Seguridad por toda la Tierra... ¿cómo?
IMAGÍNESE vivir en una Tierra libre de peligro y privaciones. Eso es lo que significa el alcanzar seguridad por toda la Tierra. ¿Es esto tan solo una ilusión?
No. Considere los días del rey Salomón de la antigüedad. Sobre su sabia gobernación la Biblia declara: “Judá e Israel continuaron morando en seguridad, cada uno debajo de su propia vid y debajo de su propia higuera [...] todos los días de Salomón”. (1 Reyes 4:25.)
Una lección del reinado de Salomón
Los escépticos dicen que relatos bíblicos extraordinarios como el que se acaba de citar son una exageración. Por eso, puede que alguien pregunte: ‘¿Cómo puedo estar seguro de que la gobernación de Salomón no es solo un mito?’. En el artículo que sigue a este se presenta prueba arqueológica indirecta sobre esto. Por supuesto, la mejor prueba de que la gobernación de Salomón fue realidad es que se haya guardado registro de ella en la Palabra infalible del Dios vivo, Jehová. (Juan 17:17; 1 Pedro 1:24, 25.)
El secreto de la seguridad que hubo bajo la gobernación de Salomón fue la aplicación de las justas leyes de Jehová. Antes de que los israelitas entraran en la Tierra Prometida, Dios había dicho: ‘Si continúan andando en mis estatutos y guardando mis mandamientos, la tierra verdaderamente dará su producto. Y en verdad morarán en seguridad en su tierra. Y yo pondré paz en el país, y ustedes de veras se acostarán sin que nadie los haga temblar’. (Levítico 26:3-6.)
Es triste decirlo, pero después de la muerte de Salomón los israelitas dejaron de obedecer a Jehová; se volvieron a la idolatría y a adoración sexual inmunda. El resultado fue que perdieron su seguridad, y el país fue invadido por el faraón Sisaq de Egipto. (1 Reyes 14:21-26.) “Ustedes, por su parte, me han dejado, y yo, también, por mi parte, los he dejado a la mano de Sisaq”, explicó Jehová a una asamblea de gobernantes en Jerusalén. (2 Crónicas 12:5.)
Uno mayor que Salomón
Jesucristo confirmó la verdad histórica sobre Salomón y “toda su gloria”. (Mateo 6:29.) Pero sobre sí mismo Jesús dijo: “¡Miren!, algo más que Salomón está aquí”. (Mateo 12:42.) ¿Qué quiso decir? La seguridad que hubo bajo la gobernación de Salomón fue limitada. Aquel rey humano no pudo librar a sus súbditos de las enfermedades, el pecado ni la muerte. Pero Jesús enseñó a los pecadores cómo podían alcanzar vida en perfección y disfrutar de seguridad eterna. (Juan 10:10; 13:34, 35; 17:3.)
Por la muerte y la resurrección de Jesús se estableció el fundamento para alcanzar esa completa seguridad. (Juan 3:16; 1 Corintios 15:20.) Desde su posición a la diestra de Dios en el cielo, Jesús pronto traerá seguridad por toda la Tierra a todos los que se sometan a su gobernación. El rey David de la antigüedad escribió por inspiración sobre esto en el poético Salmo 72. Estas palabras se cumplieron en parte durante el reinado del hijo de David, y por eso el encabezamiento dice: “Respecto de Salomón”. Sin embargo, el cumplimiento mayor se aplica a la gobernación real del Salomón Mayor, Jesucristo.
Según Salmo 72:7, 8, bajo la gobernación de Cristo se disfrutará de seguridad mundial para siempre. “En sus días el justo brotará, y la abundancia de paz hasta que la luna ya no sea. Y tendrá súbditos de mar a mar y desde el Río hasta los cabos de la tierra.” (Compárese con Zacarías 9:9, 10.)
Los súbditos de la gobernación de Cristo tampoco sufrirán de privación, pues Salmo 72:16 nos asegura: “Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia”. Por supuesto, tampoco padecerán por discriminación, opresión ni violencia. “Porque él librará al pobre que clama por ayuda, también al afligido y a cualquiera que no tiene ayudador. De la opresión y de la violencia les redimirá el alma, y la sangre de ellos será preciosa a sus ojos.” (Salmo 72:12, 14.)
Como en los días del rey Salomón, la base para tal seguridad mundial será la aplicación sabia de las leyes universales de Jehová. Esto vendrá en respuesta a la petición profética de David: “Oh Dios, da tus propias decisiones judiciales al rey [...] Juzgue él a los afligidos del pueblo, salve a los hijos del pobre, y aplaste al defraudador”. (Salmo 72:1, 4.)
¿Qué necesitamos hoy?
‘Todo eso suena muy bonito —quizás diga alguien—, pero yo necesito seguridad material ahora.’ Es cierto que los cristianos siguen en medio de las condiciones de inseguridad que plagan a la humanidad: delitos, enfermedades, desastres naturales, vejez y muerte. Pero las experiencias de muchos por todo el mundo muestran que el conocimiento bíblico ayuda a los cristianos a encararse mejor con esas situaciones. (Proverbios 15:1; 22:3.) Además, están satisfechos con una esperanza válida. Un nuevo estudiante de la Biblia de un suburbio plagado de crímenes de Johannesburgo, Sudáfrica, explicó cómo lo ayudaron las Escrituras: “He aprendido que el delito no durará para siempre; es una situación temporal”.
¡Existe esperanza hasta para los que han muerto como víctimas de crímenes violentos! “Yo soy la resurrección y la vida”, prometió Jesús, y añadió: “El que ejerce fe en mí, aunque muera, llegará a vivir”. (Juan 11:25.)
Para disfrutar de ese sentido de seguridad, usted necesita la fe firme que se adquiere mediante el estudio de la Palabra de Jehová. Si cada día dedica tiempo a estudiar la Biblia, experimentará el cumplimiento de esta maravillosa promesa: “En cuanto al que me escucha, él residirá en seguridad y estará libre del disturbio que se debe al pavor de la calamidad”. (Proverbios 1:33; 2:21, 22.)
“Bajo Salomón, en tres décadas la cultura material de los israelitas progresó más de lo que había adelantado en los doscientos años anteriores. En los estratos salomónicos hallamos los restos de construcciones monumentales, grandes ciudades que tenían enormes murallas, la aparición y el rápido desarrollo de zonas residenciales, entre ellas barrios de viviendas bien construidas de gente pudiente, y gran adelanto técnico en el alfarero y los procedimientos que empleaba en su labor. Además, hallamos los restos de artefactos procedentes de lugares lejanos, señales de que hubo vigoroso comercio y mucho intercambio con otras naciones.”—The House of David (La casa de David), por Jerry M. Landay.
[Reconocimiento en la página 5]
Foto NASA