Presentando las buenas nuevas... “en la calle misma”
1 “La misma sabiduría verdadera sigue clamando a gritos en la calle misma.” (Pro. 1:20; 8:1-3) Jesucristo enseñó en las calles, y nosotros también podemos hacerlo. El mes de octubre se caracteriza por un tiempo cálido y moderado en muchas partes del país y por lo tanto sería un tiempo excelente para aumentar nuestra participación en dar el testimonio en la calle.
2 ¿Cómo podemos participar más eficazmente de la obra en la calle? Por medio de tomar la iniciativa, acercándonos a alguien que está esperando un autobús, mirando los escaparates de las tiendas, sentado en un automóvil, o simplemente caminando. Usted pudiera usar buen tacto para captar la atención de la persona diciendo algo así: “Perdone, pero me gustaría compartir con usted esta importante información.” Seleccione un punto de interés en la revista o en el libro que se está ofreciendo y entonces ofrézcale su ejemplar por una contribución, deseándole un buen día al partir. Algunos hasta han establecido “rutas” de revistas en la calle por medio de estar en cierta ubicación con regularidad. Los que han obtenido revistas de ellos en el pasado los buscan otra vez para obtener los números más recientes. Varios de los que ahora sirven a Jehová se pusieron en comunicación con la verdad por medio de esos breves encuentros en la calle. Quizás parezca que los pueblos más pequeños no ofrecen esas oportunidades, pero al ir de una visita a otra, ¿por qué no se esfuerza por hablar con cualquiera que encuentre en la calle? Recuerde, estamos buscando a la gente dondequiera que ésta se encuentre.
3 En los sitios donde es difícil entrar a grandes edificios de apartamientos, el estar presente temprano por la mañana, cuando los residentes se marchan para el trabajo, o en la tarde cuando éstos regresan, lo pone a uno en la situación de ponerse en comunicación con personas que de otro modo no oirían el mensaje del Reino. Uno puede comunicarse con otros trabajando de automóvil en automóvil en los grandes centros comerciales.
4 Los publicadores y los precursores hallarán que la obra en la calle es una excelente actividad de servicio en ocasiones en las que no sería conveniente participar en la obra regular de casa en casa, como temprano por la mañana y al mediodía cuando las calles están llenas mientras los empleados de oficinas y otros disfrutan de algún tiempo fuera de su trabajo. A aquellos que, por razones físicas, les es difícil andar mucho, quizás les sea provechosa la obra en la calle debido a que les permite encontrarse con muchas personas sin tener que andar mucho.
5 Sí, podemos compartir “las cosas de primera importancia . . . la verdad misma,” y por eso deseamos alcanzar a la gente dondequiera que ésta se encuentre, para que puedan obtener la sabiduría y el temor de Jehová que significa la vida.—Pro. 8:6, 7.
¿Ha tratado usted el dar testimonio en la calle?