La actividad ministerial de los testigos de Jehová
Informe tomado del Yearbook para 1962 (en inglés)
HONDURAS
Número máximo de Población: 1,949,858
publicadores: 617 Proporción: 1 a 3,160
Debido al buen trabajo de los precursores especiales en Honduras se organizaron dos congregaciones en territorio aislado durante el año pasado. Aun entrar en el servicio de precursor de vacaciones hace posible que los publicadores tengan muchas experiencias más. Un hermano tuvo que usar mucha prudencia. Siguió el consejo de un hombre sabio: “La respuesta, cuando es apacible, aleja la cólera.” (Pro. 15:1) Siempre es benéfico demostrar el debido espíritu cuando se va de casa en casa, como lo demuestra esta experiencia.
“Un hermano nuevo en un territorio aislado donde después de esto se ha comenzado una congregación, solicitó el precursorado de vacaciones. El primer domingo salió a trabajar a un pueblo pequeño. En la primera puerta el dueño de casa, evangelista, dijo: ‘Pase.’ Cuando el hermano comenzó a entrar vio que el hombre tenía un garrote grande en la mano y la mujer una olla de agua caliente. El hermano tenía un pie dentro, pero mantuvo el otro fuera listo para irse corriendo. El hombre protestó: ‘No queremos a los testigos de Jehová porque niegan a Cristo. No creen que Jesús es Jehová y que Jehová es Jesús.’ El hermano preguntó: ‘¿Cuál fue la primera creación de Jehová?’ Respondieron: ‘Cristo.’ Entonces hizo que leyeran Apocalipsis Rev. 3:14. Le invitaron a pasar, escucharon con interés todo el sermón y accedieron a que el hermano regresara. La bondad y el tacto juntamente con la franqueza ayudaron al hermano a ilustrar Proverbios 15:1. Quedó tan emocionado con sus experiencias que pidió que su asignación de precursor de vacaciones de un mes se extendiese otro mes.
“Aunque nuestro territorio urbano está siendo trabajado frecuentemente y bien, el 70 por ciento de la gente vive en las montañas, donde es difícil alcanzarla. Pero la verdad tiene medios para hallar a las ‘ovejas,’ y el espíritu de Jehová guía a los sedientos a las fuentes del agua de la vida. Una muchacha vivía con sus padres ancianos allá en las montañas lejos de la civilización. Finalmente la muchacha dejó su hogar montañés por primera vez en la vida y llegó a San Pedro Sula buscando trabajo. Sucedió que fue contratada como casera por personas interesadas en la verdad, y éstas la llevaron a las reuniones. Se impresionó tanto con los modales de los hermanos, su maravillosa amistad y ansiosa presteza por contestar con la Biblia todas las preguntas que ella tenía, que comenzó a estudiar regularmente y a concurrir a todas las reuniones. Finalmente se preocupó tanto por sus padres, que no tenían otra esperanza salvo la de morir pronto, que dejó su buen trabajo no obstante la promesa de un aumento de sueldo e hizo el viaje de varios días por ómnibus, camión y a lomo de burro de vuelta al hogar de sus padres. Los padres y muchos amigos se regocijaron con su primer sabor de la verdad. Ella visitó muchas pequeñas chozas de las montañas. Pero se dio cuenta de que no era suficientemente madura para dar a sus padres y a los demás toda la ayuda que necesitaban. De modo que los padres ancianos y la hija salieron en burro para buscar a los testigos de Jehová. Llegaron a un pueblo donde habían estado trabajando algunos precursores especiales, pero ya se habían trasladado a otro pueblo. De modo que, habiendo hallado refugio para los burros, tomaron un ómnibus hasta el próximo pueblo, donde encontraron a los precursores especiales y recibieron algunas nutritivas comidas espirituales en estudio bíblico. Más tarde los precursores especiales, después de vencer muchas dificultades, hicieron el largo viaje a las montañas para alimentar a esta familia con más alimento espiritual. Se congregaron veinticinco personas para las reuniones. La familia ahora representa a Jehová de la mejor manera posible en su territorio montañés, donde previamente nadie jamás había oído el mensaje del reino de Jehová.
“Las congregaciones se esfuerzan mucho por alcanzar los lugares aislados haciendo viajes regulares a los lugares alcanzables. En un lugar así cerca de Tela una hermana precursora y otra publicadora hacen visitas semanales para conducir varios estudios bíblicos. Debido al interés se preparó una serie de discursos públicos. Tres de las personas de buena voluntad quedaron tan encantadas que desearon comenzar a salir en el servicio. Dos de ellas satisfacían las condiciones, y una de ellas comenzó a hacer su propia presentación de revistas la primera vez que salió. La tercera le pidió al siervo de congregación que le hablase al hombre con quien cohabitaba. Al oír los requisitos bíblicos para las esposas, este hombre se regocijó y accedió al casamiento. Para sorpresa suya, los arreglos legales solamente costaron el equivalente de 2 dólares 50 centavos. Después de la ceremonia legal en la casa consistorial, el siervo de congregación dio para ellos un discurso sobre el matrimonio en el Salón del Reino. El hombre quedó tan impresionado con los arreglos bíblicos para el matrimonio que comenzó a estudiar. Su esposa feliz ahora podía simbolizar la dedicación que ya había hecho en el corazón y fue bautizada con otros tres.”
MÉXICO
Número máximo de Población: 34,625,903
publicadores: 25,171 Proporción: 1 a 1,376
Las bendiciones abundantes de Jehová han descansado sobre los publicadores de México porque ‘continuaron buscando primeramente el reino y su justicia.’ Hay muchas personas de buena voluntad esparcidas por este vasto país que, juntamente con los testigos de Jehová, están buscando primeramente el Reino y desean hacer la voluntad de Dios para poder ganar la vida eterna. El clero ciertamente no ha ayudado a esta gente, como lo muestran algunas de las experiencias enviadas por el siervo de sucursal.
“Se hizo un gran esfuerzo por llevar el mensaje a territorios aislados, de los cuales tenemos muchos en este país. El servicio de más precursores especiales ha hecho esto posible, y aunque se ha tropezado con muchos problemas, sin embargo estos luchadores valientes de vanguardia por las buenas nuevas han recibido muchas bendiciones. Una de dos hermanas precursoras especiales que trabajan en un pueblo aislado informa que celebraba un estudio con una familia de ocho, usando el libro Paraíso. Después de algunas semanas el sacerdote visitó a los de la familia y les dijo que ‘no crean en nosotros, porque no sabemos nada.’ Dijo: ‘Si nosotros que hemos estudiado tanto no entendemos la Biblia, ellos que no han estudiado saben menos todavía.’ Con la ayuda de esta joven hermana esta dueña de casa anotó varios textos, de modo que cuando regresó el sacerdote comenzó a mostrarle estos textos, a lo cual replicó el sacerdote: ‘Sí, señora, sé que no deberían adorarse imágenes, ¿pero qué puedo hacer yo? La gente está acostumbrada a hacerlo y no puedo decirle que no lo haga. Yo no predico de casa en casa como lo hacen las muchachas porque tengo mucho que hacer en la parroquia, pero si tuviera tiempo también lo haría.’ La dueña de casa declaró: ‘¿Entonces Jesús tenía tiempo de sobra y por eso predicaba?’ Guardó silencio. Intentó una vez más apartar a esta familia de ‘ovejas’ del ‘agua de la vida’ declarando en otra visita que el libro Paraíso contenía cosas buenas pero muchas estaban tergiversadas. La dueña de casa le dijo: ‘Soy oriunda de este pueblo y jamás antes se interesó usted en mi bienestar espiritual, y ahora que conozco la verdad, ¿por qué se preocupa?’ Posteriormente esta adoradora de Jehová estaba en la obra de casa en casa, y este sacerdote le preguntó: ‘¿Cómo le va con su propaganda?’ ‘Muy bien,’ fue la réplica entusiasta y firme de esta nueva publicadora.
“La Iglesia Católica no ha cambiado en su disposición de odio para con el conocimiento de la Biblia y de tratar por la fuerza de detener a cualquiera que la predica. En Ejutla, Oaxaca, una turba inspirada por el clero saqueó la casa del siervo de congregación, casa que también se usaba como Salón del Reino, tomó las Biblias y las quemó en la plaza pública. El diario local dijo que lo hicieron ‘como si estuviesen realizando un “acto de fe.”’ La familia de hermanos escapó con su vida, pero nuevamente la Iglesia Católica ha demostrado su espíritu de odio a la Biblia.
“Un siervo de circuito dice que en C— hombre rico, pariente de un testigo de Jehová pero opuesto a la obra, fue a Mazatlán para hacer arreglos con el arzobispo para que enviase un sacerdote y algunas monjas para ‘atender a las necesidades católicas’ de la gente en C—. Él pagaría todos los gastos. Vinieron y durante dos semanas un sacerdote y seis monjas trabajaron en denigrar a los testigos de Jehová. ¿Con qué efecto en la gente? ¡En su discurso del domingo el siervo de circuito tuvo una concurrencia de 113 en este pueblo en que solo había veinte testigos de Jehová! Entre éstos estuvo un médico que mostró mucho interés y muchas otras personas prominentes del pueblo. La esposa del hombre que se oponía también se interesó. La semana siguiente el ministro de circuito pronunció un discurso en un pueblo cercano y 215 personas concurrieron. Para entonces la esposa estaba estudiando. ¡En su próxima congregación cercana 300 concurrieron a su discurso! De modo que es evidente que la obra del sacerdote y las seis monjas solamente había reaccionado contra ellos, y gente católica honrada y sincera sabe que los testigos de Jehová tienen la verdad. El esposo anteriormente opuesto y su mujer están ahora asociándose ellos mismos con la organización.
“La verdad tiene poder para ayudar a la gente a ‘revestirse de la nueva personalidad.’ (Efe. 4:24) Ilustra este punto la experiencia de dos hombres de A— que buscaban una oportunidad para matarse el uno al otro. Un ministro precursor interesó a ambos en la verdad, sin conocer las circunstancias, y los invitó a los dos a una conferencia pública basada en la Biblia. Uno de ellos narra el suceso así: ‘Cuando fui al salón la gente fue muy bondadosa conmigo y me sentí muy feliz. En un bolso colgado del hombro tenía mi revólver .45 y mi revista La Atalaya. De repente me volví en el salón para ver al hombre que me había determinado a matar. Palidecimos. Nuestro odio mutuo era muy grande. Entonces comenzó el discurso. Los dos nos sentamos allí con las manos sobre nuestros revólveres, listos para usarlos inmediatamente. Al progresar el discurso mi mano gradualmente dejó el revólver, y cuando terminó el discurso no tenía ya miedo sino felicidad. Me volví para ver en las manos del otro hombre una revista La Atalaya y me di cuenta de que él también estaba contento. Se me acercó sonriendo, y decidimos ponerle fin a nuestro odio y unirnos para trabajar juntos de parte de Jehová y de Cristo Jesús.’ Hoy este hombre es un hermano y precursor especial. El amor mutuo de ellos se ha hecho más fuerte que su odio. La verdad tiene poder para cambiar y unir a la gente.
“En diciembre Jehová nos bendijo con un aumento de 11.3 por ciento en publicadores, alcanzando 23,013.”