meses en este ramo del servicio. Uno de éstos fué un muchacho de siete años de edad que asombra mucho a la gente con su conocimiento bíblico y la destreza con que maneja la Biblia. Otro fué un hermano ciego que trabajó de precursor de vacaciones por dos meses. Se fué a su pueblo natal en el interior para publicar las buenas nuevas. Su hijito lo condujo a las casas y él se encargó de predicar. Ha aprendido los sermones y hace que la gente busque los textos en la Biblia. Colocó 459 revistas durante esos dos meses. Conduce seis estudios bíblicos con regularidad. Varios publicadores que fueron precursores de vacaciones ahora son precursores generales. Así que el precursorado de vacaciones puede ser el primer paso hacia una meta: precursor general, precursor especial, Galaad y una asignación de misionero.
“La siguiente experiencia tuvo su principio al lado de la cama de una señora que estaba enferma y tenía tres visitantes presentes. ‘Pronuncié mi sermón y coloqué una revista con la señora enferma. El día siguiente al ir de casa en casa llegué al hogar de una de las señoras que estaban visitando a la enferma. Tuvo mucho gusto al verme y dijo que le había orado a Dios pidiendo que me enviara a ella, puesto que deseaba entender la Biblia. De muy buena gana le presenté el sermón de revisita, y empezamos a estudiar el folleto “Estas buenas nuevas del reino.” Como no iba a poder quedarme allí para seguir atendiendo el estudio se lo encargué a una precursora especial. Después de cuatro meses en una asamblea de circuito me encontré con esta misma señora y su hijo. Ellos se sintieron llenos de gozo y ya pueden imaginarse cómo yo me sentí. Se bautizaron en esta misma asamblea. Dió principio a esto un sermón bíblico.’ Esto ilustra el hecho de que los buenos sermones surten efecto y que el pronunciarlos es simplemente otra manera que Jehová está usando para hallar a los que llegarán a ser hijos de él y que disfrutarán de una abundancia de paz.”
URUGUAY
Los testigos de Jehová han estado dando buenos pasos adelante en la predicación de las buenas nuevas en el Uruguay. Se debe a que se mantienen despiertos, están firmes en la fe, se portan como hombres y se hacen fuertes. (1 Cor. 16:13) Quieren tener puestas sus prendas de vestir ministeriales cuando Cristo Jesús haga su inspección al tiempo de estallar el Armagedón, y la única manera de estar seguros de eso es manteniéndose constantemente ocupados en el desempeño de sus deberes asignados. Durante 1958 hubo 1,124 publicadores del Reino activos en el Uruguay, y da gozo ver la constancia del recogimiento. El mantenerse despiertos significa progreso. El siervo de la Sucursal hizo un informe muy interesante sobre el Uruguay y también sobre las Islas Malvinas, el cual se presenta a continuación.
“¿Qué haría usted con una persona que le gritara amargamente: ‘No hay Dios, y si acaso lo hubiera entonces él sería la causa de toda esta angustia,’ y entonces no le diera la oportunidad de explicarle la verdad? La mujer airada que gritó estos insultos a una precursora manifestó cierto tono de sinceridad en sus convicciones erróneas y esto perturbó mucho a la hermana. Cuando dejó de trabajar ese mismo día llegó de adrede al hogar de esta señora para decirle que ella entendía cómo se sentía y que le afligía mucho pensar que ella culpaba a Dios por toda la angustia, porque Dios es amor y es bondadoso, no cruel. Ahora pudo explicar por qué Dios permite que siga la maldad. La señora expresó pesar por la manera en que se había portado y quedó muy impresionada por los textos del sermón. Nunca había tenido ni leído una Biblia, así que le pidió a la precursora que le trajera una. Se la trajo y empezó un estudio con ella. Dentro de unas cuantas semanas asistió a la asamblea de circuito y tanto la impresionó que empezó a asistir a las reuniones regulares de todas las semanas junto con una vecina que por casualidad había oído la conversación anterior. Un mes después, durante la visita del siervo de circuito, empezó a salir al servicio. Después de oír el consejo que se dió tras un estudio de libro acerca de traer a otros a las reuniones también, ella trajo consigo a otros cuatro a la próxima reunión. De modo que, si descubrimos alguna nota de sinceridad en las convicciones que expresan los contrarios, aun éstos merecen alguna atención especial cuando cambie su disposición de ánimo.
“Como capitán de su grupo, ¿se encarga usted de ver que se vuelva a visitar a todos los suscritores de su territorio y que se haga un esfuerzo por empezar estudios con ellos? Un misionero llegó a su asignación nueva y halló que algunos suscritores de La Atalaya no tenían estudios y que nadie había vuelto a visitarlos salvo para renovar la suscripción. Hizo una visita amigable a varios de éstos y obtuvo buenos resultados. Un suscritor hasta lo refirió a otra persona interesada, de la cual el misionero escribe: ‘Hablé con ella acerca de nuestra obra y me enteré de que nunca había tenido un estudio personal. Empezamos uno inmediatamente y dentro de un mes, cuando la invité a acompañarme en el servicio, aceptó la invitación al instante. El mes siguiente, en la campaña especial de revistas, ella informó catorce horas en el servicio y la colocación de catorce revistas, y desde entonces ha sido una publicadora regular.’
“Los inválidos necesitan la verdad, también, así que siempre debemos prestar ayuda compasiva a estos menos afortunados. Una hermana llegó a conocer a un matrimonio interesado, por medio de un suscritor. El esposo, paralizado por cuatro años, aprendió las doctrinas rápidamente a pesar de la oposición severa que dirigieron contra él sus parientes católicos, uno de los cuales es un sacerdote. Su cuerpo rígido y labios silenciosos sólo le permitían contestar las preguntas del estudio con una inclinación de la cabeza, y el profundo aprecio que sentía por las explicaciones de nuevas verdades se veía reflejado en la feliz expresión de su semblante. Puesto que la hermana deseaba que otros fueran ayudados por su entusiasmo y participaran de él, invitó a que la acompañara una joven de la vecindad con quien estudiaba pero que no progresaba. Escribe: ‘De modo que invité a esta muchacha para que me acompañara. Causaron tan profunda impresión en ella la sinceridad y el vivo interés de este matrimonio nuevo que ella me preguntó si podía acompañarme de casa en casa. Desde entonces ha asistido con regularidad a las reuniones y ha sido una compañera constante en el servicio.’ Aun el testimonio silencioso de este paralítico entusiástico y su esposa desempeña un papel importante en el adelanto de la voluntad divina.
ISLAS MALVINAS
“Ahora se celebran las reuniones con más regularidad y se está logrando algún progreso. Sin embargo, la gente le tiene miedo a los ‘mirlos’ religiosos que de continuo averiguan en el campo para devorar cualquier semilla de interés que se haya sembrado en el corazón y mente de personas sinceras que buscan la verdad.
“¡Cuán felices nos sentimos al tener con nosotros en la Asamblea internacional ‘Voluntad divina’ tres delegados de las Islas Malvinas! La asamblea hizo una obra maravillosa en ellos, ayudándolos a comprender y apreciar la organización de Jehová. ‘¿No hay alguien que pueda venir y ayudarnos?’ rogó una de estas personas de buena voluntad que contó brevemente en el programa de la asamblea de Nueva York algo acerca de la obra en las islas.
“Durante el año pasado un misionero volvió a pasar algún tiempo con estas personas recién interesadas. Estas visitas que se hacen periódicamente cada año son como chubascos refrescantes que caen sobre una tierra seca. Normalmente, parece que casi no hay interés. Durante la visita del misionero parece que las aguas de verdad nutren el interés latente y lo hacen brotar. Pero, si no se efectúa una riega de continuo, es muy difícil que en este terreno rocoso de temor religioso siga el crecimiento hasta que se logre la madurez.”