Aprovechemos la Escuela del Ministerio Teocrático de 1996. Parte 3
1 El apóstol Pablo deseaba que sus hermanos oraran por él para que se le otorgara la capacidad de hablar las buenas nuevas con denuedo. (Efe. 6:18-20.) Puesto que nosotros perseguimos ese mismo fin, apreciamos la ayuda que se nos brinda mediante la Escuela del Ministerio Teocrático. Se anima a todos los que asisten a las reuniones y llenan los requisitos a matricularse.
2 Los estudiantes recibimos consejo individual que nos ayuda a mejorar nuestra oratoria y enseñanza. (Pro. 9:9.) Pero también aprovechamos el consejo que reciben otros estudiantes. Al preparar una asignación, debemos estudiar con cuidado la información para estar seguros de que nuestra explicación es exacta. Las ideas principales y los textos que utilicemos deben encajar con el tema general. Si se nos asigna con otra persona, debemos ensayar con mucha antelación. Conforme progresemos, debemos procurar hablar de modo espontáneo, utilizando notas en vez de recurrir a la lectura de un escrito.
3 Todos los que tienen asignaciones en la escuela deben llegar temprano, dar al superintendente de la escuela su hoja de Consejo Oratorio y sentarse en las sillas delanteras. Las hermanas deben comunicar al superintendente de la escuela el marco que usarán y si estarán de pie o sentadas. La cooperación en estos aspectos permitirá un desarrollo fluido del programa y ayudará a los que atienden la plataforma a tener todo listo de antemano.
4 Cómo preparar la asignación núm. 2: Uno de los propósitos de la lectura de la Biblia es ayudar al estudiante a mejorar como lector. ¿Cuál es la mejor manera de lograrlo? Leyendo la información muchas veces y en voz alta. El asignado debe buscar en el diccionario las palabras cuyo significado desconozca. Algunos hermanos preparan esta asignación escuchando los casetes de la Sociedad.
5 Los padres pueden ayudar a sus pequeños a preparar la asignación de lectura, lo cual requeriría que los escucharan ensayar y les dieran recomendaciones. El tiempo asignado permite una breve introducción y una conclusión apropiada que haga resaltar el valor práctico de las ideas principales. De este modo el estudiante desarrolla su capacidad de hablar espontáneamente.
6 El salmista pidió en oración: “Oh Jehová, quieras abrir estos labios míos, para que mi propia boca anuncie tu alabanza”. (Sal. 51:15.) Que nuestra participación en la Escuela del Ministerio Teocrático nos ayude a satisfacer este mismo deseo.