La actividad ministerial de los testigos de Jehová

Informe tomado del Yearbook para 1962 (en inglés)

NICARAGUA

Número máximo de Población: 1,539,218

publicadores: 470 Proporción: 1 a 3,275

Los testigos de Jehová en Nicaragua mantuvieron su unidad durante el año pasado, y Jehová ha bendecido sus esfuerzos en gran manera. Fue estimulador ver a muchos de los publicadores más viejos hacer un verdadero progreso hacia la madurez, y ellos, a su vez, están ayudando a los nuevos. Se ha hecho todo esfuerzo para entrenar a los dedicados al servicio de Jehová a ser ministros que vayan de casa en casa con regularidad, dando sermones y usando las revistas. Todo esto tuvo un efecto muy notable en la obra llevada a cabo en Nicaragua. Es un gozo usar la Biblia y aprender cómo hablar “las declaraciones formales sagradas de Dios” y llevar consuelo a los que están buscando la verdad y la justicia.—1 Ped. 4:11.

“Los hermanos que fueron afectados por las fuertes lluvias e inundaciones el año pasado verdaderamente apreciaron los esfuerzos de la Sociedad y las contribuciones de ropa usada que enviaron los hermanos de los Estados Unidos. Cinco cajones grandes de madera llenos de ropa se enviaron, y ésta se distribuyó desde once Salones del Reino distintos y hogares de hermanos a más de 535 publicadores y personas de buena voluntad.

“Una dueña de casa, que fue visitada por un Testigo la noche del martes antes del estudio de libro de congregación, pudo tomar solamente una revista. El sábado el publicador volvió a visitarla y colocó otra revista e invitó a la señora al discurso público para la tarde del domingo. Concurrió. Como hacía poco tiempo el publicador había comenzado un estudio con los vecinos de ella en el libro De paraíso perdido a paraíso recobrado, la invitó a concurrir al estudio el miércoles siguiente. Después de eso concurrió todas las semanas y también asistió a todas las reuniones de la congregación. En el transcurso de unos tres meses comenzó a acompañar a otros en el ministerio de casa en casa y pronto aprendió a dar el sermón ella misma. Ahora hasta ayuda a los más nuevos a aprender y dar sermones.

“El hermoso libro De paraíso perdido a paraíso recobrado atrae la atención de muchos, haciéndoles investigar más la verdad. Un publicador había estado estudiando con un hombre por algún tiempo, pero su esposa no quería estudiar. Dijo que era católica, que no podía leer, y siempre encendía una vela ante una imagen que ella consideraba que una vez había hecho un milagro para ella. Sin embargo, cuando se le ofreció un libro Paraíso vio lo hermoso que era y tomó uno. Para el estudio bíblico de la siguiente semana ya había leído la mitad y le gustaba mucho. También le pidió al publicador que le obtuviese una Biblia con letra grande. Desde entonces comenzó a participar del estudio bíblico con su esposo. Unas semanas después cuando se estudió el tema ‘El uso de imágenes en la adoración’ decidió deshacerse de su imagen. Ahora ambos han comenzado a concurrir a las reuniones de congregación. Recientemente se han casado después de haber vivido juntos durante ocho años, y desean servir a Jehová.”

PANAMÁ

Número máximo de Población: 1,067,766

publicadores: 1,414 Proporción: 1 a 755

La predicación de las buenas nuevas del Reino se ha llevado a cabo con éxito en Panamá y la Zona del Canal, atendidos por la oficina de sucursal de Panamá. Los testigos de Jehová tienen allí las mismas experiencias que en otras partes del mundo, pero bajo condiciones distintas. Usando la Biblia en su ministerio, los siervos de Jehová saben que “la palabra de Dios es viva y ejerce poder.” (Heb. 4:12) Los individuos que presten atención a la verdad y que permitan que la Palabra de Dios los guíe ciertamente descubrirán que su Palabra les hará hacer grandes cambios en su vida, y que tales cambios son para su bien. También es la Palabra de Dios la que mantiene en actividad a los testigos de Jehová. Es su alimento espiritual, y un cristiano se esforzará por ayudar a otros a aprender estas buenas nuevas del Reino. El siervo de sucursal envía estos informes.

“Una misionera escribió desde un pueblo cercano a la frontera de Costa Rica acerca de una persona de buena voluntad a quien había encontrado mientras se ocupaba en la obra de casa en casa. Había venido al pueblo desde una aldea muy remota y al enterarse de que era Testigo le imploró que fuera a ayudar al pequeño grupo de su aldea que había oído de la verdad desde el otro lado de la frontera. Se notificó al siervo de circuito, quien después de mucha dificultad obtuvo transporte en una camioneta para una parte del viaje. Después de haber pasado dos fuertes aguaceros y empaparse totalmente, al fin llegó a un lugar a una caminata de una hora de distancia del lugar y pasó el resto de la noche con la policía fronteriza. El día siguiente, a su llegada, el pequeño grupo se regocijó al recibir su ayuda y consejo, y se hicieron arreglos para celebrar reuniones regulares y para el ministerio del campo. Al fin del primer mes después de su visita llegó un informe del grupo de cuatro publicadores, quienes, para fin del año, habían aumentado a siete, y el siervo de circuito está deseoso de regresar para suministrarles más ayuda.

“El folleto Bosquejos para sermones se recibió aquí agradecidamente y nos será especialmente útil en el ministerio debido al hecho de que en esta ‘encrucijada del mundo’ hay muchas religiones distintas y el publicador del Reino ha de estar listo para refutar muchas clases distintas de objeciones. Una publicadora se encontró con un hombre que había estado leyendo La Atalaya durante muchos años pero que declaró que ya no le interesaba puesto que ahora estudiaba la Ciencia Cristiana y no tenía tiempo para ambas. Ella escribe: ‘Comencé comparando algunas de sus doctrinas con la Biblia y su disposición cambió completamente, puesto que sabía bastante de la Biblia para saber que el Diablo y el mal existen. Aceptó alguna literatura y se emocionó tanto con el libro Paraíso que en la próxima visita quería dos para sus hijos. Le sugerí un estudio bíblico y aceptó de inmediato, disfrutando de él desde el mismo comienzo. Este hombre había sido un concurrente muy regular al cinematógrafo y estuvo muy renuente cuando le invité a ir al Salón del Reino hasta que le dije que era un domingo por la noche. Esto le cuadraba bien; pues como él lo expresó: “Exhiben la misma película el domingo y el lunes por la noche así que podré ir a su reunión el domingo y al cine el lunes.” Después de algunas semanas su ida al cine disminuyó más y más al comenzar a concurrir a las demás reuniones de la congregación. Solamente le ha tomado siete meses después de comenzar el estudio para rehacer su mente al modo de vivir del nuevo mundo, corregir sus asuntos matrimoniales y dejar de jugar, y tuve ahora el placer de verlo simbolizar su dedicación a Jehová bautizándose en nuestra asamblea de distrito.’”

PARAGUAY

Número máximo de Población: 1,650,000

publicadores: 411 Proporción: 1 a 4,015

Después de años de predicación en el Paraguay por los testigos de Jehová no se pregunta tan frecuentemente: “¿Quién es Jehová?” Los representantes de Dios sobre la Tierra están haciendo saber a la gente quién es el Creador del cielo y de la Tierra y qué trabajo está haciendo que se haga en este tiempo y las bendiciones que derramará sobre los que aman la justicia. Se ha hecho un buen progreso en este sentido durante el año; ha habido otro buen aumento en publicadores y en las horas empleadas en el campo sirviendo a la gente que ama la justicia. Hay algunas personas que están “conscientes de su necesidad espiritual” y ahora pueden llegar a ser felices buscando la verdad de Dios. (Mat. 5:3) Aquí hay algunas experiencias del siervo de sucursal sobre la obra en el Paraguay.

“Una señora de ascendencia alemana comenzó a sentir la necesidad de conocer la Biblia. Vino a la ciudad en busca de alguien que le enseñara la Biblia. Su hermana, preocupada por su inquietud, le dijo de una vecina que conocía la Biblia; era testigo de Jehová.

“Impresionada con lo que había oído, la señora comenzó a concurrir a las reuniones. No solo quería estudiar la Biblia sistemáticamente sino que estaba dispuesta a caminar un kilómetro y medio a la ciudad a la casa de la publicadora para hacerlo. Advirtiendo que en el Salón del Reino se llamaban unos a otros ‘hermano,’ quiso saber si podía llegar a formar parte de la familia. Se le explicó el servicio del campo, y dentro de los diez días de oír de los testigos de Jehová acompañó a un publicador en la obra de casa en casa. Había dejado su costumbre de fumar y comenzó a pensar en otros a quienes predicarles. ¡Recibió tan bien la instrucción bíblica que en los primeros tres meses de servicio en el campo colocó 180 revistas y 18 suscripciones en un total de 97 horas! En solo seis meses ha llegado a ser una publicadora regular de las buenas nuevas. A pesar de su pobreza material presupuestó los pocos fondos de que disponía: primero obtuvo una Biblia, luego vino la suscripción a La Atalaya. Después de eso vinieron los zapatos. El satisfacer la necesidad espiritual tenía que venir en primer término.”