Sostenidos por ‘el alimento al debido tiempo’
1 ¡Qué agradecidos debemos estar cada uno de nosotros por ‘el alimento al debido tiempo’ que Jehová nos suministra mediante su organización visible (Mat. 24:45)! Tal como el adquirir alimento material requiere trabajo, así, el obtener alimento espiritual exige esfuerzo. Especialmente hoy día, cuando cada vez se ejercen más presiones sobre todos nosotros, debemos ‘esforzarnos vigorosamente’ por satisfacer nuestras necesidades espirituales. (Luc. 13:24; 1 Ped. 2:2, 3.)
ASISTA REGULARMENTE A LAS REUNIONES
2 Para los cristianos, que quieren que en su vida se manifieste patentemente que dan la mayor importancia a los asuntos espirituales, el asistir regularmente a todas las reuniones de congregación es vital. Aunque la asistencia a las reuniones está mejorando, algunos publicadores a menudo faltan a las reuniones, especialmente a la Escuela del Ministerio Teocrático, a la Reunión de Servicio y al Estudio de Libro de Congregación. ¿Sucede esto en su congregación? ¿Cuáles son algunos de los factores que contribuyen a esto? ¿Qué pueden hacer los ancianos y los siervos ministeriales para ayudar a los demás publicadores a desarrollar más aprecio por las reuniones? ¿Cómo puede el resto de nosotros ayudar a los que no se están beneficiando plenamente de esta asociación cristiana? ¿Por qué debería cada uno de nosotros sentir la responsabilidad personal de asistir con regularidad a todas las reuniones semanales y participar en ellas? (Heb. 10:23-25.)
3 Se han dado muchas razones por las cuales algunos faltan a las reuniones. Hay quienes han dicho que las reuniones no son interesantes. Si un miembro de la familia no puede asistir, toda la familia decide quedarse en casa. Hay quienes permiten que el entretenimiento y la recreación les impidan asistir. Puede que el trabajar horas extras o el cansancio sean otros factores. Cualquiera que sea la causa, cada uno de nosotros debe considerar si su parecer tocante a la asistencia a las reuniones es tan espiritual como debería serlo. (Gál. 6:5; 1 Cor. 2:14-16.)
PROVISIONES PARA AYUDARNOS
4 Los ancianos y los siervos ministeriales desempeñan un papel clave en hacer que las reuniones sean instructivas e interesantes. El que ellos se preparen diligentemente ayudará a los concurrentes a reanimarse en lo espiritual (Isa. 32:1, 2). Los esfuerzos amorosos de ellos pueden crear en otros publicadores el fuerte deseo de estar presentes todas las semanas. Así como no preparamos a última hora una comida para la cual esperamos invitados, de igual manera los participantes en el programa deben, amorosamente, prepararse con cuidado y con anticipación. Todos pueden hacer su parte mediante aprenderse el nombre de los “invitados”, incluso el de los niños, y llamarlos por nombre. A medida que tomemos la iniciativa en saludar a diferentes personas y tener compañerismo con ellas, a nadie se le pasará por alto ni nadie sentirá que se le está excluyendo.
5 De vez en cuando es útil considerar cómo las reuniones de congregación nos sustentan en lo espiritual. Éstas fortalecen nuestra fe y nuestro amor. Engendran aprecio por otras provisiones espirituales. Crean en nosotros el deseo de hablar con otras personas acerca del ‘alimento al debido tiempo’ (Jer. 20:9). Contribuiremos a mejorar la calidad de nuestras reuniones si nos preparamos de antemano para ellas, si llegamos a tiempo a éstas, y si participamos en las mismas, a la vez que no hablamos ni cuchicheamos innecesariamente durante ellas. Como “invitados” esperaremos con anhelo toda oportunidad para ‘congregarnos tanto más’. (Sal. 122:1.)
AYUDE A OTRAS PERSONAS
6 Queremos estar prestos para ayudar a los que tienden a faltar a nuestras comidas espirituales. Puede que una visita amistosa los anime. Si estamos ocupados, una breve llamada telefónica les mostrará nuestro amoroso interés. El inquirir de manera discreta y amigable tal vez sea todo el estímulo que algunos hermanos y hermanas necesiten. Quizás necesiten transportación o alguien que los acompañe. Hable con aprecio acerca de los puntos que se han aprendido en las reuniones. ¡Pronto se darán cuenta de que realmente se están perdiendo algo importante! Sobre todo, el que nosotros mismos nos preparemos para las reuniones y asistamos consecuentemente a ellas puede ser “un ejemplo a todos los creyentes” que los incite a hacer lo mismo (1 Tes. 1:7). Que cada uno de nosotros se aproveche al máximo de esta oportuna provisión procedente de Jehová, a saber, las reuniones de congregación, y así obtenga el sustento espiritual del ‘alimento al debido tiempo’.