Sigan fielmente ‘el Camino’
1 La adoración verdadera es ‘el Camino,’ es decir, un modo de vivir que se basa en la fe en Jesucristo y en imitar su ejemplo. (Hech. 9:2; 22:4) Desde el día de Pentecostés del año 33 E.C. éste ha sido el mejor camino o modo de vivir. ¿No hemos visto abundante evidencia de este hecho en las vidas de nuestros hermanos y hermanas? Piense acerca de su propia vida. ¿No le ha dado buenos resultados el aplicar los principios bíblicos? ¿No le han animado y fortalecido las respuestas que Jehová ha dado a sus oraciones? ¿No le ha sostenido su esperanza cristiana en momentos de desaliento? ¡Y qué emocionante es la expectativa de vida en el nuevo orden de Dios, algo que podemos alcanzar, por medio de una resurrección de entre los muertos, o sobreviviendo la “grande tribulación”!
2 Por tanto, tenemos buena razón para recomendar ‘el Camino’ a otros. Este camino es un modo de vivir ensayado y probado que ha permitido que muchos miles de personas se enfrenten con buen éxito a las dificultades comunes de la vida y también las ha sostenido en períodos de pruebas... enfermedad, hambre y hasta tortura. Este es ‘el Camino’ que puede ayudar a muchas más personas hoy día. Puede salvar familias de la desintegración, evitar que jóvenes se aficionen a las drogas y dar a todo el que acepta las “buenas nuevas” un verdadero propósito en la vida y una esperanza sólida para el futuro. Sí, nuestro prójimo necesita urgentemente la verdad ahora. ¿Está usted recomendando celosamente la verdad por medio de su propio ejemplo y aprovechando todas las oportunidades de dar un testimonio?
3 Aunque este impío sistema no ha terminado aún, el ser un testigo para Jehová continúa siendo el camino correcto y el mejor modo de vivir. Los cristianos verdaderos siempre han confiado en que su posición aprobada con el Todopoderoso es algo por lo cual vale la pena aguantar, sí, hasta morir. Con gusto han participado en vindicar el nombre de Dios y en probar que el adversario es un mentiroso. Seguramente las vidas de miles de cristianos que han sufrido una muerte violenta a través de los siglos, incluso nuestro propio siglo veinte, no se han perdido en vano.
4 El que el justo nuevo orden de Dios no comenzara durante la vida de los cristianos del primer siglo no significó que ellos podían poner el adelantamiento de los intereses espirituales en un lugar secundario. El tiempo que ellos tenían para probar que eran fieles y para ayudar a sus congéneres estaba limitado. Es por eso que el apóstol Pablo y otros trabajaron tan diligentemente durante su vida para hacer discípulos. Como resultado de su actividad celosa, para el año 61 E.C., las “buenas nuevas” se habían ‘predicado en toda la creación que está bajo el cielo.’ (Col. 1:23) ¿Reconoce usted con el mismo aprecio lo necesario que es probarse fiel, y dar testimonio a la verdad?
5 De modo que el proceder ante nosotros es claro. Nuestra vida debería armonizar siempre con el mandato de Jesucristo: “Manténganse despiertos, pues, en todo tiempo haciendo ruego para que logren escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre.” (Luc. 21:36) Sí, mantenga una excelente conducta, continúe amando a sus hermanos desde el corazón, y declare las “buenas nuevas” con el fin de que otros puedan unirse a usted y seguir fielmente en ‘el Camino.’ Que nada aparte su atención de esta importantísima meta... permanecer en ‘el Camino’ como testigo aprobado de Jehová Dios.