¿Qué hay de los que aún se retienen?
1 La mayoría de nosotros conocemos a personas interesadas en nuestro territorio que han respondido favorablemente al mensaje del Reino. Hemos estudiado con algunos de ellos todo el libro La verdad, y en algunos casos, otras publicaciones también. Ellos asisten a las reuniones de vez en cuando, muestran buena disposición de ser identificados con los testigos de Jehová y declaran que han aceptado la mayoría de las enseñanzas fundamentales de la Palabra de Dios. No obstante, no se unen a nosotros en la obra de predicar. Se retienen de ‘repudiarse a sí mismos’ y bautizarse. (Mat. 16:24; 28:19) ¿Hay algo más que podemos hacer para ayudarlos?
2 Puede que éstos tengan un conocimiento de los propósitos de Jehová pero aún no han desarrollado amor por él. (Efe. 3:18, 19). Para decirlo sencillamente, quizás la verdad está en sus cabezas, pero todavía no está en sus corazones. Si vamos a ayudarlos, nuestra meta tiene que ser más que meramente impartir conocimiento adicional. Tenemos que llegar hasta el corazón, edificando aprecio que conmueva a la conciencia y los impulse a acción.
3 Al estudiar con ellos, anímelos a pensar acerca de lo que implica lo que están aprendiendo. Razone con ellos de tal modo que ellos se pregunten a sí mismos: En el último análisis, ¿qué significará esto para mí y mi familia? Si han aprendido, por ejemplo, las marcas identificadoras de la religión verdadera, ¿pueden decir honradamente que su anterior religión es la verdadera? Si no, entonces tiene que ser falsa y parte del imperio de la religión falsa para el cual Dios ha predicho la destrucción en el futuro cercano. El razonamiento lógico dicta que los lazos que se mantienen con ese sistema a la larga traerán muerte. Si pueden apreciar el amor de Jehová al proveer esta advertencia por adelantado y pueden ver que la felicidad y el bienestar futuro de sí mismos y sus familias están envueltos, quizás se les impulse a actuar.
4 Trate de lograr que piensen en términos de aplicar lo que aprenden. Por ejemplo, quizás hayan aprendido que la celebración de ciertos días festivos no le agrada a Dios. La pregunta ahora es, ¿qué harán ellos cuando vengan estas celebraciones? ¿Cómo responderán cuando sus parientes, amigos y compañeros de trabajo comiencen a hacer planes para celebrar y traten de incluirlos a ellos? ¿Ejercerá el conocimiento que han obtenido influjo en su decisión en cuanto a participar? El mostrarles la aplicación de los principios bíblicos a situaciones específicas puede ayudarles a apreciar la responsabilidad que viene con conocimiento.
5 Algunas veces se retienen debido a renuencia a aceptar alguna verdad fundamental. Por ejemplo, quizás ellos le digan francamente que no pueden adoptar una posición firme en cuanto al uso de las transfusiones de sangre. Después de repasar lo que la Biblia dice sobre el asunto, trate de ayudarles a analizar la base de su objeción. ¿Pueden ellos honradamente decir que la Biblia es clara al considerar el asunto? Es posible que preguntas escrutadoras revelen que en realidad se retienen, no debido a que no puedan entender la enseñanza de la Biblia, sino debido a su temor a las reacciones de otros si ellos la siguen. La cuestión, entonces, se reduce a una pregunta: ¿A quién tratarán de complacer... a Dios o al hombre? Obstáculos como éstos pueden quitarse del medio si podemos ayudarles a apreciar que solo Jehová puede dar la vida, así es que el proceder a seguir es el tratar primero de complacerlo a él en todo.—Pro. 29:25; Gál. 1:10.
6 El tiempo cada vez se acorta más y la necesidad de tomar una posición definida se hace cada vez más urgente. Con discernimiento en nuestra enseñanza, quizás podamos cultivar aprecio en el corazón de ellos a fin de que se pongan del lado de Jehová mientras todavía hay la oportunidad de hacerlo.—Sant. 1:5-8.