Siguiendo el ejemplo del Amo
1 Jesús amaba a la gente. Esto se hizo patente por su modo de vivir mientras estuvo en la Tierra. Él hablaba con la gente en todo lugar... a la orilla del mar, en las laderas de los montes, en ciudades, aldeas, sinagogas, calles, mercados y hogares. Hablaba a grandes multitudes, a individuos, a hombres y mujeres, a ancianos y jóvenes, a ricos y pobres. Él sabía que el mensaje que llevaba era vital. Era sustentador de la vida. (Juan 3:36) ¿Estamos siguiendo el ejemplo del Amo hoy día?
2 Jesús tenía gobierno de sí mismo. Era una persona organizada y confiable. (Luc. 21:37, 38) Para que podamos efectuar la mayor cantidad de trabajo posible, nosotros también tenemos que ser organizados. Debemos ser confiables y hasta cierto grado tener un horario personal. He aquí lo que dijo una madre de cuatro hijos, quien también tiene que efectuar trabajo seglar de media jornada: “Cuando mi hijo sale para la escuela como a las 7:20 de la mañana, hago los quehaceres domésticos y a veces comienzo a preparar la cena. Así, casi todos los días estoy preparada para el trabajo seglar o el servicio del campo. También trato de salir a predicar con mis hijos los fines de semana. Lo mejor para mí es tener un horario definido y estar resuelta a seguirlo, salvo en emergencias, más bien que tener la actitud de esperar para ver lo que pasa.” ¿Pudiéramos todos beneficiarnos del ejemplo de esta hermana?
3 Jesús también a veces sintió cansancio, sed y hambre. De vez en cuando se privaba de comer a fin de efectuar la obra de testificar. (Mat. 21:18; Juan 4:6, 7) ¿Somos nosotros abnegados en el servicio que rendimos? ¿Estamos deseosos de alcanzar metas razonables que nos hayamos fijado? Jehová no nos está pidiendo que seamos ascetas, ¿pero cómo puede fortalecernos el espíritu de Jehová si nunca nos esforzamos hasta el grado de necesitar Su ayuda?—Fili. 4:13.
4 Jesús fue afectuoso y amigable tanto con los extraños como con los seguidores íntimos de él. (Mat. 11:28-30; Juan 13:1; 15:11-15) Cuando vemos el sufrimiento físico y mental que la gente experimenta actualmente, ¿nos sentimos impulsados a compartir nuestra esperanza con la gente? ¿Podemos ver cabalmente la importancia de efectuar la obra de esparcir las buenas nuevas del Reino, de modo que sabemos que ésta es la única esperanza que la gente tiene? Además, ¿nos impulsa el amor que tenemos a nuestros hermanos a mostrarles amor y pasar por alto sus errores y peculiaridades, tal como quisiéramos que ellos nos mostraran amor y pasaran por alto nuestros errores y nuestras peculiaridades? ¿Estamos siguiendo el ejemplo del Amo a este respecto?
5 Jesús tomó en serio su asignación. Era considerado, pensaba en las demás personas y tomaba en cuenta el entendimiento limitado de su auditorio. (Mar. 4:33) ¿Se prepara usted cuidadosamente para el servicio del campo? ¿Ensaya lo que quiere decir? ¿Ha hallado útiles las sugerencias de Nuestro Servicio del Reino? ¿Trata de llegar al corazón de los individuos tal como lo hacía Jesús al instruir a otras personas? (Mat. 7:28, 29) Nuestros esfuerzos por continuar sirviendo fielmente traerán alabanza a nuestro Padre celestial y a su Hijo, nuestro Dechado.