¿Es usted un suscriptor?
1 Este mes, a medida que comenzamos la campaña de La Atalaya, es una buena ocasión para pensar en las ventajas de suscribirnos nosotros mismos. Cuando nos suscribimos hacemos más seguro el que se nos entregue cada número a nuestro hogar y a menudo esto se hace antes de que podemos conseguir nuestros ejemplares de repartidores en el Salón del Reino. De ese modo podemos leer las nuevas revistas más pronto, para nuestro propio beneficio, y también para prepararnos a fin de presentarlas eficazmente en el campo, cuando llega la fecha para permitir la distribución de los ejemplares.
2 No es necesario abstenerse de enviar suscripciones personales pensando que éstas representarían más trabajo para la Sociedad. En el pasado se sugirió que los hermanos recogieran sus ejemplares personales en el Salón del Reino en vez de suscribirse. Su cooperación durante ese período fue muy útil y muy apreciada. Pero queremos que todos ustedes sepan que ahora nos complaceremos en enviarle las revistas por correo directamente a sus hogares. El animar a otros a suscribirse es más convincente cuando nosotros mismos somos suscriptores. Pueda decir: “Yo me suscribo a esta revista y quiero estimularlo a hacer lo mismo.”
3 Sin duda, éste también sería un buen tiempo para repasar nuestras necesidades individuales en lo que respecta a los ejemplares de repartidores. ¿Podríamos, con un poco de planificación, aumentar el número que pedimos y colocamos? Los cabezas de familia quizás tomen en cuenta cómo están participando los niños en la distribución de revistas y si se debe aumentar el pedido debido a ellos. ¿Las recogemos siempre a tiempo? ¿Nos estamos apegando a buenos horarios en la obra de las revistas, apreciando que este material está fechado y que debe ser colocado mientras está al día? Estos y otros factores relacionados con la distribución de revistas pudieran considerarse ahora mientras los tenemos frescos en la mente.