Carta de la Sucursal
Estimados publicadores:
El mes pasado les mencionamos que varios hermanos estaban haciendo visitas de zona en varias partes de la Tierra. Desde su regreso hemos disfrutado de oír sus informes. Así es que deseamos aprovechar esta oportunidad para compartir con ustedes algunos puntos animadores.
En ciertas zonas de Australia en las que la población está muy esparcida, los hermanos a veces tienen que viajar más de ciento cincuenta kilómetros para asistir a las reuniones o para participar en el servicio del campo. ¡Qué buen ejemplo de mostrar aprecio por las cosas espirituales!
Fue animador enterarnos de lo que está sucediendo en la América del Sur. Por ejemplo, en el Ecuador, cuando una familia comenzó a estudiar la Biblia, sus parientes se preocuparon muchísimo. Uno de ellos, un católico ardiente que había estudiado teología, concordó en visitar a la familia con el propósito de animarlos a poner fin a su estudio. Durante el mes que él permaneció en el hogar de ellos, el esposo y la esposa invitaron al seminarista a participar en sus consideraciones matutinas del texto diario, asistir a su estudio de familia semanal y acompañarlos al servicio del campo y también a las reuniones semanales en el Salón del Reino. Tanto le deleitó lo que aprendió que, al regresar a su hogar, progresó hasta el punto en que se bautizó antes que sus parientes. Este anterior seminarista es ahora un siervo ministerial en su congregación local. Mientras tanto, otros parientes visitaron a la familia con el mismo propósito que el seminarista. ¿El resultado? ¡Ahora hay treinta y nueve personas en la verdad!
Cuenten con nuestras oraciones a favor de ustedes.
Sus hermanos,
LA OFICINA DE SUCURSAL DE BROOKLYN