México recibe un significativa empujón cultural
MÁS de 51.000 mexicanos han aprendido a leer y escribir durante los pasados veintiocho años por medio de los esfuerzos de una singular asociación de voluntarios. Por medio de las mejores publicaciones disponibles, estos trabajadores altruistas también están ayudando a muchos miles de personas a aprender principios elevados que verdaderamente enriquecen la calidad de su vida y cultura.
En una poderosa reacción en cadena, la obra humanitaria de los publicadores de las buenas nuevas se ha esparcido por todo México. ¡De aproximadamente 7.000 en 1950, el número de trabajadores en el campo se ha desarrollado rápidamente hasta una cantidad más de once veces mayor, a unos 81.000 en 1975! Más de 202.000 personas estuvieron presentes en asambleas grandes que se celebraron a través de la nación a fines de 1975, y 308.223 asistieron a la reunión anual que conmemora la muerte de Jesús, el 27 de marzo de 1975.
Los Salones de Estudio locales en todas partes están atestados de personas atentas en las cinco reuniones instructivas que se celebran semanalmente. En algunos lugares la asistencia puede ser hasta de cuatro veces el número de los publicadores locales de las buenas nuevas. Los 25 publicadores de las buenas nuevas de Vizcaíno, Durango, se deleitaron al dar la bienvenida a 485 personas a un programa especial de diapositivas en colores que presentó un superintendente viajero. Y de las 480 personas que vinieron a ver este programa en Las Huertas, Durango, ¡solo once eran publicadores de las buenas nuevas!
Estos grupos crecen rápidamente; a menudo se hacen tan grandes que se tienen que dividir. Últimamente, dentro de un espacio de seis meses se formaron casi 300 grupos nuevos, llamados compañías. Ahora en México hay más de 3.100 compañías que sirven a su población. Más de 410 de éstas están en la zona de la Ciudad de México.
BENEFICIOS CULTURALES
Tan solo en 1975, estos grupos enseñaron a leer y escribir a más de 2.700 personas, de modo que ahora estas mismas personas pueden estudiar más fácilmente publicaciones valiosas. Una persona que con ahínco estaba hablando a sus vecinos acerca de estas cosas todavía no había dominado la lectura y la escritura. No obstante, cuando encontró a un ama de casa que tampoco podía leer, inmediatamente hizo arreglos para volver a aquella casa y enseñarle. “Pero ¿cómo va usted a enseñarle a ella, cuando usted misma no sabe leer?” le preguntó su compañera después de eso. ¡Bueno, a medida que esta trabajadora resuelta fue recibiendo instrucciones de alfabetización, fue pasando la misma información a su propia estudiante!
A las autoridades locales también les ha impresionado favorablemente otro beneficio de esta actividad altruista. Muchas parejas que anteriormente vivían juntas sin matrimonio legalizado, después de aprender las elevadas normas morales del Creador han cambiado su modo de vivir. Por ejemplo, en lo alto de la aldea montañesa de Yahuío, Oaxaca, treinta y tres parejas han legalizado su matrimonio desde 1969. ¡Imagínese la sorpresa de las autoridades cuando hasta parejas ancianas que han vivido juntas por muchos años han venido a ellos para hacer esto!
Los beneficios culturales también han penetrado en las prisiones de México. Varios presos que cumplen su condena en una isla penal cerca de la costa del Pacífico han recibido ayuda que les ha permitido reformar su vida en armonía con normas justas. Un grupo de ellos está celebrando ahora reuniones con regularidad en la isla, así como ayudando a otros presos a rehabilitar su vida. A presos como ésos en la ciudad fronteriza de Tijuana se les permite usar un auditorio de la prisión para sus reuniones, y ellos han dividido toda la prisión en secciones a fin de ayudar a otros presos sistemáticamente. ¡Llaman a su grupo Compañía Libertad!
Hasta a criminales todavía libres se les ha ayudado a cambiar. Un grupo de publicadores de las buenas nuevas que regresaba de una asamblea fue detenido por unos bandidos que se proponían asaltarlos. Uno del grupo pidió hablarle en privado al líder de los bandidos. Entonces le preguntó al líder si lo reconocía... ¡era una persona que anteriormente había estado asociada con él en fechorías! Este ex-malhechor le dio al líder de los bandidos una de las publicaciones instructivas que le habían ayudado a transformar su vida, con el resultado de que el bandido sorprendido puso en libertad a los viajeros sanos y salvos. Ahora este líder de los bandidos ha reformado su propia vida, y está ocupado ayudando —en vez de estar perjudicando— a otros.
El poder de la verdad y de seguir principios correctos ha ayudado a mejorar vidas de otras maneras también. Un matrimonio que solo había estado estudiando por dos meses expresó el deseo de decir a otros lo que estaban aprendiendo. Se les explicó con prudencia que sería necesario que hicieran algunos cambios en la apariencia personal para reflejar la modestia que es propia de los que efectúan esta obra cultural. Para sorpresa de los que conocían a este matrimonio, ambos estuvieron presentes para la actividad a la mañana siguiente, vestidos modesta y nítidamente. ¡Aquella misma noche el hombre había despertado al peluquero para que le cortara el pelo, mientras que su esposa había alargado sus vestidos soltándoles el dobladillo!
APRECIANDO SU VALOR
A menudo los que aprecian esta obra humanitaria se sorprenden al enterarse de que se efectúa sin costo. Cuando una persona oyó un discurso de bodas lleno de buen consejo práctico para los recién casados, preguntó cuánto se cobraba por tan excelente consejo. Cuando se le dijo que nunca se cobra nada, y que el orador había sufragado sus propios gastos de viaje al lugar de la boda, esta persona exclamó: “¡El otro día cuando mi hijo se casó, el sacerdote nos cobró 1.500 pesos (120 dólares) y no dijo nada!” Inmediatamente se hicieron arreglos para ayudar a esta persona a estudiar los principios justos que mueven a desempeñar el servicio altruista de que había sido testigo.
Un sacerdote católico que apreció uno de los discursos instructivos que pronunció un superintendente viajero en Colima, Colima, invitó al orador a su casa. “Me gustaría que me hablara acerca de la condición de los muertos,” dijo, “porque acabo de perder en la muerte a mi sobrino amado.” ¿Por qué desearía un sacerdote tal información? Esto fue lo que él reconoció: “Para ser completamente honrado lo que les he estado diciendo a otras personas en esta circunstancia no me satisface a mí ahora.” Dice el publicador de las buenas nuevas: “Inmediatamente nos pusimos a estudiar juntos el consolador material sobre la condición de los muertos que aparece en el libro La verdad que lleva a vida eterna.”
Hasta el “Circo Alegría,” una compañía de circo viajera que se compone casi enteramente de publicadores de las buenas nuevas, aprecia el valor de las reuniones que se celebran con regularidad para estudio y asociación. Cuando tienen función en zonas cercanas a Salones de Estudio, se unen al grupo local en las reuniones y en la obra cultural entre la gente. Pero cuando la compañía del circo visita un sector aislado, todavía celebran sus propias reuniones... ¡en uno de los camiones del circo! De hecho, aunque el espectáculo no gana mucho en estas pequeñas poblaciones, la compañía de circo a menudo opta por visitarlas a fin de alcanzar aun a estas personas aisladas con su altruista obra cultural.
Así, decenas de miles de trabajadores concienzudos están rindiendo un servicio verdaderamente excelente a la población de México, ayudándola a mejorar la calidad de su vida y cultura. ¡Ciertamente México está recibiendo un significativo empujón cultural!