La actividad ministerial de los testigos de Jehová
Informe tomado del Yearbook para 1962 (en inglés)
CHILE
Número máximo de Población: 7,721,000
publicadores: 2,553 Proporción: 1 a 3,024
El apóstol Pablo le escribió a la congregación de Filipos: “Que nosotros, pues, cuantos seamos maduros, seamos de esta actitud mental. . . De todos modos, hasta donde hemos progresado, sigamos caminando ordenadamente en esta misma rutina.” (Fili. 3:15, 16) Los testigos de Jehová en Chile ciertamente han hecho eso mismo durante el año pasado, y de este modo han mostrado que están en unidad en el aprisco con todos los adoradores unidos de Jehová por todo el mundo. Los ministros de Dios en Chile tuvieron un informe espléndido este año, y aquí brindamos algunas de sus experiencias.
“Los niños también están aprendiendo a ‘andar ordenadamente’ al lograr un conocimiento acertado de la verdad. Un hermano joven de doce años de edad estaba discutiendo la Biblia con sus compañeros de juego y fue invitado al hogar de uno de ellos para hablar con una señora católica que estaba de visita allí. El hermano, con la ayuda de su padre, preparó algunos textos que tratan de los acontecimientos del tiempo del nacimiento de Jesús y también acerca del nuevo mundo. Cuando hizo la visita llevó consigo el libro Paraíso y con su ayuda pudo responder a todas las preguntas de la señora. Ella tomó el libro y le pidió que regresara para ayudarla a estudiarlo. Tan impresionada quedó con su sinceridad y habilidad para contestar sus preguntas que rehusó la oferta de que los padres de él vinieran a estudiar con ella e insistió en que él viniera. Inútil es decir que él estuvo muy dispuesto a hacerlo, y ahora la está ayudando a andar por el camino a la vida.
“‘Que nosotros, pues, cuantos seamos maduros, seamos de esta actitud mental’ de Cristo, amonestó Pablo, y para seguir este consejo hoy día los padres deben estar preparados para enseñar a sus hijos los principios correctos y al mismo tiempo han de estar dispuestos a defender su curso de acción ante personas nacionalistas y con prejuicios. Un padre fue llamado ante el director de una escuela para explicar por qué sus hijos no participaban de las ceremonias patrióticas con los demás niños. Antes de oír la defensa del padre, el director dejó bien sentado que creía en estas ceremonias porque se basan en las leyes del país y que era el deber de cada ciudadano obedecerlas. El Testigo explicó el asunto, mostrando que la actitud de sus hijos se basaba en las leyes del Gobernante Soberano del universo y que realmente los testigos de Jehová se cuentan entre los mejores ciudadanos de cualquier país debido a que jamás traen oprobio a la bandera ni al país debido a mala conducta o habla. Más bien, respetan y viven de acuerdo con los buenos principios en que se funda la constitución del país. Al mismo tiempo pagan de vuelta a ‘César’ lo que le corresponde a ‘César’ y a Dios lo que le corresponde a Él. El director conocía a varios Testigos y sus hijos y estaba informado de su buena conducta, y debido a esto tuvo que concordar con lo que se decía. Dio la autorización necesaria para eximir de las ceremonias futuras a los niños declarando que jamás había ‘visto otra religión que se adhiriese tan rígidamente a sus creencias y principios.’ Prestamente aceptó un ejemplar de la revista ¡Despertad! que trata con el caso del saludo a la bandera en las Filipinas.
“¡Qué gozo es ver a las personas de buena voluntad entender la verdad y poco a poco comenzar a andar en la ‘misma rutina’ con la sociedad del nuevo mundo! A veces requiere paciencia de parte del ministro el mostrarles a estas personas la necesidad de apartar tiempo para estudiar la Palabra de Dios, pero verdaderamente los frutos bien valen el esfuerzo. Una misionera cuenta de una persona a la cual se le pidió que visitara. A este señor se le había prestado uno de los libros de la Sociedad para que lo leyera mientras estuviera en el hospital, e inmediatamente se interesó. Al recibir su nombre, la misionera lo visitó repetidamente pero sin resultados. Finalmente pudo comenzar un estudio, y después del primer mes—¡qué cambio! Como lo relata el mismo dueño de casa: ‘Nuestras vidas ahora han cambiado radicalmente debido solamente a estos pocos estudios bíblicos. Antes estaba completamente aburrido y no podía encontrar nada que me satisficiera. Ahora ni puedo esperar llegar de vuelta a casa de mi trabajo para estudiar la Biblia con mi esposa. Estamos tan agradecidos por este conocimiento, que debemos expresarles nuestro agradecimiento a Jehová, a la Sociedad y a ustedes.’ Tanto él como su esposa dedicaron cada minuto posible al estudio de la Biblia, y su progreso ha sido asombroso. Al comienzo él creyó que le era imposible concurrir a las reuniones los domingos porque tenía compromisos regulares para tocar en la orquesta en esos días, pero pronto apreció la importancia de estas reuniones e hizo arreglos para asistir. Poco después, comenzó a apreciar que él también podía participar en el ministerio. El primer día que salió a predicar con la misionera había preparado el sermón y se sintió triunfante al colocar una suscripción a la revista La Atalaya, y en el Día de Revistas de esa primera semana colocó treinta y dos revistas. Con ese comienzo maravilloso continuó como publicador regular y recientemente simbolizó su dedicación mediante el bautismo. ¡Cuán agradecido está de que alguien tuvo paciencia y lo visitó repetidas veces en su hogar para animarlo a hacer tiempo para las cosas más importantes!”
ECUADOR
Número máximo de Población: 4,349,494
publicadores: 751 Proporción: 1 a 5,792
El apóstol Pablo les dijo a los Gálatas: “Que cualquiera a quien se le da instrucción oral en la palabra comparta todas las cosas buenas con el que da esa instrucción oral.” (Gál. 6:6) Siguiendo esta práctica, en Ecuador los ministros ordenados han tenido éxito magnífico en la actividad de predicación, y la obra está creciendo rápidamente. Este mismo método de ‘dar instrucción oral’ sobre las buenas nuevas todavía está en vigor y siempre se usará por los testigos de Jehová en todas partes. Aquí hay algunas de las experiencias reales de lo que sucede en Ecuador según lo informa el siervo de sucursal:
“Los hermanos habían adquirido un nuevo Salón del Reino. El edificio que acababan de comprar tenía solamente paredes laterales de caña de bambú y en ese entonces no tenían suficientes fondos para revocar estas paredes. Puesto que los hogares de los vecinos a cada lado estaban a solo algunos centímetros de distancia de las paredes del Salón del Reino, había poco o ningún aislamiento. Cada vez que comenzaba una reunión los vecinos trataban de hacer tanto ruido como les era posible con sus radios, hablando en voz alta, riéndose y hasta arrojando piedras sobre el techado metálico del salón. Esto continuó durante más de dos meses, pero los hermanos soportaron estas circunstancias adversas con paciencia y sin protestar. Entonces el ruido cesó repentinamente y los hermanos comenzaron a darse cuenta de que tan pronto se cantaba el cántico inicial la gente al otro lado se sentaba cerca de las paredes y escuchaba todo lo que se decía en los estudios y discursos. Pronto algunos de ellos cobraron suficiente valor para venir y sentarse alrededor de la puerta al frente del salón y escuchar desde allí, y finalmente comenzaron a entrar y ocupar sus asientos al lado de los demás. Se comenzó un estudio bíblico con una de las familias, y de esa familia hay ahora dos publicadores del Reino. Los hermanos de esa congregación están contentos de que el espíritu de Jehová les ayudara a tener paciencia durante aquellos primeros dos meses, y también se alegran de que los fondos fueran escasos entonces.
“En el informe del año pasado para el Yearbook (Anuario) explicamos cómo la verdad se está extendiendo a través de algunas zonas rurales aunque no hay publicadores allí. Una experiencia que se mencionó fue la de un suscriptor que, al vencerse su suscripción, había llevado veintiséis otras suscripciones de las personas a quienes había prestado sus revistas. Durante este año le fue posible a esta persona concurrir a una reunión al visitar la ciudad más cercana a su hogar en el yermo. Contemplando el arreglo de estudio y haciendo preguntas acerca de otras actividades, imploró a los hermanos que procuraran visitarlo a él y visitar a sus amigos con regularidad para ayudarlos a estudiar de igual manera. Algún tiempo después el siervo de circuito y un precursor especial pudieron hacerles una breve visita y se sorprendieron al hallar que mientras tanto esta persona de buena voluntad se había construido una casa nueva. Pero ocupaba solamente una parte de la planta baja de su casa, habiendo destinado la planta alta para albergar a los precursores y brindar una habitación grande para un Salón del Reino. Se están reservando estas habitaciones hasta que puedan comenzarse estudios regulares. Por ahora simplemente no es posible atender a estas personas que muestran interés, por cuanto la naturaleza del territorio requiere la ayuda de algún hermano que pueda viajar muchos kilómetros a caballo y atender a las personas esparcidas por esta región. Pero no hay duda alguna de que allí hay interés. En la visita que el siervo de circuito hizo se hicieron arreglos para exhibir la película de la Sociedad, y, aunque hay solamente veinte hogares en la sección central, un grupo de ochenta personas se congregó prontamente para la ocasión. La persona de buena voluntad había suministrado una dínamo, pero el rendimiento era insuficiente para hacer marchar el proyector. De modo que todo el auditorio se levantó como un solo hombre y a luz de una linterna todos caminaron a la casa siguiente donde había equipo disponible, confiados en que el dueño los acogería con la película, lo cual hizo, para satisfacción de todos. De modo que aquí tenemos un gran grupo de suscriptores, un Salón del Reino y un hogar para precursores. La mies está madura. ¿Quiénes serán los trabajadores? ¡Qué magnífica oportunidad para un gaucho o vaquero que desee servir donde la necesidad es grande!”