Usando prudencia teocrática
● Un domingo por la mañana el otoño pasado un ministro de los testigos de Jehová iba predicando las buenas nuevas del reino de Dios de casa en casa en Brooklyn, Nueva York. En una puerta la señora de la casa dijo: “Soy católica,” como si esa objeción fuera suficiente razón para que él pasara a otra casa. Pero, al contrario, él le explicó bondadosamente que estaba visitando a la gente de todas las iglesias con el propósito de edificar la fe. “Hace falta más fe en Dios y en su Palabra,” siguió diciendo él, “como se ve del constante aumento en los crímenes y delincuencia juvenil en los países que afirman ser cristianos. Habría menos crímenes si hubiera más fe verdadera en Dios. Hay que tener un mejor conocimiento de la Biblia para tener más fe, y por eso es que visito a la gente.” Al continuar él con su sermón ella se olvidó por completo de su objeción inicial, y cuando terminó ella consiguió la ayuda para el estudio de la Biblia “Your Will Be Done on Earth” y gustosamente hizo arreglos para que el ministro volviera a visitarla.
● Con razón Pablo dijo: “El esclavo del Señor. . . [debe] ser prudente para con todos, capacitado para enseñar.”—2 Tim. 2:24.