Sus vacaciones de 1969
¿QUÉ planes tiene usted para sus vacaciones de 1969? ¿Se va a las montañas, o le atraerán el murmullo y el olor del mar? Quizás esté considerando irse a las regiones campestres y acampar en un parque o un bosque. Quizás hasta le atraiga el colorido y lo alegre de lugares de veraneo insulares. Ciertamente hay variedad de la cual seleccionar. Pero usted sí quiere regresar de sus días de fiesta anuales con un verdadero sentido de satisfacción por haber usado el tiempo beneficiosamente.
Por eso, ¿por qué no edificar sus vacaciones desde el mismo principio alrededor de algo sólido, algo placentero, algo verdaderamente edificante? El centro de sus planes de vacaciones pudiera ser el asistir a una de las asambleas grandes de los testigos de Jehová que se celebrarán este año en varias ciudades alrededor del mundo. Con un poco de previsión, usted podría hacer planes para viajar por etapas fáciles a la ciudad de asamblea que seleccione. De camino usted podría disfrutar de los placeres del acampar u otras actividades al aire libre. De regreso, también, podría haber más deleites escénicos o intermedios que suministraran descanso, según lo que usted piense que sea útil.
Particularmente si usted tiene planes de que sean unas vacaciones con la familia usted descubrirá que ésta es una manera deleitable de planear una temporada festiva. Le suministrará un cambio refrescante. En la asamblea usted puede disfrutar de un programa de buena y saludable consideración de la Biblia, con dramas bíblicos apegados a la realidad... dramas que aplican el excelente consejo bíblico a los problemas y las relaciones de hoy día. El año pasado, por ejemplo, se representó emocionantemente el drama bíblico profético de Jefté. Pero más que eso... se aclaró para todos su significado para nuestro día.
En estas asambleas es muy interesante disfrutar de las comidas de poco costo que se sirven en las cafeterías atendidas por Testigos. Aquí hay oportunidad para charlar informalmente con otras personas agradables y afectuosas... llegando a ser como viejos amigos en un tiempo sorprendentemente corto. De hecho, fácilmente pudiera usted conversar con misioneros de la América del Sur, Testigos nativos de países africanos, delegados visitantes desde los extremos de la Tierra. Los que asistieron a las asambleas de la América Central en diciembre de 1966 sintieron la emoción de conocer a indios de las montañas vestidos con rico colorido que habían viajado por largas distancias para disfrutar del programa de la asamblea.
El visitar una ciudad extraña con su familia no debe preocuparle mucho cuando usted sabe que estará en medio de miles de familias de testigos de Jehová. Muchos de estos Testigos tienen mucha experiencia como viajeros y con gusto ayudan a uno a saber qué hacer en el nuevo medio. Si usted asiste a una asamblea en Nueva York, Londres, París, Copenhague o Tokio, será para usted un gozo visitar el hogar Betel y la imprenta de la Sociedad Watch Tower allí. Se puede apartar tiempo, también, para ver algunos de los otros interesantes puntos distintivos del lugar. Dondequiera que usted vaya hay mucho que ver que ampliará sus puntos de vista y grabará con mayor profundidad en la mente las cosas que ya usted ha aprendido por la lectura.
En estas asambleas siempre hay una buena representación tanto de jóvenes como de personas de más edad. Prescindiendo de la edad de sus hijos, habrá muchos de la misma edad que ellos en la asamblea. Un visitante que por primera vez estuvo en una asamblea de los testigos de Jehová en Ottawa, Canadá, dijo: “Lo que más me sorprendió fue la edad de los delegados. Calculo que un cabal 80 por ciento de ellos tenían menos de 40 años de edad. Se puede decir sin temor a error que más de la mitad de ellos estaban en sus veinte y menos.” Y he aquí una expresión editorial de La Presse, de Montreal, del 7 de agosto de 1968: “Otra contribución útil de los testigos de Jehová es el énfasis que el grupo da a la unidad de familia, el respeto a la autoridad del jefe de familia y la participación por los adolescentes en esfuerzos en común.”
LA GENTE QUIERE VOLVER
La felicidad y el bien espiritual de que se disfruta en estas asambleas son muy reales. Por ejemplo, en una de las asambleas del año pasado en Noruega, una señora que había estudiado teología, y que asistía por primera vez, le explicó a la Testigo que la había invitado: “Hoy envié dos telegramas expresos a mi hijo diciéndole: ‘Si quieres disfrutar del cielo en la Tierra, toma el primer avión y ven a este lugar. Yo pagaré el boleto.’ ¡Nunca antes en toda mi vida había enviado un telegrama expreso, pero hoy envié dos! Estoy segura de que mi familia está preguntándose qué me pasa.”
Sí, unas vacaciones que incluyan la asistencia a las sesiones de una de estas grandes asambleas eliminan el elemento de andar sin brújula que a menudo lo priva a uno de verdadero gozo. ¡De camino a la ciudad de asamblea hay la expectativa de las buenas cosas que vendrán, mientras que de camino a casa, al regresar, hay una abundancia de cosas que recordar y de las cuales hablar con placer!
Bien puede ser que sus planes de vacaciones estén dirigidos a más allá que su propio país. Si así es, usted quizás pueda asistir a una de las asambleas que se están preparando para Europa, el Lejano Oriente y las Américas. O quizás su primer viaje a Hawai pudiera coincidir con la asamblea fijada para ese lugar durante 1969.
Testigos de todas partes del mundo hacen planes y se preparan para asistir a asambleas con meses de adelanto, a veces un año o aun más. ¿Se pregunta usted por qué? ¿Por qué, por ejemplo, dos muchachas viajaron en sus bicicletas 870 kilómetros desde Dinamarca a Estocolmo, Suecia, en 1963? ¿Y por qué un joven Testigo español, paralizado desde el pecho hacia abajo, se resolvió a viajar centenares de kilómetros para asistir a una asamblea en Milán, Italia? Fue principalmente para disfrutar de la edificadora asociación con otros Testigos y obtener el refrigerio espiritual de los programas de la asamblea. Estas personas habían asistido a otras asambleas. Sabían lo que podían esperar.
Usted, como ellos, de ninguna manera sufrirá desilusión. Se le extenderá una bienvenida, tanto a usted como a su familia. ¡Y considere con cuánto más aprecio mirará usted las maravillas escénicas que son obra del Magnífico Creador, después de oír consideradas sus maravillosas provisiones para el futuro feliz de los humanos obedientes! ¿No es un hecho que después de unas vacaciones tan prácticas y edificantes uno podría volver a sus responsabilidades corrientes con energía renovada y un punto de vista esperanzado? ¡Verdaderamente así es!
Haga planes, pues, para asistir a una de las asambleas de los testigos de Jehová durante sus vacaciones de 1969.