BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • km 2/81 págs. 1-8
  • Sigan hablando la palabra de Dios con denuedo

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Sigan hablando la palabra de Dios con denuedo
  • Nuestro Servicio del Reino 1981
  • Subtítulos
  • Información relacionada
  • HABLANDO DENODADAMENTE HOY
  • Hablemos la palabra de Dios con valentía
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 2010
  • Imite a Jesús: predique con valor
    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 2009
  • ¿Predicamos con denuedo?
    Nuestro Ministerio del Reino 2000
  • Declare con denuedo las buenas nuevas
    Nuestro Ministerio del Reino 1990
Ver más
Nuestro Servicio del Reino 1981
km 2/81 págs. 1-8

Sigan hablando la palabra de Dios con denuedo

1 “Estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas.” (Mat. 28:20) Estas palabras de Jesús proveen gran estímulo para que los testigos de Jehová sigan hablando la palabra de Dios con denuedo.

2 En el primer siglo, los apóstoles de Jesús hablaron la palabra de Dios con denuedo. Se les había instruido acerca del reino de Dios y el papel que desempeñaba Jesús en el propósito de Dios. Sabían que delante de Dios tenían la responsabilidad de dar testimonio, y lo hicieron denodadamente. Ellos comprendían que se enfrentarían a persecución debido a que muchas personas se oponían al mensaje. Jesús había dicho a sus apóstoles que esperaran esto.—Juan 15:20.

3 Reconociendo el poderoso efecto que el mensaje tendría en la gente, los apóstoles y discípulos del primer siglo arriesgaron su vida para predicar el mensaje, de modo que todos pudieran escuchar acerca de Jesús. El capítulo cuatro de Hechos indica que los apóstoles se defendían vigorosamente delante de los gobernantes. Puesto que los apóstoles comprendían la importancia del mensaje, oraban encarecidamente a Jehová, pidiéndole que les diera fuerzas para seguir predicando. El Hch 4 versículo 29 dice: “Y ahora, Jehová, fíjate en sus amenazas, y concede a tus esclavos que sigan hablando tu palabra con todo denuedo.” ¿Qué sucedió entonces? El Hch 4 versículo 31 dice: “Y cuando hubieron hecho ruego, fue sacudido el lugar en que estaban reunidos; y todos sin excepción quedaron llenos del espíritu santo y hablaban la palabra de Dios con denuedo.” ¡Qué excelente la fe que mostraron!

4 El que hablaran con denuedo la palabra de Dios no significa que confiaran en sí mismos o fueran presuntuosos o tercos. Más bien, los movía el amor. Habían vencido sus temores y tenían confianza porque sabían que estaban haciendo la voluntad de Dios. Nosotros necesitamos ese mismo denuedo hoy día, y podemos hacernos la siguiente pregunta importante: ¿Desplegamos esa característica?

HABLANDO DENODADAMENTE HOY

5 ¿Qué significa hablar la palabra de Dios con denuedo? Quiere decir tener confianza, plena seguridad, en que Jehová apoya lo que estamos haciendo. Siendo ese el caso, hay tres razones por las que debemos ser denodados: (1) Sabemos que lo que enseñamos viene de la Biblia y es la verdad; (2) sabemos que estamos efectuando una obra que Jehová quiere que se haga y tenemos el apoyo de su espíritu; y (3) el amor genuino nos mueve a mostrar nuestra devoción a Jehová y a ofrecer así ayuda a nuestro prójimo.

6 Debido a la actitud apática de la gente hoy, a veces nos topamos con personas indiferentes cuando predicamos de casa en casa e informalmente. ¿Qué debemos hacer? Debemos seguir predicando denodadamente las buenas nuevas. Pudiéramos sentirnos tentados a retraernos cuando hablamos con personas indiferentes, pero al hacer eso, no estaríamos siguiendo el ejemplo de Jesús y los apóstoles en cuanto a hablar la palabra de Dios con denuedo.

7 En los días de Noé, la gente era indiferente y burlona. Se nos dice que esperemos una actitud similar hoy. Noé tenía la reputación de ser “predicador de justicia.” (2 Ped. 2:5) Tenemos que hablar la palabra de Dios con denuedo. Al hacerlo, demostramos nuestra fidelidad a Dios y nuestro amor al prójimo. Por medio de prepararnos bien para el servicio del campo podemos hablar denodadamente acerca del nombre de Dios y su reino a la gente que vive en nuestro territorio.

8 Mientras más adentro penetramos en el tiempo del fin, nuestra resolución debe ser seguir declarando las buenas nuevas y dando la advertencia divina. Jesús comenzó y terminó la obra que Jehová le encomendó. (Juan 17:4) ¡Que seamos como él, los apóstoles y los cristianos del primer siglo al ‘seguir hablando la palabra de Dios con denuedo’!—Hech. 4:29.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir