Ellos tendrán que conocer a Jehová
1 Cuán emocionados estuvimos este verano pasado al recibir el libro nuevo “Las naciones sabrán que yo soy Jehová”... ¿cómo? La urgencia de los tiempos, la importancia del nombre sagrado, el cambio inminente en la administración de los asuntos del hombre... estos son puntos que han sido grabados profundamente en nuestras mentes a medida que hemos leído este libro. Después de leerlo un hermano expresó: “¡Es la más emocionante vista previa de cosas por venir que jamás hemos tenido!”
2 Pero muchas personas no han leído esta emocionante “vista previa de cosas por venir.” Como resultado, pocas personas tienen alguna idea del juicio violento de Jehová que pronto le sobrevendrá a los sistemas religiosos falsos a los cuales posiblemente ellos mismos pertenecen.
3 Esto no es debido a que estas personas jamás han tenido la oportunidad de aprender. La indiferencia de la gente se debe, de una manera general, a que Satanás ha cegado sus mentes. ¿Significa esto que es en vano el continuar yendo de casa en casa? ¡De ningún modo! Sea que la gente escuche o no, es la voluntad de Dios que se siga dando el testimonio. (Eze. 2:5) Esto engrandece su amor y su justicia, y es nuestro privilegio el tener una participación en ello. Además, sin duda en su vecindario hay algunas personas que están ‘suspirando y gimiendo’ debido a las condiciones detestables que existen en la cristiandad. Estas personas tienen que ser ‘marcadas en la frente’ a fin de escapar de la destrucción. Pero, ¿cómo?
4 En gran parte depende de nosotros. Este libro nuevo, “Las naciones sabrán” es de interés especial para los que están “suspirando y gimiendo.” Por lo tanto, debemos ser diligentes al compartir su contenido con toda persona que lo acepte. El distribuir este libro es un privilegio que tienen muy pocos habitantes en la Tierra. También es un desafío que pocos están dispuestos a aceptar. Aprovechémonos gozosamente de este privilegio y desafío y presentemos el libro “Las naciones sabrán” en nuestro ministerio del campo durante el mes de noviembre.
5 Primeramente, ofrezca esta nueva publicación en cada puerta y déle a cada persona con quien habla la oportunidad de conocer a Jehová así como nosotros lo conocemos. ¿Cree usted que ésta es una asignación difícil? No lo es, cuando se compara con la asignación de Ezequiel. El dejar con la gente un libro encuadernado, el cual ellos pueden leer en su tiempo libre, es más fácil que el acostarse sobre un lado por cuarenta días y luego sobre el otro lado por trescientos noventa días sin voltearse, y al mismo tiempo vivir de una dieta bastante restringida. Ciertamente que nuestra asignación es mucho más fácil.—Eze. 4:1-17.
6 Pero quizás algunos crean que una explicación de la profecía de Ezequiel es muy profunda y difícil para la persona común, y que por lo tanto debemos ofrecer a la gente algo sencillo. Pues bien, al comparar el libro nuevo con el libro de Ezequiel, ¿cuál de los dos es más fácil de leer y entender? ¿No es más difícil la profecía como se proclamó al principio que la explicación publicada en el libro “Las naciones sabrán”?
7 También, recordemos que fue Jehová quien le dijo a Ezequiel lo que había de decir a su generación. No fue la prerrogativa de Ezequiel el quejarse de que era un mensaje muy difícil para que la gente lo entendiera. De manera semejante hoy en día, no nos toca a nosotros el quejarnos acerca de los métodos y arreglos de Jehová para advertir a las naciones de la destrucción inminente. De hecho, Jehová en su misericordia ha hecho el mensaje muy entendible y ha hecho que sea más fácil el que personas hoy en día lleguen a conocerlo para su salvación.
8 Decenas de millones de personas ya tienen el libro La verdad. La mayoría de ellos ya no aparecen en nuestras listas de revisitas pero son amigables cuando los visitamos. Esfuércese de nuevo por ayudarlos. Tal vez el mensaje poderoso en el libro nuevo es lo que los despertará de su indiferencia. De modo que, ofrezca el libro “Las naciones sabrán” en cada puerta, y hágalo con verdadero entusiasmo.
9 Igualmente, no pase por alto la oportunidad de ofrecer el libro “Las naciones sabrán” a toda la gente a la cual usted actualmente hace revisitas, así como también a todos aquellos con quienes está conduciendo estudios bíblicos en el hogar. Ciertamente toda esta gente necesita leer especialmente este libro además del material que ahora estamos estudiando con ellos. Si lo hacen, esto puede muy bien acelerar su progreso en el camino que conduce a la vida eterna.
10 Tenemos un mensaje que proviene de Jehová. Proclamémoslo. ¡Ellos tendrán que conocer a Jehová! Entonces cuando azote la “grande tribulación” tendremos la satisfacción de haber sido un partícipe en la obra de amonestar y marcar y no ser sencillamente espectadores desinteresados.
Demostremos nuestra fe por firmeza en nuestra integridad.