Presentando las buenas nuevas... en todo su territorio
1 Nuestro deseo es ponernos en comunicación con todas las personas del territorio asignado a nuestra congregación, ¿no es verdad? ¿Por qué? Porque comprendemos que esta generación se enfrenta a la inminente destrucción de Babilonia la Grande, así como a la destrucción en Armagedón de todos los que no se han declarado de parte de Jehová. (Rev. 18:1-3, 8; 19:11-21) La Biblia claramente dice que solo los que invoquen “el nombre de Jehová” serán salvos. Pero, “¿cómo invocarán a aquel en quien no han puesto fe? ¿Cómo, a su vez, pondrán fe en aquel de quien no han oído? ¿Cómo, a su vez, oirán sin alguien que predique?”—Rom. 10:13, 14.
2 Lo que está implicado es el salvar vidas, la de otros y la nuestra. (1 Tim. 4:16; Eze. 3:17-21) A fin de no pasar por alto a nadie en esta obra salvavidas la Sociedad le asigna a cada congregación una porción de territorio y esta porción, a su vez, es dividida localmente en pequeñas secciones a fin de asignarlas a devotos siervos de Jehová que de buena gana participan en predicar las “buenas nuevas.” (1 Tes. 2:4) Ellos sienten una intensa responsabilidad de ver que la entera asignación de territorio para la congregación se trabaje a cabalidad tan a menudo como sea posible. ¿Cuándo fue la última vez que se trabajó todo el territorio de su congregación?
3 En una reciente investigación de unas cuantas congregaciones que informaban que como “promedio” trabajaban el territorio una vez cada seis meses, se halló que mientras que algunos territorios eran trabajados más de una vez en seis meses, otros territorios asignados a la congregación no habían sido trabajados durante un año o más. Se sugiere que se haga una lista de todos los territorios que no se han trabajado por el período más largo de tiempo. En la lista se puede anotar la fecha en que se trabajó por última vez y en una reunión de servicio se puede hacer mención especial de estos territorios y dónde se encuentran. Sería bueno hacer arreglos para que esos territorios sean trabajados lo más pronto posible.
4 Si usted desea trabajar uno de esos territorios, quizás se le pueda asignar cuando lo solicite. Tal vez puede animar a otros publicadores a que trabajen con usted para abarcar el territorio. Sugerimos que el superintendente del campo considere hacer arreglos para la testificación en grupos en estos territorios durante los fines de semana o durante los días de fiesta mundanos. Esfuércense por visitar a los que viven en cada casa con las buenas nuevas. Si no hay nadie en casa y no es probable que usted pueda volver a visitar en otra ocasión, quizás usted quiera dejar debajo de la puerta una hoja doblada para el estudio de la Biblia o una revista menos reciente o un tratado, teniendo presente que el mensaje que damos significa la vida para los que lo aceptan. (Asegúrese que la literatura no quede a la vista para que no atraiga a los ladrones con escalo.) ¡Qué gozo produce el esforzarse diligentemente por dar a cada uno en cada territorio una oportunidad de escuchar, estudiar y responder!—Juan 17:3.
5 Algunas congregaciones trabajan el territorio asignado más a menudo que otras. El comité de servicio de una congregación que a menudo trabaja su territorio puede comunicarse con congregaciones vecinas para ver si otra congregación quiere ayuda temporera para abarcar el territorio. Si eso es así, los comités de servicio de las dos congregaciones pueden llegar a un arreglo. Si las dos congregaciones desean que se vuelva a asignar el territorio, es decir, de una congregación a otra, entonces deben enviar a la Sociedad una carta firmada por ambos comités solicitando una nueva asignación de territorio. Un mapa del territorio en cuestión debe acompañar a la carta firmada por los comités de servicio de ambas congregaciones.
6 Reconociendo la urgencia de nuestro trabajo de predicar el Reino y hacer discípulos nos trae mucho gozo saber que la gente en nuestro territorio tiene una oportunidad de oír las buenas nuevas a menudo y con regularidad.—Rom. 10:13, 14.
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