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  • Produciendo fruto en la “Isla de las especias”
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1986
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  • Sembrando la semilla de la verdad
  • Valor cristiano en medio de los disturbios
  • Fortalecidos para el trabajo que está por delante
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1986
w86 15/3 págs. 26-29

Produciendo fruto en la “Isla de las especias”

EN LAS cálidas y espumosas aguas del mar Caribe se halla la pequeña “Isla de las especias”. Su nombre es Granada y mide solo unos 311 kilómetros cuadrados (120 millas cuadradas). Aun incluyendo otras islas del archipiélago, Carriacou y Petit Martinica, su área territorial es de solamente 344 kilómetros cuadrados (133 millas cuadradas). Granada recibió el sobrenombre “Isla de las especias” debido a sus muchas especias aromáticas, como la canela, el clavo, el haba tonca y la nuez moscada.

Una cadena montañosa recorre la isla de norte a sur, dando lugar, especialmente en su vertiente occidental, a muchos acantilados. Sus ríos y arroyos de agua cristalina desembocan en el mar, y abundan en ella exuberantes bosques tropicales. Durante la temporada seca, las vistosas flores de la planta silvestre siempreviva cubren las laderas y los pequeños valles. También hay una gran variedad de plantas floridas que dan realce a este pintoresco paisaje, entre ellas: la buganvilla, el hibisco, el euforbio (euphorbia marginata) y el fragante ‘galán’ de noche.

Su costa, ribeteada de hermosas playas de arena blanca y palmeras, es uno de los rasgos sobresalientes de Granada. La economía se ha mantenido tradicionalmente por la exportación de plátanos, cocoa y nuez moscada, complementada por el turismo y el dinero que envían los familiares que han emigrado a otros países como Aruba, Curazao, Inglaterra, Trinidad, los Estados Unidos y Venezuela. Los 112.000 amigables habitantes de Granada siempre están contentos y dispuestos a valerse de comentarios breves para entablar divertidas conversaciones sobre cuestiones de actualidad.

Sembrando la semilla de la verdad

La semilla de la verdad se sembró en esta hermosa isla en 1914, el año en que estalló la I Guerra Mundial. En aquel tiempo regresó a la isla cierto granadino llamado Elías James. Mientras trabajaba como inmigrante en Panamá, había aceptado el mensaje del Reino de Dios y llegó a ser ministro dedicado y bautizado. Luego sintió un gran deseo de sembrar la semilla de la verdad entre los amigables habitantes de esta isla de las especias. Poco después se comunicó con el señor Briggs, un barbadino que vivía en Granada. El señor Briggs pronto abrazó el mensaje del Reino y llegó a ser el primer fruto de la “Isla de las especias”. Al ver la necesidad de un lugar de reunión, este señor cedió la primera planta de su casa para que los del pueblo de Jehová de St. George’s, la ciudad capital, tuvieran un lugar donde reunirse.

Por su devoción como ministro y elocuencia como orador, Elías James pudo ayudar a muchas personas sinceras, entre las cuales se hallaba su cuñada, Chriselda James. Hoy, a los 88 años de edad, ella es la única persona de la isla que profesa ser de los ungidos. A pesar de la persistente oposición de su esposo, pudo criar a sus nueve hijos en la verdad; todos llegaron a ser Testigos bautizados. Tres de ellos han muerto, pero los demás todavía son ministros activos, dos de los cuales están en el servicio de precursor y uno sirve de precursor especial y anciano.

Antes de que terminara su carrera terrestre, Elías James contribuyó mucho a que se sembrara la semilla de la verdad en Granada mediante su servicio de precursor. Actualmente hay siete congregaciones, una de las cuales está en la isla de Carriacou, y tienen un máximo de 353 proclamadores del Reino.

Durante los años de crecimiento, que ha sido lento pero estable, estos Testigos leales han pasado por diversos cambios políticos: colonia británica, estado asociado y, desde 1974, estado independiente. Durante ese tiempo no hubo notable oposición a las buenas nuevas, y por lo general la gente mostraba buena disposición a escuchar, aunque a veces lo hiciera solo por cortesía. En 1979 un cambio de actitudes políticas en algunos sectores de la población hizo estallar la revolución y subió al poder el Gobierno Revolucionario del Pueblo. Aunque algunos pensaban que este nuevo gobierno izquierdista obstaculizaría las actividades religiosas, realmente no resultó así, y la obra de producir fruto del Reino siguió adelante.

El 19 de octubre de 1983 ocurrió un cambio dramático que los granadinos recordarán por largo tiempo. El RMC (Concejo Militar Revolucionario) se apoderó del gobierno. A varios funcionarios del gobierno se les dio muerte a tiros junto con una cantidad no revelada de civiles.

Inmediatamente después se decretó un toque de queda que duró 4 días. Estos acontecimientos turbulentos significaron una nueva experiencia para estos pacíficos isleños y les produjeron mucho temor e incertidumbre. Todos ellos, particularmente los enfermos y los de edad avanzada, pasaron muchas dificultades al no poder salir de sus casas.

El martes 25 de octubre de 1983, muchos granadinos se despertaron temprano por la mañana al oír un raro zumbido de aviones, interrumpido por el sonido de fuertes explosiones y el repiqueteo de las armas de fuego. Más tarde se enteraron por medio de la emisora local de radio de que fuerzas extranjeras habían desembarcado en la isla. El conjunto de fuerzas militares de la OECS (Organización de Estados del Este del Caribe) y la infantería de marina de los Estados Unidos habían intervenido militarmente, después que el gobernador general, según informes, había pedido ayuda. En pocas horas, ambos aeropuertos (el de Pearls y el de Point Salines) llegaron a estar bajo el control de las fuerzas de la OECS y los Estados Unidos. A media mañana, Granada era ya el centro de las noticias internacionales.

Estalló un encarnizado combate entre las fuerzas extranjeras y las leales al RMC, especialmente en la zona de St. George’s. Mucha gente de esa zona pasó aquellos días turbulentos debajo de sus camas. Algunos hasta tenían temor de ir a la cocina a preparar alimento para su familia. Ningún testigo de Jehová de la isla fue herido durante aquel combate. Algunos, sin embargo, estuvieron al borde de la muerte.

Valor cristiano en medio de los disturbios

Una Testigo pasó por lo que un anciano local describió como “las puertas de la muerte”. Él informó: ‘Esta hermana buscó refugio en la casa de su vecino, pensando que allí estaría más segura. Ella y los que estaban en la casa oyeron disparos que procedían de una colina que había al lado de la casa. Los soldados estadounidenses comenzaron a disparar contra la casa porque creían que los disparos habían venido de allí. Todos los que estaban en la casa se lanzaron rápidamente al suelo. Tan pronto hubo una pausa en los disparos, el dueño de la casa corrió nerviosamente hacia fuera con una sábana blanca en la mano. Los demás lo siguieron, incluso nuestra asustada hermana. Mientras estaban de pie en el patio, lanzaron contra ellos otra ráfaga de tiros, pero esta vez los tiros vinieron de la colina donde había comenzado el tiroteo. En medio de aquella lluvia de balas, los soldados se llevaron rápidamente a todos ellos a un lugar seguro. Es increíble que ninguno fuera herido. Más tarde, los soldados de infantería les dijeron que eran muy afortunados puesto que habían estado a punto de bombardear la casa porque creían que los soldados del RMC estaban disparando desde su interior. Cuando toda la excitación pasó, nuestra hermana se dio cuenta de que se había clavado una espina de 5 centímetros (2 pulgadas) en el pie. ¡Ni siquiera sintió el dolor cuando se la clavó!’.

Mientras seguía el combate en la isla, la hija de cinco años de edad de un anciano se cayó en su casa y se fracturó el brazo izquierdo. En aquel tiempo era imposible conseguir ayuda médica. Lo único que los padres podían hacer era darle algunas pastillas para aliviar el dolor. Cuando varios días después se calmó la situación, llevaron a la niña a un especialista de los huesos. Al examinarla, se halló que ella había sufrido una fractura múltiple. Sin embargo, las diferentes partes del hueso se habían unido y ya había comenzado a sanar sin ninguna complicación. Huelga decir la alegría que sintieron estos preocupados padres.

Una hermana delicada se maravilló de su fortaleza física. Su esposo, diabético y con un peso doble al suyo, cayó inconsciente en el suelo durante el toque de queda. Ella era la única adulta en la casa y no pudo conseguir a nadie para que le ayudara. ¿Qué iba a hacer? Ella cuenta: “En voz alta supliqué a Jehová que me ayudara. Honradamente puedo decir que Jehová escuchó mi súplica sincera. Con mucho esfuerzo logré levantar del suelo a mi esposo y sentarlo hasta que volvió en sí. Lo único que puedo decir es que la fuerza que tuve en aquel momento vino de Jehová”.

Durante el breve pero intenso combate, los ancianos nombrados tuvieron muchas oportunidades para demostrar que eran ‘escondrijos contra la tempestad de lluvia’. (Isaías 32:1, 2.) A fin de proveer ayuda física y consuelo espiritual, arriesgaron su seguridad, y hasta su propia vida, al visitar a muchos hermanos, especialmente en las zonas de combate encarnizado.

Un anciano y su familia estaban entre los centenares de personas que fueron evacuadas de sus hogares y llevadas a un campo de refugiados. Tuvieron que aguantar los ensordecedores estallidos de los cañones. Uno de estos estallidos arrojó literalmente al anciano, su esposa y sus hijas al suelo. Cuando se le preguntó cómo pudo mantener la calma, dijo: “El valor y la tranquilidad que sentía eran el resultado de muchos años de profundo estudio de la Palabra de Dios, que me edificó y me preparó para tales situaciones poco comunes”. Este anciano pudo calmar y consolar a los Testigos que estaban en ese campo de refugiados.

Semanas más tarde, cuando las fuerzas estadounidenses y de la OECS tomaron toda la isla, se formó un gobierno interino. Este hizo posible un período relativamente estable en el cual convocar elecciones civiles. Los comicios se llevaron a cabo el 3 de diciembre de 1984. Parece que los tiempos de turbulencia han desaparecido bajo el Nuevo Partido Nacional, dirigido por el primer ministro Herbert Blaize, y muchos miran el futuro con confianza.

Fortalecidos para el trabajo que está por delante

Estos acontecimientos recientes han servido para fortalecer a todos los testigos de Jehová de Granada. Han experimentado el poder protector de Jehová y están determinados a intensificar la predicación del mensaje del Reino. Entre los 914 asistentes a la celebración de la Conmemoración de la muerte de Cristo, celebrada el 4 de abril de 1985, hubo muchas personas de corazón sincero y honrado interesadas profundamente en ese mensaje del Reino. Por cada uno de los 350 Testigos de la isla, un promedio de casi dos personas interesadas en la Biblia asistieron a aquella Conmemoración. ¡Qué excelente potencial para crecimiento futuro!

La belleza natural de Granada da una idea de cómo será la prometida Tierra paradisíaca. Ese paraíso global es una promesa segura del Creador de la Tierra, Jehová. Pronto los justos “poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella”. (Salmo 37:10, 11, 29.) Todos los testigos de Jehová de Granada están contentos y ansiosos de compartir este emocionante mensaje de esperanza con todos sus conciudadanos en esta “Isla de las especias”.

[Ilustración/Mapa en la página 27]

(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)

PETIT MARTINICA

CARRIACOU

GRANADA

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