¿Quiere usted de veras un estudio bíblico?
1 Se necesitan muchos más maestros de estudios bíblicos para enseñar a los que quizás aún lleguen a ser discípulos de Cristo en el tiempo que queda. Esta obra es importante, en vista del mandamiento de Jesús registrado en Mateo 28:19, 20. ¿Desea usted participar en ella?
2 Por diferentes razones algunos de nosotros quizás no nos sentimos capacitados para participar en la obra de estudios bíblicos. Pero aun si usted es nuevo en la verdad y relativamente no tiene mucha experiencia en el servicio del campo, un deseo sincero lo impulsará a esforzarse por ayudar a la gente. Un joven, mientras todavía estaba estudiando, compartió con gusto lo que estaba aprendiendo. Una señora de edad avanzada se interesó tanto en lo que él le dijo mientras estaba trabajando en su casa que él comenzó un estudio bíblico con ella. ¡Imagínese el gozo que tuvo al presenciar el bautismo de ella sólo unos cuantos meses después del suyo! Sí, Jehová recompensa nuestros esfuerzos sinceros por obedecer a Cristo y ayudar a otros a hacer lo mismo. Una hermana de edad avanzada nació en un país extranjero y aunque nunca ha sido educada en el idioma inglés, Jehová ha recompensado sus esfuerzos sinceros por ayudar a personas con cualidades de ovejas. Varios en su congregación la señalan como la persona que se puso en comunicación con ellos en la obra de casa en casa o en la calle, los revisitó y condujo estudios bíblicos con ellos, lo cual llevó a su dedicación y bautismo.—1 Cor. 1:26-31.
3 ¿Pueden ustedes los jóvenes participar en la obra de estudios bíblicos? Sí. Muchos de edad escolar están conduciendo ahora estudios con sus condiscípulos, a menudo haciéndolo durante la hora del almuerzo o un período libre en la escuela. Además, algunos de ustedes han ayudado a comenzar estudios con sus padres. Una madre joven está estudiando ahora y viniendo a todas las reuniones debido a las cosas que su hijita le relató acerca del nuevo orden. ¿Dónde había aprendido su niñita estas cosas? De uno de ustedes con quienes ella asiste a la escuela primaria.
4 ¿Es usted un cabeza de familia con muchas responsabilidades? Algunos han comenzado estudios con compañeros de trabajo, conduciéndolos durante una pausa para almorzar o tomar café. O, ¿es usted un ama de casa ocupada con niños pequeñitos? Varias han tenido buen éxito en cultivar el interés de una vecina, a menudo hablándoles al compartir una taza de café o al tender la ropa, lo cual con el tiempo ha llevado a un estudio bíblico.
5 Si usted desea ayuda, ¿por qué no pedírsela a su conductor de estudio de libro? Además, el superintendente de estudios bíblicos y otros publicadores y precursores experimentados se complacerán en ayudarlo en la obra de estudios bíblicos, y también lo hará el superintendente de circuito y su esposa cuando visiten su congregación.
6 La comisión que Jesús dio a sus seguidores consistía en más que meramente predicar. Los instó a hacer discípulos. ¿Estamos haciendo eso? ¿Deseamos sinceramente hacerlo? Es bueno preguntarnos: “¿Quiero de veras un estudio bíblico?” Jehová nos ha provisto muchos medios para ayudarnos a cumplir con esta comisión salvavidas, incluso el libro La verdad y los tres folletos nuevos para estudios. Verdaderamente es una obra gozosa. (Hech. 20:35) Oremos acerca de esto a Jehová y esforcémonos por llevar a cabo nuestro deseo de participar cabalmente en la actividad de estudios bíblicos.