Muestre confianza en Jehová por medio de servir de precursor
1 El poner los intereses del Reino en primer lugar requiere confianza en Jehová. (Sal. 56:11; Pro. 3:5; Mat. 6:33.) Tenemos que apartar nuestra mente de lo que el mundo considera importante y concentrarnos en los valores espirituales. Mientras que el mundo incita el deseo por cosas materiales, Jehová nos insta a estar contentos con las cosas que son realmente importantes. (1 Tim. 6:8; Fili. 1:10.)
2 Esto plantea un problema, especialmente para los jóvenes cristianos que quieren obedecer los mandatos de Jehová. Puede que en la escuela los maestros y condiscípulos ejerzan presión sobre ellos, pues consideran indispensable la educación superior a fin de tener éxito en la vida. Aunque reconocen que tienen necesidades materiales, muchos jóvenes cristianos muestran sabiduría al resistir esa presión y escoger como carrera el ministerio de precursor. Confían en las promesas de Jehová, y esperan en él para que atienda sus necesidades. (Sal. 62:2; 68:19; 1 Tim. 5:8; 6:9, 10.)
ANALICE SUS CIRCUNSTANCIAS PERSONALES
3 La Atalaya del 1 de mayo de 1983 animó a cada uno a preguntarse: “¿Puedo yo realmente justificar ante Jehová el que no sea precursor?”. Es obvio que en aquel entonces muchos no podían servir de precursor, pero no se desanimaron, pues sabían que el servicio de todo corazón, sin importar cuánto haga uno, siempre es aceptable a Jehová. (Miq. 6:8; 2 Cor. 8:12.) Luego, a medida que cambiaron las circunstancias personales de algunos, el considerar bajo oración ese artículo de La Atalaya de 1983 les permitió contarse entre los miles que han emprendido recientemente el servicio de precursor regular.
4 Si sus circunstancias personales le impidieron participar en el servicio de precursor cuando en 1983 se publicó la declaración antes mencionada, ¿han cambiado estas desde entonces? ¡El año pasado en los Estados Unidos se tramitaron más de 17.000 solicitudes para el servicio de precursor! Sin duda, muchos de los que solicitaron habían tenido el deseo de ser precursores, pero tuvieron que esperar a que sus circunstancias cambiaran.
5 En algunos casos, el cambio puede que tenga que ver con la actitud mental de uno respecto al servicio de precursor. O quizás requiera sencillamente tener un buen horario para el servicio. A veces se requiere un cambio en las responsabilidades y obligaciones personales para poder dar paso al servicio de precursor. Por eso, es bueno orar con regularidad a Jehová sobre este asunto y hacer una evaluación honrada de nosotros mismos y de nuestras circunstancias. Miles lo han hecho y ahora disfrutan de las bendiciones del servicio de precursor.
6 Si después de considerar con franqueza sus circunstancias halla que puede emprender el servicio de precursor en el futuro cercano, ¿por qué no empieza desde ahora a servir regularmente de precursor auxiliar? Es probable que en unos meses tenga revisitas y estudios bíblicos. Esto le ayudará a pasar sin dificultad al servicio de precursor regular, quizás antes de comenzar el nuevo año de servicio.
7 Jehová está efectuando cosas grandes en los últimos días del presente sistema inicuo. Ahora es el tiempo para acercarnos a él y bendecir su nombre “todo el día”. (Sal. 145:2; Sant. 4:8.) Si sus circunstancias se lo permiten y si reúne los requisitos para ello, permita que el servicio de precursor sea otra prueba de su confianza en Jehová. (Sal. 94:18.)