Hagamos las cosas necesarias para agradar a Dios
1 Lo más importante para nosotros es agradar a nuestro Creador, porque “Jehová está complaciéndose en los que le temen”. (Sal. 147:11.) Como Enoc, deseamos agradar al Dios verdadero. (Heb. 11:5.) Hay algunas cosas necesarias que tenemos que hacer. Entre estas se incluye el que nos ‘abstengamos de la sangre’, según el mandato divino registrado en Hechos 15:28, 29. Como usted recordará, este asunto se consideró hace poco en la Asamblea de Distrito de 1987 “Confianza en Jehová”.
2 Si se nos internara en un hospital, especialmente en caso de emergencia, pudieran desarrollarse circunstancias que someterían a prueba severa nuestra fe e integridad. A fin de disminuir las dificultades que pudieran surgir, es necesaria la preparación de antemano. Por ejemplo, es vital que siempre lleve consigo una tarjeta médica actualizada, debidamente llenada y firmada. Otra importantísima precaución es asegurarse de que haya informado a su médico con anticipación, si es posible, respecto a su posición o postura inalterable y no abierta a discusión en cuanto a la cuestión de la sangre.
HABLE CON SU MÉDICO
3 Ciertos informes muestran que algunos se han descuidado en cuanto a hablar con su médico antes que surja una emergencia. Aunque tal vez le hayan dicho que son testigos de Jehová, no explicaron con claridad su postura con relación al uso de la sangre, y no determinaron si el médico respetaría sus deseos o no. Si usted no ha hablado personalmente con su médico acerca de estos asuntos, debe hacerlo la próxima vez que lo consulte. Si le parece que no lo visitará en el futuro cercano, sugerimos que trate de hacer una cita tan pronto como le sea posible.
4 En la Asamblea de Distrito “Confianza en Jehová” se ofrecieron sugerencias prácticas sobre lo que debemos considerar con nuestro médico y cómo debemos hacerlo. Se recalcó que es necesario respetar la posición de los médicos y no ser antagonistas ni manifestar una actitud de superioridad. El abordarlos de esa manera negativa sería imprudente y contraproducente. En comparación con el médico, puede que nosotros seamos expertos en lo que toca a la Palabra de Dios, pero debemos darle a él la honra debida como experto en asuntos de medicina. (1 Ped. 2:17.) Sírvase no considerar tratamientos no médicos o que tengan que ver con la nutrición al explicarle nuestra postura en cuanto a la sangre. Sus opiniones personales sobre tales asuntos pueden hacer que el médico pierda de vista el hecho de que su posición respecto al uso de la sangre es principalmente bíblica.
QUÉ DECIR
5 La próxima vez que consulte a su médico, y antes de empezar a considerar la razón médica para la visita, dígale que usted tiene un asunto breve, pero muy importante, que quiere considerar con él. Entonces abarque los siguientes ocho puntos que se mencionaron en la asamblea “Confianza en Jehová”: 1) Que aprecia su habilidad como médico y la buena relación que usted tiene con él. 2) Usted tiene una convicción fundamental que es necesario que él conozca. 3) Por razones religiosas, de ninguna manera puede aceptar transfusiones de sangre, ni siquiera en caso de emergencia. 4) Usted sabe que esto puede crear complicaciones, pero no puede alterar esta postura ética. Espera que él ofrezca su mejor tratamiento dentro de esta limitación, como lo hacen muchos otros médicos. 5) Esto aplicará a cualquier otro médico que él haga que le atienda. 6) Usted aceptará cualquier riesgo que surja debido a esto y firmará formularios que libren de responsabilidad al médico, y pide que su postura se escriba en los registros de la oficina y del hospital. 7) Suminístrele un ejemplar del artículo reimpreso de una revista médica que se publicó en ¡Despertad! del 8 de noviembre de 1982, páginas 25 a 27. 8) Agradece la oportunidad de poder explicarle esto, lo cual es muy importante para usted ahora y en el futuro. Estos ocho puntos deben considerarse brevemente, con seriedad y aprecio, evitando la polémica. Su congregación habrá recibido ejemplares de este artículo médico reimpreso.
6 La experiencia ha demostrado que tales esfuerzos por adelantado con el fin de establecer buenas relaciones con los médicos e informarles con claridad su postura son sumamente útiles cuando surge una emergencia. Si presenta su posición determinada de manera razonable y respetuosa, es más probable que su médico sea comprensivo y esté dispuesto a cooperar. El que sigamos obedeciendo los mandamientos de Jehová le será agradable y resultará en que continuemos recibiendo Sus bendiciones.