Buscando la verdad

MUCHOS AÑOS DE BUSCAR

● Un suizo que pasa de los setenta se bautizó en 1964 en los Estados Unidos, en símbolo de su dedicación a Jehová. Había hallado la verdad de Dios mientras trabajaba como gerente de un hotel en Los Ángeles. Dos Testigos acababan de visitar todos los hogares en su cuadra asignada, y decidieron entrar en el hotel pequeño. Encontraron al gerente. Este había estado buscando la verdad de Dios toda su vida. En 1939, cuando estuvo en el ejército suizo, lo castigaron porque públicamente había deplorado el hecho de que los sacerdotes bendecían a católicos que estaban matando a católicos, por lo cual fue llamado “Jehovista,” una palabra que no entendió entonces. Debido a que la doctrina de la trinidad y la adoración de María le molestaban, se apartó del catolicismo a otras religiones, en busca de la verdad. En 1962, a la edad de setenta y uno, estaba tomando un curso de religión con una iglesia de la radio en Pasadena y estaba investigando a otro grupo. Pero finalmente, dos Testigos . . . le ayudaron a hallar lo que buscaba.

ESTUDIANDO Y ORANDO PARA HALLAR LA VERDAD

● “Solía enseñar a una clase de escuela dominical de adultos,” escribió recientemente una testigo de Jehová de Florida, hablando de su búsqueda de la verdad bíblica. “Quería enseñar la verdad de la Palabra de Dios. De modo que me aparté de la literatura eclesiástica y me apegué más y más a la Biblia. Estudié y oré por ayuda. Pasaba muchas de mis horas diarias estudiando y orando. Sabía algo de los testigos de Jehová porque mi suegra es Testigo. Por eso, una mañana al estar estudiando, oré y le pedí a Dios: ‘Si los Testigos tienen razón, por favor haz que uno venga a mi casa hoy para que pueda hacerle algunas preguntas.’ A mediodía estaba sentada a mi mesa, habiendo terminado de almorzar, todavía estudiando la Biblia. Tocaron a mi puerta, y estuve muy emocionada, pensando que quizás fuese un Testigo. Al ir a la puerta, quedé desilusionada, puesto que no vi una bolsa grande en la mano de la señora que estaba a la puerta. Pero al hablar con ella, me dijo que era testigo de Jehová y me regocijé, pidiéndole que entrara. Tuvimos una discusión bíblica muy buena. Pronto le dije a mi clase de la escuela dominical por qué ya no podía enseñar en la iglesia y corté todo vínculo con esa organización. Simbolicé mi dedicación a Jehová en la primera oportunidad.”

PREGUNTAS CONTESTADAS CON LA BIBLIA

● Un hombre católico romano de São Paulo, Brasil, escribió a la oficina de sucursal de la Sociedad Watch Tower en Rio de Janeiro, haciendo preguntas en cuanto a los hermanastros carnales de Jesucristo. Al mismo tiempo envió las mismas preguntas a una organización adventista. Escribiendo otra vez a la Sociedad Watch Tower, esta persona expresó aprecio por las respuestas autoritativas que había suministrado, diciendo que eran “excelentes,” puesto que contenían referencias bíblicas. También dijo que las respuestas que recibió del grupo adventista eran “muy deficientes,” puesto que se hallaban sin prueba bíblica alguna. Esta persona continuó adquiriendo conocimiento exacto en cuanto a Dios y su reino; y se dedicó a Jehová, siendo bautizado en una asamblea de testigos de Jehová.

RESULTADO DE INVESTIGACIÓN PERSONAL

● Una señora de Ohio había estado estudiando la Biblia por su propia cuenta por dos años y medio, investigando varias religiones. Un día esta buscadora de la verdad hizo notar a un testigo de Jehová: “Tengo más hambre de la verdad que de comida.” El Testigo sugirió un estudio bíblico de casa y le preguntó cómo sabía que los Testigos estaban enseñando la verdad de la Palabra de Dios. Ella habló acerca del resultado de su investigación personal: “No creo en el fuego del infierno; todas las otras religiones que he investigado lo enseñan y usan como prueba el capítulo 16 de Lucas en cuanto a Lázaro y el hombre rico. Bueno, mi Biblia me dice que eso es una parábola. Y otra cosa, leo en la Biblia que Dios revela su nombre a su pueblo. Otras religiones no usan el nombre de Dios como ustedes. . . . Ahora quiero que me instruya usted sobre cómo puedo llegar a ser testigo de Jehová, porque creo que Jehová me ha dirigido al camino correcto.” Se inició un estudio bíblico, y pronto esta señora empezó a concurrir a las reuniones en el Salón del Reino. Hablándole a su esposo respecto a las reuniones, dijo: “Con gusto daría dinero para pertenecer a una organización como ésa.” Pero, como se enteró, los testigos de Jehová suministran instrucción bíblica gratuitamente.