Acciones de socorro reflejan el amor cristiano
“TENGAN amor a toda la asociación de hermanos”, exhortó el apóstol Pedro a sus compañeros cristianos. (1 Pedro 2:17.) Este amor habría de trascender las barreras raciales, sociales y nacionales para unir a la gente en una verdadera hermandad. Cuando los primeros cristianos tuvieron necesidades materiales, el amor motivó a muchos a entregar contribuciones a los apóstoles para que las distribuyeran entre los necesitados. El relato dice que ‘tenían todas las cosas en común’. (Hechos 2:41-45; 4:32.)
Igual amor se manifestó a finales del año 1991, cuando el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová invitó a varias sucursales de la Sociedad Watch Tower de Europa occidental a suministrar alimento y ropa a sus hermanos necesitados de Europa oriental y también de algunas partes de la desaparecida Unión Soviética. He aquí una serie de informes recibidos de las sucursales que intervinieron.
Suecia
El 5 de diciembre de 1991 se envió una carta a las 348 congregaciones de Suecia explicando la necesidad existente. La respuesta fue inmediata. A los pocos días partía con destino a San Petersburgo (Rusia) el primer tráiler, cargado con 15 toneladas de harina, manteca, carne enlatada, leche en polvo, etc. Los testigos de Jehová del lugar descargaron el camión y rápidamente distribuyeron los 750 paquetes entre los necesitados. Más tarde se enviaron otros dos tráilers con alimento a Rusia. En total, se mandaron más de 51,5 toneladas desde Suecia.
La disposición de donar ropa y zapatos superó lo esperado. En poco tiempo había montones de paquetes de ropa acumulados en los Salones del Reino. Muchos cristianos donaron ropa de sus armarios. Otros compraron ropa nueva. Un hermano compró cinco trajes. Cuando el propietario del almacén se enteró de su destino, donó otros cinco. Otro hermano compró una caja de calcetines, guantes y bufandas. Cuando le explicó al dueño para qué los quería, este le ofreció 30 trajes nuevos por el precio de dos. El propietario de un almacén deportivo donó 100 pares de botas y zapatos nuevos.
Todos los artículos se llevaron a la sucursal para clasificarlos, empaquetarlos y cargarlos en los camiones. La ropa, suficiente para llenar 40 tráilers, ocupó gran parte de la sucursal. Hermanos y hermanas trabajaron durante semanas clasificando las prendas para hombres, mujeres y niños, y empacándolas en cajas de cartón. Se emplearon 15 tráilers para llevar la ropa a Rusia, Ucrania y Estonia.
Un conductor de un camión de la Sociedad que hizo ocho viajes a lo que antes era la Unión Soviética dijo: “La acogida que nos dispensaron los hermanos en los lugares de destino fue una gran recompensa. Nos abrazaban y besaban, y a pesar de sus escasos recursos, nos dieron una magnífica lección de generosidad cristiana”.
Finlandia
Pese a la grave recesión, el desempleo general y los problemas económicos por los que atraviesa Finlandia, el deseo de los aproximadamente 18.000 hermanos finlandeses de ayudar a sus hermanos de la antigua Unión Soviética ha sido intenso. Enviaron 58 toneladas de alimento en 4.850 cajas a San Petersburgo, Estonia, Letonia, Lituania y Kaliningrado. Además, llenaron los espacios vacíos de los camiones con 12 metros cúbicos de ropa. Asimismo, donaron 25 automóviles y camionetas de segunda mano para la obra del Reino.
Algunas de las cajas de alimento llegaron hasta una congregación de 14 publicadores de Slanti, en el área metropolitana de San Petersburgo. Los hermanos expresaron su profunda gratitud mediante una carta: “Hay 10 hermanas de edad en nuestra congregación. Muchos estamos tan enfermos que no podemos hacer cola durante horas para conseguir comida. No obstante, nuestro Padre celestial no nos ha dado motivo para desanimarnos en estos tiempos dificultosos, sino que ha llenado nuestro corazón de alegría. Conducimos 43 estudios bíblicos en las casas de la gente”. Una hermana de San Petersburgo que recibió su paquete de ayuda se emocionó tanto que lloró durante dos horas antes de abrirlo.
Dinamarca
En este pequeño país situado a la entrada del Báltico unos 16.000 testigos de Jehová aunaron esfuerzos para enviar a Ucrania 19 camiones con 64 toneladas de alimento en 4.200 cajas, 4.600 cajas de ropa en perfecto estado y 2.269 pares de zapatos nuevos. Un hermano de Alemania permitió que la sucursal utilizara cinco de sus camiones, los cuales donó más tarde a los hermanos de Ucrania. Al regresar a casa, uno de los conductores dijo: “Descubrimos que trajimos más de lo que llevamos. El amor y el espíritu abnegado de nuestros hermanos ucranianos fortalecieron inmensamente nuestra fe”.
Los conductores tenían que tener cuidado con los asaltantes en las carreteras de la antigua Unión Soviética. Unos cuantos días antes de que pasara uno de los camiones, se produjo un asalto. Los ladrones emplearon helicópteros y ametralladoras para detener un convoy de cinco camiones cargados con alimento perteneciente a una agencia de socorro. Se llevaron los camiones y abandonaron a los conductores en la carretera. A pesar del peligro, todos los suministros de la sucursal danesa llegaron hasta los hermanos sin novedad. A cambio, los hermanos hicieron que uno de los conductores llevara la siguiente nota escrita con gran dificultad en inglés: “Queridos hermanos y hermanas daneses: Recibimos su ayuda. Jehová los recompensará”.
Países Bajos
La sucursal de los Países Bajos envió a Ucrania en dos diferentes convoyes 52 toneladas de alimento en 2.600 paquetes. En cada viaje se emplearon seis camiones, los cuales fueron donados por hermanos de Alemania para la obra del Reino en el este europeo. Los hermanos ucranianos enviaron la mayor parte del alimento a Moscú, Siberia y otros lugares donde hacía mucha falta. Además, los hermanos holandeses donaron 736 metros cúbicos de ropa y zapatos, que se enviaron a Lvov (Ucrania) en un convoy de 11 camiones escoltados por un automóvil particular.
Después del largo viaje a través de Alemania y Polonia, el convoy pasó la aduana sin contratiempos y llegó a las cercanías de Lvov a las 3.00 de la mañana. Los conductores informaron: “Al poco tiempo se presentó un grupo de 140 hermanos para descargar los camiones. Antes de empezar la tarea, estos hermanos humildes demostraron su confianza en Jehová orando unidamente. Al terminar de descargar, se congregaron de nuevo para orar y dar las gracias a Jehová. Después de haber disfrutado de la hospitalidad de los hermanos, que compartieron con generosidad lo poco que tenían, nos escoltaron hasta la carretera principal, donde hicieron una oración antes de despedirnos.
”Durante el largo viaje a casa, tuvimos mucho en qué reflexionar: la hospitalidad de los hermanos de Alemania y Polonia y la de nuestros hermanos de Lvov, su fe fuerte y su actitud piadosa, su hospitalidad al suministrarnos alojamiento y comida cuando ellos mismos se hallaban en necesidad, su unidad y su apego, y su gratitud. También pensábamos en los hermanos de nuestro país, que habían dado tan generosamente”.
Suiza
La sucursal suiza inicia su informe citando de Santiago 2:15, 16: “Si un hermano o una hermana están en estado de desnudez y carecen del alimento suficiente para el día, y sin embargo alguno de entre ustedes les dice: ‘Vayan en paz, manténganse calientes y bien alimentados’, pero ustedes no les dan las cosas necesarias para su cuerpo, ¿de qué provecho es?”. Entonces pasa a decir: “Pensamos en este pasaje cuando el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová nos invitó a auxiliar materialmente a nuestros hermanos necesitados.
”Enseguida todos se pusieron a trabajar. En tan solo dos días se enviaron a Ucrania 12 toneladas de alimento en 600 paquetes y 3 camiones provenientes de Alemania, donados para la obra en ese lugar. Los hermanos de aquí se alegraron mucho cuando se enteraron de que todo había llegado bien. Mientras tanto, las congregaciones se pusieron a recoger ropa, y en poco tiempo la sucursal estaba inundada de cajas, maletas y bolsas. En aquellas que contenían ropa infantil iban juguetes que los niños suizos enviaban a sus amigos desconocidos del lejano norte. También iban muchas barras de chocolate metidas entre la ropa”.
¿Cómo se repartiría todo esto? El informe dice: “La sucursal de Francia nos ayudó poniendo a nuestra disposición dos tráilers y cuatro conductores. Además, fue preciso emplear un camión de nuestra sucursal y cuatro más que eran propiedad de los hermanos del lugar para transportar las 72 toneladas a Ucrania”. El convoy, de 150 metros de largo, llegó sin percances al depósito de Lvov, donde esperaban cerca de 100 hermanos de la ciudad para descargar los camiones. Los conductores informaron que la barrera lingüística no fue un obstáculo, porque en sus rostros se reflejaba un sentimiento de profunda gratitud.
Austria
Los hermanos austriacos enviaron 48,5 toneladas de alimento, 5.114 cajas de ropa y 6.700 pares de zapatos a Lvov y Uzhgorod (Ucrania). También mandaron 7 toneladas de alimento, 1.418 cajas de ropa y 465 pares de zapatos a Belgrado, Mostar, Osijek, Sarajevo y Zagreb, en lo que antes era Yugoslavia. El informe de la sucursal dice: “Cargamos 12 tráilers, que recorrieron 34.000 kilómetros. La mayor parte del transporte lo hicieron un hermano y su hijo, que tienen una empresa de camiones”.
Con respecto a la ropa donada, el informe continúa: “Utilizamos un Salón de Asambleas como depósito central. Las cargas llegaban una detrás de otra, hasta que ya no hubo más espacio. Como en los días de Moisés, se le tuvo que pedir a la gente que ya no llevara más. (Éxodo 36:6.) Incluso personas no testigos de Jehová donaron dinero, ‘porque —dijeron— así estamos seguros de que llegará a las personas que lo necesitan’. Algunas empresas nos suministraron gratis cajas de cartón, que tanta falta hacían”. Las edades de los hermanos que clasificaron y empacaron todo oscilaban entre los 9 y 80 años. Hasta intentaron que las camisas y las corbatas hicieran juego con los trajes.
El informe dice: “Las autoridades austriacas y fronterizas cooperaron mucho al hacer posible el transporte de las provisiones de socorro y expedir los documentos necesarios para facilitar todas las entregas”.
Italia
Desde Roma se enviaron 188 toneladas de alimentos en dos grandes convoyes de camiones que atravesaron Austria, Checoslovaquia y Polonia para llegar a la ex Unión Soviética. Cada convoy llevaba seis conductores, un mecánico, un electricista de autos, un intérprete, un agente de transportes, un cocinero, un médico, un guía en un jeep y un hermano con una caravana.
El alimento se adquirió de siete proveedores. La sucursal informa: “Cuando se enteraron de la razón de esta iniciativa, algunos quisieron participar. Varios proveedores donaron centenares de kilogramos de pastas y arroz, así como cajas para empacar. Otros donaron neumáticos para la nieve para los camiones o contribuyeron con dinero.
”Los hermanos de Italia agradecieron que se les brindara la oportunidad de ayudar. Los niños también quisieron contribuir. Un niño de cinco años mandó una pequeña contribución que esperaba alcanzara para comprar ‘una lata de atún que llegara hasta el cielo para los hermanos de Rusia’. Una niña recibió dinero de sus abuelos por haber sacado buenas notas en la escuela para que les comprara un regalo a sus padres. ‘Pero cuando me di cuenta de que muchos de mis hermanos no tenían todas las cosas buenas para comer que yo tenía —escribió la niña—, pensé que el mejor regalo que podía comprar a mis padres era ayudar a esos hermanos.’ Puso una suma de dinero considerable en la caja de contribuciones. ‘Espero seguir sacando buenas notas; así podré enviar más dinero’, dijo”. El informe de la sucursal termina diciendo que las cartas de gratitud y afecto de los hermanos de Ucrania, las muchas palabras de gratitud de los hermanos italianos y las magníficas experiencias al preparar y entregar los suministros tuvieron un efecto conmovedor, alentador y unificante.
Alimento para miles de asistentes
La primera asamblea internacional de testigos de Jehová en territorio de la extinta Unión Soviética se celebró en el Estadio Kirov de San Petersburgo (Rusia) del 26 al 28 de junio de 1992. A esta memorable asamblea, con el tema “Portadores de Luz”, concurrieron más de 46.200 personas llegadas de 28 países. Fue otra ocasión para demostrar amor cristiano “a toda la asociación de hermanos”. (1 Pedro 2:17.)
Durante la asamblea se distribuyeron gratis entre los miles de asistentes que habían venido de la antigua U.R.S.S. toneladas de alimento procedente de Dinamarca, Finlandia, Suecia y otros países de Europa occidental. Asimismo, después de la sesión final se les entregó a la salida un paquete de alimento para el viaje de regreso a casa.
Los informes aquí citados muestran que el dar no ha sido unidireccional, solo hacia el este. Ha habido un intercambio. Es verdad que el este ha recibido comida y ropa, pero el oeste ha recogido innumerables expresiones de amor y experiencias que fortalecen la fe y reflejan la perseverancia y la fidelidad de miles de adoradores de Jehová durante décadas de presión y dificultades. Así, ambos lados han experimentado la veracidad de las siguientes palabras de Jesús: “Hay más felicidad en dar que en recibir”. (Hechos 20:35.)
[Diagrama/Mapa en la página 21]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
1. Desde Finlandia: San Petersburgo (Rusia); Tallinn y Tartu (Estonia); Riga (Letonia); Vilnius y Kaunas (Lituania); Kaliningrado (Rusia); Petrozavodsk (Carelia)
2. Desde los Países Bajos: Lvov (Ucrania)
3. Desde Suecia: San Petersburgo (Rusia); Lvov (Ucrania); Nevinnomissk (Rusia)
4. Desde Dinamarca: San Petersburgo (Rusia); Lvov (Ucrania)
5. Desde Austria: Lvov (Ucrania); Belgrado, Mostar, Osijek, Sarajevo y Zagreb (en la antigua Yugoslavia)
6. Desde Suiza: Lvov (Ucrania)
7. Desde Italia: Lvov (Ucrania)
[Fotografías en la página 23]
Cajas de ropa en la sucursal de Suecia
Cargando provisiones de socorro
Contenido de un paquete de alimento
Tocino y jamón de Dinamarca
Convoy de 11 camiones y 1 automóvil
Paquetes y maletas en la sucursal de Austria
Descargando un camión en Lvov (Ucrania)