Dios lo hace crecer
1 Hemos visto a la organización de Dios crecer de manera maravillosa en años recientes. Algunos de ustedes han comenzado a asociarse recientemente con el pueblo de Jehová, y muchos, también, han observado a otros comenzar a asociarse con la organización desde el tiempo en que ustedes comenzaron a asociarse. Nos regocijamos de que ahora podemos participar individualmente en plantar y regar las semillas de verdad para que otros puedan aprender el camino de Jehová. No obstante todos hemos observado y llegado a apreciar que necesitamos la bendición de Jehová sobre nuestros esfuerzos y que es “Dios que lo hace crecer.”—1 Cor. 3:6, 7.
2 Hay muchas maneras de esparcir la verdad. Los primeros cristianos hacían esto mayormente por medio de la palabra hablada y por medio de leer a la gente de los rollos. No tenían revistas y otras publicaciones para colocar como las tenemos nosotros. Por supuesto, nosotros hemos encontrado que las publicaciones impresas ayudan mucho a esparcir la Palabra de vida. Sin embargo, por lo general la manera más eficaz de efectuar nuestra obra es ir donde la gente personalmente, considerar las Escrituras con ellos, leer de la Biblia y animarlos a leer de su propio ejemplar de la Biblia.
3 Durante abril tendremos el placer adicional de ofrecer una suscripción a La Atalaya por $1,50 o suscripciones a La Atalaya y ¡Despertad! por $3,00, ofreciendo tres folletos gratis con cada suscripción. ¿Aceptará la gente las suscripciones? ¡Por supuesto que sí! Muchos nuevos se suscriben con regularidad. Sin duda usted ha observado que por lo general la gente trata de obtener las cosas que quiere y no titubea en hacer un esfuerzo adicional para obtener las cosas que realmente quiere. Muchas personas de corazón honrado desean la verdad de las Escrituras y están aprendiendo que La Atalaya los puede ayudar. ¿Qué puede hacer usted para ayudar a estas personas?
4 Usted sabe lo valiosa que La Atalaya es para usted y cómo espera con gozo recibir la guía bíblica que ésta trae en cada número. Cuando reciba su próximo número de La Atalaya, repásela y busque un artículo que realmente le interese. Es probable que el artículo también será muy apreciado por otra persona. Y es probable que usted muestre la mayor convicción al hablar del artículo que más le interesó. Si usted puede ayudar a la otra persona a ver la necesidad de recibir La Atalaya, puede ser que se suscriba.
5 Si la gente se suscribe, recibirá cada número en su hogar y tendrá muchas oportunidades de leer algo que le será de provecho espiritualmente. Aun si están ocupados, la llegada de cada número les volverá a recordar de la necesidad que tienen de aprender más de la Palabra de Dios. Además es posible que un artículo en particular llame la atención de un amigo o pariente que visite el hogar, lo lea y reciba el provecho. Puede resultar de buen provecho a medida que cada número llega al hogar del suscriptor.
6 ¿Qué hay si una persona no se suscribe? Sin falta, ofrézcale los números más recientes. Si lee el artículo que usted le presentó, quizás reciba ayuda espiritual, y eso es lo que deseamos, ¿no es cierto?
7 Cuando encuentre personas interesadas, anótelo y lléveles los números recientes cuando salgan. Puede ser que el amo de casa los acepte cada vez que usted lo visita. Y puede ser que él se sienta motivado a leer algo de cada número debido a su visita personal y a que usted llama su atención a un artículo interesante cada vez que lo visita. Sí, el que visitemos con regularidad también puede efectuar mucho bien.
8 Durante abril tendremos muchas oportunidades de ofrecer suscripciones y ejemplares individuales de las revistas, que pueden ayudar a otros a familiarizarse con el mensaje del Reino. Hay muchas maneras de plantar y regar las semillas de la verdad. Y, con usted, esperamos en Jehová para que lo haga crecer.
Responda a la llamada por proclamadores del Reino.