El estar separado del mundo puede salvar la vida
“El mundo los ha odiado,” dijo Jesucristo de sus seguidores, “porque ellos no son parte del mundo.” (Juan 17:14) Al mantenerse separados del mundo —su política, costumbres y actitudes— a menudo los cristianos verdaderos se hacen blanco de mofa y odio franco. Pero esa separación también puede servir de protección en tiempos de trastorno político.
Esto fue cierto en el caso de un hombre que vivía en una ciudad universitaria de la América del Sur. Él era muy activo en la dirección de actividades políticas en la universidad. Entonces, su interés casual en las Escrituras, despertado por una conversación que tuvo con un testigo de Jehová, se desarrolló en un estudio serio de la Biblia. Al aprender el punto de vista cristiano de no envolverse en la política, gradualmente se fue retirando de su círculo de amigos y de las ideologías de ellos.
Sus antiguos amigos y asociados políticos se burlaban y mofaban de lo que llamaban la “nueva ignorancia” de él. Vez tras vez él les explicó su posición basada en la Biblia. Entonces, a principios de los años setenta, un giro súbito de los acontecimientos en la escena política produjo un cambio de actitud para con las ideologías que este hombre había apoyado en otro tiempo. Los que habían sido sus asociados fueron enviados al exilio, encarcelados o muertos. ¡Cuánto se alegra de hallarse vivo y libre hoy debido a que se declaró discípulo de Jesucristo!