El valor de la educación temprana en casa

INFORMA “Science News” que estudios de largo alcance han confirmado el gran valor de la educación que se les suministra en casa a los hijos. Los niveles de inteligencia y las aptitudes de los jóvenes subieron de modo significativo cuando los padres comenzaron a educar a sus hijos aun antes de que fueran a la escuela, y luego prosiguieron con esa educación. Hasta programas breves en el hogar influyeron.

Solo el uno por ciento de los niños a quienes sus padres habían ayudado en un programa de educación basado en casa necesitó atención especial para el quinto año. Pero aproximadamente el 30 por ciento de los niños que no tuvieron tal educación en casa necesitó ayuda especial para ese tiempo.

La Biblia pone énfasis especial en que los padres eduquen a los hijos. Al pueblo de Dios de tiempos antiguos se le dio este mandato: “Congrega al pueblo, los hombres y las mujeres y los pequeñuelos . . . a fin de que escuchen y a fin de que aprendan.” (Deu. 31:12) Esta clase de educación de “comunidad” tenía apoyo en el hogar, pues tocante a las leyes y principios de Dios se les dijo a los padres: “Tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.” (Deu. 6:7) Así, “desde la infancia” Timoteo conocía las Santas Escrituras.—2 Tim. 3:15.

Por eso los testigos de Jehová incluyen a sus hijos de toda edad en sus actividades educativas que giran en torno de la Biblia. Esa educación también envuelve el ayudarles a leer, muchas veces antes de que entren en la escuela.