Reuniones de congregación—Parte 7. Logrando que las personas asistan a las reuniones
1 Después del derramamiento del espíritu santo sobre los discípulos de Jesús en el Pentecostés de 33 E.C., se establecieron congregaciones cristianas en un lugar tras otro. Ahora éstas constituían el pueblo sobre el cual Dios había puesto su espíritu, y se reunían con regularidad. (Hech. 2:1; 13:1) De igual manera, el pueblo de Jehová hoy día reconoce lo necesario que es asistir con regularidad a las reuniones de congregación. Queremos animar a todos los miembros de la congregación, al igual que a las personas de nuestro territorio que muestran interés en el mensaje bíblico, a que con regularidad se reúnan con nosotros.
2 En los Estados Unidos, durante el año de servicio de 1980, los promedios de asistencia a las cinco reuniones semanales fueron los siguientes: reunión pública— 124 por ciento; estudio de La Atalaya— 117 por ciento; Escuela Teocrática— 101 por ciento; reunión de servicio— 98 por ciento; y estudio de libro de congregación— 101 por ciento. ¿No es eso animador? ¿Cómo comparan con estas cifras los promedios de asistencia a las reuniones de su congregación? ¿Qué podemos hacer para animar aún a más personas semejantes a ovejas a reunirse con nosotros cada semana?—Heb 10:24, 25.
AYUDANDO A LAS PERSONAS QUE MUESTRAN INTERÉS
3 Con regularidad debemos dirigir la atención de los estudiantes de la Biblia a la organización, según se sugirió en Nuestro Servicio del Reino de abril de 1981. Cada semana podemos explicarles progresivamente la operación y función de la organización de Jehová, al igual que la de la congregación local. Explicar el propósito de las cinco reuniones semanales, la manera en que éstas se conducen, los libros de texto que se utilizan, etc. Para más sugerencias vea las páginas 216 a 220 del libro Capacitados para ser ministros.
4 Utilice bien las hojas sueltas que alistan las cinco reuniones y suministran la dirección del Salón del Reino. Superintendentes viajantes han expresado su preocupación porque en muchas congregaciones no hay existencias de estas hojas sueltas o los hermanos no están utilizándolas. ¿Tiene su congregación un suministro de éstas? Si no hay disponible hojas sueltas, el secretario puede pedirlas rápidamente. ¿Lleva hojas sueltas con usted y las deja en cada hogar siempre que sea posible? Se han relatado muchas experiencias de personas que han conocido la verdad debido a que recibieron una hoja suelta.
5 Continúe ayudando a las personas que se interesan en el mensaje y asistieron al Memorial en abril para que sigan viniendo al Salón del Reino. Nos alegramos cuando los nuevos vienen a las reuniones. Pero, ¿qué podemos hacer para ayudarles a reconocer lo necesario de reunirse regularmente con nosotros? Si ellos han de progresar espiritualmente, necesitan asociarse con regularidad con el pueblo de Jehová. Piense en la primera vez que usted asistió al Salón del Reino y recuerde qué fue lo que le impresionó. ¿Qué fue lo que hizo que usted deseara regresar? ¿No fue la amigabilidad de los que le dieron la bienvenida cuando usted entró? Ellos tomaron la iniciativa y se presentaron, lo cual hizo que usted se sintiera como en su casa. A medida que escuchaba la conversación de ellos quizás se haya dado cuenta de que muchos habían hecho esfuerzos extraordinarios para traer consigo a otras personas. Obviamente ellos eran personas felices que se interesaban en los demás y que se amaban unos a otros. Esto dejó en usted una impresión duradera. ¿Podemos mejorar en cuanto a saludar a los nuevos y hacer que se sientan bienvenidos?
6 ¿Suministra usted transportación a otras personas? Generalmente las personas que muestran interés están más dispuestas a asistir a las reuniones si hacemos arreglos definidos para pasar a recogerlas en su hogar cada semana y suministrarles transportación. Una hermana que ahora sirve con su esposo en el Betel de Brooklyn relató que en sus años de adolescencia, otros hermanos de la congregación solían recogerla en su hogar con regularidad y suministrarle transportación para asistir a las reuniones. Debido a los esfuerzos que hacían los hermanos, ella fue particularmente animada a asistir al estudio de libro de congregación todas las semanas, así como a otras reuniones. Al reflexionar en el pasado, ella se siente agradecida de que otros se interesaron personalmente en ella y la ayudaron a ir al Salón del Reino. ¿Pudiéramos nosotros personalmente hacer mayores esfuerzos para ayudar a otras personas a este respecto?
CÓMO PUEDEN AYUDAR LOS SIERVOS
7 Los ancianos y siervos ministeriales pueden contribuir mucho a despertar interés en las reuniones locales y ayudar a los publicadores y grupos de familia a apoyar la congregación. Deben visitar periódicamente a los hermanos en sus hogares para darles estímulo. (1 Pedro 5:2) ¿Pudieran hacerse mejores arreglos para ayudar a los enfermos y a los de salud débil a ir a las reuniones? ¿Qué hay de los que están débiles espiritualmente o los que no tienen transportación?
8 A menudo se puede despertar interés por medio de “abrir el apetito” de la congregación. Para ilustrar: Ponga en el tablón de anuncios una lista de las conferencias venideras. Además, se pueden mencionar el tema y el nombre del conferenciante cuando se den los anuncios de la localidad en la reunión de servicio. Los conductores de estudio de libro de congregación pueden mantener informados a los publicadores en cuanto a partes que han de considerarse en las reuniones, material que requiere preparación especial, etc. ¿Están ustedes, los siervos nombrados, haciendo todo lo que pueden a este respecto?
9 Todos nosotros deseamos participar de lleno en ayudar a otras personas a asistir a las reuniones. Esto resultará en que un número mayor de nuestros hermanos sean fortalecidos y animados en el futuro cercano.