¿Has considerado el servir en Betel?
¿QUÉ opina un joven después de pasar cuatro años en el Betel de Brooklyn, las oficinas principales de la Sociedad Watch Tower? ¿Opina que ha desperdiciado su vida, que ha perdido una educación universitaria? ¿Cuáles son sus pensamientos?
Un hermano, quien era empaquetador en una prensa Cottrell que se usa para imprimir la revista ¡Despertad!, después de vivir cuatro años en Betel, personalmente le escribió a N. H. Knorr, presidente de la Sociedad Watch Tower, lo siguiente:
“Le estoy muy agradecido a Jehová por haber pasado estos pocos años de servicio en Betel. Por supuesto, he apreciado la habitación limpia y placentera, el abundante abastecimiento de alimento bueno y sano, lo cerca que están las bibliotecas bien equipadas, la lavandería y el taller de reparación de calzado, la oportunidad de aprender algo acerca de imprenta, el curso de primaria para nuevos miembros de la familia Betel, la consideración del texto cada mañana y el estudio de La Atalaya los lunes por la noche, el privilegio de estar en la lista de oradores públicos, el compañerismo con los estudiantes de Galaad de muchos países, la emoción de estar ocupado cada minuto en el servicio de Jehová, de poder trabajar en la publicación de Biblias, libros y revistas que sirven para promover la vindicación de su Nombre, y el privilegio inefable de compañerismo íntimo con hermanos ungidos maduros que forman el núcleo de la sociedad del nuevo mundo.
“También he disfrutado mucho del privilegio de haber sido asignado a una congregación en la ciudad de Nueva York y trabajar con los hermanos de esa ciudad como conductor de estudio y, siervo de la escuela del ministerio, y ayudar en el territorio asignado a la congregación.
“Tocante a aprender algo en Betel, tengo que reconocer, hermano Knorr, que su declaración: ‘El servicio de Betel resultará ser mucho mejor que cualquier educación seglar que uno pudiera obtener,’ la recibí, no con incredulidad, sino con algo de escepticismo cuando recibí su invitación hace cuatro años Ese escepticismo estaba infundado. No solo he aprendido mucho acerca de la Biblia con el curso de primaria y el estudio de tres años que estamos por completar en la escuela del ministerio teocrático, sino que he asistido a una reunión completa cada día en la consideración matutina del texto. He aprendido la aplicación de principios bíblicos a la vida diaria... como lo de 1 Tesalonicenses 4:11, que me ha sido útil para llevar una vida sencilla y deleitable. He aprendido mucho en cuanto a llevarme bien con mis hermanos y cómo asociarme con hermanas, en grupos, de una manera edificante. Sí, también, finalmente aprendí a disfrutar de la soltería con su libertad para el ministerio, su medida de independencia, la oportunidad de viajar y de estar solo de vez en cuando. He aprendido algo acerca del arte de imprimir. He aprendido a escuchar más y hablar menos; la necesidad de ser puntual y de tener organización personal, y otras lecciones en la vida demasiado numerosas para mencionarlas. También aprecié la educación directa concerniente a la vida en otros países por medio de asociarme con estudiantes de Galaad.
“Jamás olvidaré las oraciones diarias en Betel por los hermanos en el campo y, a su vez, lo mencionaré en mis oraciones junto con recordar a los buenos hermanos en Betel y en muchos países alrededor del mundo.”
No muchas personas tienen el privilegio de recibir una carta tan agradable. Pero cualquier joven cristiano que diligentemente se aplica después de venir a Betel hallará razón para expresarse de manera semejante.
El punto de vista de los padres cuyos hijos han servido en Betel también es interesante. Por ejemplo, un siervo de circuito, padre de dos hijos que sirvieron en Betel, escribió a la Sociedad Watch Tower, diciendo:
“Ya no tenemos a nuestros hijos en Betel. Nuestro hijo mayor salió de Betel hace tres años para casarse. Nuestro hijo más joven salió de Betel el primero de octubre por la misma razón, después de seis años de servicio en Betel. . . . Nuestro hijo mayor estuvo allí cinco años . . . . Se pudiera decir que hemos tenido a un miembro de nuestra familia en Betel durante los pasados siete años y medio.
“Nos pareció bueno participarles, desde el punto de vista de padres, que hemos apreciado la vida de Betel que le brindaron a nuestros hijos. La educación y asociación que recibieron mientras estuvieron en Betel será de gran valor para ellos para toda su vida. Nuestros hijos fueron a Betel como muchachos y salieron como hombres capacitados.”
Muchos padres opinan lo mismo en cuanto a tener sus hijos en Betel. No hay mejor lugar en la Tierra donde podrían estar. Los jóvenes que se aprovechan de este privilegio aprecian la experiencia el resto de su vida. ¿Has considerado el servir en Betel?