La actividad ministerial de los testigos de Jehová
Informe tomado del Yearbook para 1960 (en inglés)
ECUADOR
Número máximo Población: 3,890,000
de publicadores: 542 Proporción: 1 a 7,177
Se ha efectuado buen trabajo en Ecuador durante el año de servicio de 1959, particularmente en conexión con los hermanos que han viajado a ese país para trabajar donde hay gran necesidad de ello. Estos recién llegados, junto con los que han emprendido la predicación de las buenas nuevas en Ecuador, declaran, igual que el salmista: “Oh gustad y ved que Jehová es bueno.” Todavía hay muchos lugares en Ecuador donde precursores especiales y publicadores de congregación podrían ir y trabajar. Hay muchas ciudades con poblaciones de 2,000 a 12,000 donde muy poco trabajo se hace. Pero ciertamente debe haber otras ovejas en estos lugares; sólo se necesitaría que alguien pudiera ir y encontrarlas. ¡Cuán cierto es esto en todas partes del mundo! Ecuador ha tenido gozo ocasionado por el hecho de que muchos han venido para trabajar allí donde la necesidad es grande, y el informe del siervo de sucursal nos revela esto. Aquí están algunas de las experiencias que él incluyó en su informe:
“En el mes de noviembre recibimos en la oficina sucursal una carta procedente de un pueblo pequeño al sur del país. Doce personas de buena voluntad firmaron esta carta en la que declaraban que necesitaban ayuda para estudiar la revista La Atalaya y los libros que habían obtenido de dos misioneros visitantes. Aun ofrecieron proveer un cuarto gratis para alguna persona que pudiera ayudarlas a crecer en conocimiento. Poco tiempo después se asignó un grupo de precursores especiales a este pueblo y se comenzaron estudios de grupo. En el transcurso de unos cuantos días uno de los precursores estaba en la calle cuando se le acercó una persona que había recibido un ejemplar de la Resolución (pero que no había firmado la carta) y le dijo que deseaba tener una Biblia. Al entregar la Biblia se le preguntó al precursor dónde celebrábamos nuestros estudios. La persona pensó que el lugar estaba algo retirado y ofreció su casa para las reuniones. Sin embargo, dado que ésta sólo era la segunda vez que había hablado con esta persona, el precursor pensó que sería mejor continuar las reuniones en su propia casa por un tiempo, y simplemente hizo arreglos para empezar un estudio bíblico de casa con la persona de buena voluntad. A la semana siguiente esta persona volvió a traer a colación el asunto, pero el precursor mencionó que no habría suficientes sillas para los que concurrirían. Cuando regresó para el siguiente estudio, la persona ya había comprado más sillas e insistió una vez más. Esta vez el precursor mencionó que habría mucho ruido de la calle y por esta razón quizás el estudio no fuese conveniente allí, pero para la semana siguiente halló preparado un cuarto grande interior lejos de la calle ruidosa. Mostrándose todavía vacilante, el precursor le dijo que acostumbramos poner un letrero en el lugar de nuestras reuniones anunciando que somos testigos de Jehová e invitando al público a concurrir. Una semana después el dueño de la casa había mandado a pintar el letrero y lo tenía listo para colgarlo en su casa, que está en frente de la iglesia católica, y aun había hecho una caja de contribuciones. Para este tiempo diecinueve miembros de su familia y amigos estaban participando en el estudio bíblico y esto era más que la concurrencia regular a las reuniones; de modo que el Salón del Reino finalmente fue trasladado a la casa de esta persona y la congregación continúa progresando allí. Estos hermanos nuevos en breve concurrirán a su primera asamblea, y varios de ellos esperan bautizarse en esa ocasión.
“Quizás el rasgo más sobresaliente de la actividad de este año ha sido la afluencia de tantos hermanos deseosos de servir donde hay mayor necesidad de ello. Al tiempo de escribir este informe 104 hermanos han venido a este país, ochenta y uno de ellos durante el pasado año de servicio. Esta respuesta maravillosa a la llamada macedonia ha tenido maravilloso efecto en la obra en este país. La mismísima presencia de estos hermanos ha sido una fuente de estímulo para todos nosotros. Tal movimiento en masa de trabajadores voluntarios sólo podría efectuarse con el espíritu de Jehová. El mudarse a una tierra extranjera no es cosa cualquiera desde ningún punto de vista y a menudo hay que hacer sacrificios y vencer muchas dificultades. Una familia que estaba trabajando en una región aislada tuvo problemas serios debido a una dificultad en el recibo de dinero desde los Estados Unidos, pero en medio de sus dificultades escribió para decir: ‘No podemos agradecer bastante a Jehová por un lugar tan maravilloso en donde predicar. Realmente, con nuestras dificultades no hemos podido hacer más que probar la dulzura del trabajo aquí. Pero aun esto es muy animador. He empezado unos seis estudios y mi esposa ha empezado uno.’ Esto sólo fue unas tres semanas después de llegar a este territorio. Desde entonces se organizó una congregación y la concurrencia a las reuniones aumentó tan aprisa que tuvieron que alquilar una casa más grande para tener cabida para las personas de buena voluntad. Al mudarse a esta nueva localidad el hermano escribió para decir: ‘Nuestro nuevo Salón del Reino ha impresionado a toda la ciudad. Si alguien más viene a vivir con nosotros, seguramente hará estallar a Esmeraldas.’ Cuán sorprendidos estuvieron más o menos una semana después de eso al recibir una visita de unos dieciocho hermanos que habían viajado diecisiete horas en camión de carga para llegar a su ciudad; cuando se celebró la reunión pública ese fin de semana el nuevo Salón del Reino resultó ser todavía demasiado pequeño para los cincuenta y un concurrentes.
“Otras dos familias norteamericanas se mudaron a un pueblo pequeño en medio de plantíos extensos de arroz, azúcar y plátanos. La congregación pequeña comenzó a crecer inmediatamente y esto inquietó al sacerdote local. Se comenzó una campaña de difamación contra los hermanos extranjeros y en todo el pueblo la Iglesia católica distribuyó folletos en que se hicieron acusaciones falsas y absurdas contra los hermanos. Hubo amenazas de deportarlos, de violencia, y aun se hicieron intentos de despedirlos de su lugar de empleo seglar. Prescindiendo de cuán penosa haya sido esta experiencia para los hermanos, resultó contraproducente para los instigadores. Cuando estos hermanos llegaron a este país la congregación pequeña en esa ciudad sólo tenía siete publicadores, pero para el tiempo que el sacerdote se cansó de oponerse había veinticinco publicadores y siete precursores. ¡Ahora esa congregación pequeña está enviando precursores para servir donde la necesidad es aun mayor!”
EL SALVADOR
Número máximo Población: 2,350,000
de publicadores: 579 Proporción: 1 a 4,058
Los delegados que regresaron a El Salvador de la maravillosa asamblea internacional que se celebró en Nueva York durante el verano de 1958 estuvieron excitados y listos para un nuevo año de servicio. El hacer la voluntad divina era su privilegio. Por eso al regresar pudo haberse dicho acerca de ellos, como se registra en Isaías 55:1: “¡Oigan, todos los sedientos! Vengan al agua. ¡Y los que no tienen dinero! Vengan, compren y coman.” Sí, los testigos de Jehová estuvieron invitando a todos los sedientos y hambrientos a participar del verdadero alimento y de la verdadera bebida de la mesa de Jehová, y con buen éxito, también, porque hallamos un aumento excelente en el trabajo que se logró en El Salvador. Del informe del siervo de sucursal publicamos a continuación unas cuantas experiencias.
“Este es el caso conmovedor de un hombre moribundo que había estudiado durante cinco años con los testigos de Jehová y ahora, herido de muerte por una enfermedad sofocante, pidió a la madre de sus hijos que aprendiera a leer a fin de instruirlos mejor en las verdades bíblicas. Le dijo que renovara su suscripción a La Atalaya, que pronto se vencía, y sus instrucciones cubrieron tan completamente todo detalle del bienestar espiritual de su familia que hasta incluyó detalles de cómo quería que fuera conducido su funeral para evitar cualquier posibilidad de que costumbres religiosas paganas se introdujeran en la vida de su familia sobreviviente. Al hermano que les había servido como ministro cristiano durante los cinco años de sus estudios bíblicos se le pidió que continuara sus visitas.
“El resultado es que después de la muerte del hombre, a pesar de la presión acarreada sobre la familia por la hermana del hombre, que es monja, los hijos permanecieron leales a su madre y a la verdad, y han podido resolver su situación económica increíblemente paupérrima. Han concurrido regularmente a las reuniones de congregación, y los niñitos hasta han aprendido a pronunciar sus propios sermones de puerta en puerta. El muchacho mayor es un participante regular en la escuela de ministerio teocrático.
“La obra de testificar es tan excitante en todos sus rasgos que no es extraño el que muchos acontecimientos sorprendentes y conmovedores vengan de continuo a la atención de la oficina sucursal. Considere cómo cierto hermano anciano pudo iniciar una reacción en cadena de interés por medio de sencillamente ejercer su oficio de peluquero entre los muchos empleados de una enorme hacienda. En casi todo caso la región rural de El Salvador se divide en muchas de estas haciendas, y son tan grandes que un peluquero puede vivir en una de ellas y fácilmente ganar lo bastante para vivir. Este hermano rehusó ceder a la tradicional chismografía de los peluqueros, y más bien hablaba la verdad a sus clientes, y uno de ellos quedó impresionado profundamente con la belleza sencilla y singular de la verdad, y por eso después que nuestro hermano peluquero se mudó, este hombre de su propia iniciativa se puso en comunicación con la oficina sucursal en varias ocasiones distintas con el fin de mantener vivo su conocimiento de la Biblia. Pero no retuvo para sí mismo lo que aprendió; más bien, comenzó a predicar por su propia cuenta aunque no era ministro dedicado. Después de varios meses invitó a la oficina sucursal a que le enviara un orador para que pronunciara un discurso bíblico a los otros colonos que vivían allí. A la sucursal le dio mucho gusto esto y rápidamente accedió a esta solicitud. Durante la tarde de la visita el siervo de sucursal y su compañero consideraron la verdad con el hombre mismo. Más tarde visitaron a todas las muchas personas con quienes él había hablado la verdad y pudieron juntar casi a cien oyentes para su discurso de la noche. Cuando el Señor usa espíritu santo para hacer salir a sus ovejas, esas ovejas de seguro responden, aun si tienen que mostrar iniciativa notable como tuvo que hacerlo este hombre de buena voluntad.”