COLOSENSES
Notas de estudio. Capítulo 1
Carta a los Colosenses. Al parecer, el título de este libro, como en otros casos, no formaba parte del texto original. Al consultar manuscritos antiguos, se ve que los títulos se añadieron más tarde, sin duda para que se pudieran identificar las cartas claramente. Ver la nota de estudio del título de 1Co.
De Pablo [...] y de nuestro hermano Timoteo. Aunque Pablo es el que escribe esta carta a los colosenses, incluye a Timoteo en los saludos iniciales. Timoteo estaba con él en Roma cuando se escribió esta carta alrededor de los años 59 a 61 de nuestra era, durante el primer cautiverio de Pablo. Él llama a Timoteo “nuestro hermano”, haciendo referencia a la relación espiritual que los unía. Parece que Timoteo, al igual que él, estuvo cautivo en Roma en algún momento durante ese periodo (Flp 2:19; Heb 13:23).
apóstol de Cristo Jesús. Ver la nota de estudio de Ro 1:1.
los santos. Ver la nota de estudio de Ro 1:7.
Colosas. Ciudad del suroeste de Asia Menor que en tiempos de Pablo formaba parte de la provincia romana de Asia (ver glosario, Asia, y apén. B13). Al estar situada en el valle del río Lico, se encontraba en una estratégica ruta comercial que unía algunas ciudades de la costa del mar Egeo con otras del este. Para el siglo primero de nuestra era, las poblaciones vecinas de Laodicea y Hierápolis también se habían convertido en ciudades importantes de la región. Colosas seguía siendo un conocido centro textil, famoso por su excelente lana teñida de un color púrpura rojizo llamado en latín colossinus. Las ruinas de la antigua Colosas, ubicadas a 4 km (2,5 mi) de la actual ciudad turca de Honaz, aún no han sido excavadas.
Que tengan bondad inmerecida y paz de parte de Dios nuestro Padre. Ver la nota de estudio de Ro 1:7.
Siempre le damos gracias a Dios [...] cuando oramos por ustedes. O quizás “Le damos gracias a Dios [...] orando siempre por ustedes”. Algunas Biblias conectan la palabra “siempre” con “darle gracias a Dios”, mientras que otras la conectan con el verbo “orar”. El texto griego puede entenderse de cualquiera de las dos formas.
Epafras. Fiel ministro cristiano de Colosas que visitó a Pablo durante su primer cautiverio en Roma. Parece que, para cuando escribió su carta a los colosenses, el apóstol todavía no había visitado Colosas (Col 2:1). Es probable que Epafras tuviera un papel clave en establecer la congregación allí (Col 1:6-8; 4:12, 13). Aunque Epafras es una forma abreviada del nombre Epafrodito, no hay que confundir a este Epafras con el Epafrodito de Filipos (Flp 2:25). Al Epafras mencionado en Colosenses también se lo menciona en Flm 23.
ministro. Ver las notas de estudio de Mt 20:26; 1Co 3:5.
en sentido espiritual. Lit. “en espíritu”. Esta expresión describe la clase de amor que demostraban los cristianos de Colosas. Se trata del amor que produce el espíritu santo en todos los que se dejan influir por él, un amor altruista y basado en principios (Gál 5:22).
conocimiento exacto. En este contexto, la expresión “conocimiento exacto” aparece dos veces: una en este versículo y otra en el siguiente. Pablo pide en oración que se llene a los colosenses del conocimiento exacto de Dios y de su voluntad. Para saber más sobre el término griego que se traduce como “conocimiento exacto”, ver la nota de estudio de Ef 4:13.
comprensión espiritual. Aquí se refiere a la comprensión de los asuntos espirituales que se consigue gracias al espíritu santo. Incluye el “conocimiento exacto” de la voluntad de Dios. La persona que tiene esta comprensión espiritual ve las cosas tal como las ve Jehová.
que se porten de una manera digna de Jehová. El verbo griego traducido aquí como “portarse” significa literalmente ‘andar’. En este versículo, Pablo lo usa con el sentido figurado de seguir un camino en la vida o comportarse de cierta manera. Y lo usa más veces en sus cartas con este mismo sentido (Gál 5:16; Ef 5:2; Flp 3:17, nota; Col 2:6; 3:7, nota; 4:5, nota; 1Te 2:12; 4:1, nota). Una obra de consulta explica que, en contextos como este, el verbo se refiere a ‘andar por un camino en la vida’. Este uso refleja expresiones de las Escrituras Hebreas. Por ejemplo, en 2Re 20:3, el rey Ezequías dice: “Oh, Jehová, por favor, te ruego que te acuerdes de que he andado fielmente en tus caminos”. Así que andar o portarse de una manera digna de Jehová significa vivir de un modo que honre su nombre y esté de acuerdo con sus justas normas. En 1Te 2:12 Pablo emplea unas palabras parecidas. Para obtener más información sobre el uso del nombre de Dios en este versículo, ver apén. C3 (introducción y explicación de Col 1:10).
la autoridad de la oscuridad. O “el poder de la oscuridad”, “el dominio de la oscuridad”. La noche antes de su ejecución, cuando fueron a arrestarlo, Jesús usó palabras parecidas al hablar del poder de la oscuridad que dominaba a sus enemigos (ver la nota de estudio de Lu 22:53). Aquí Pablo destaca la oscuridad espiritual que rodea a este sistema controlado por Satanás (Ef 4:18; 6:12; comparar con 2Co 4:4 y la nota de estudio).
trasladó. Aquí Pablo dice que los cristianos han sido rescatados de la oscuridad y ahora se encuentran en un lugar mucho mejor. Emplea el mismo verbo griego que en 1Co 13:2 (ver la nota de estudio). Algunos autores no bíblicos usan este término para hablar de poblaciones enteras que fueron reubicadas en otro lugar. Pablo les recuerda a los cristianos de Colosas la gran bendición que habían recibido al haber sido liberados del oscuro control de Satanás y trasladados a un reino inmensamente mejor.
al reino de su amado Hijo. Pablo está hablando aquí de un reino que ya existía en aquel momento, porque este versículo muestra que algunos cristianos ya habían sido trasladados a ese reino. Por lo tanto, no puede referirse al Reino mesiánico, un gobierno celestial que, según indica la Biblia, se establecería mucho tiempo después de los días de Pablo (1Co 6:9, 10; Ef 5:5 y la nota de estudio; 2Pe 1:10, 11; Ap 11:15; 12:10; comparar con Lu 19:11, 12, 15). Así que Pablo se refiere aquí a un “reino” diferente, compuesto de cristianos ungidos por espíritu que tienen la perspectiva de ser herederos del Reino celestial (Snt 2:5). En el Pentecostés del año 33 de nuestra era, Cristo se convirtió en Rey, o gobernante, del reino del que está hablando Pablo. Este reino espiritual seguirá existiendo en la tierra hasta el momento en el que el último cristiano ungido sea llevado al cielo. Cuando todos los cristianos ungidos hayan recibido su recompensa celestial, este reino espiritual de Cristo se quedará sin súbditos en la tierra, ya que todos ellos serán reyes con Cristo en el cielo (Ap 5:9, 10).
el primogénito de toda la creación. Es decir, el primer ser creado por Jehová Dios. En las Escrituras Griegas Cristianas aparece ocho veces el término griego para “primogénito” (prōtótokos). Y seis de ellas se refieren a Jesús. En la Biblia se usa normalmente el término “primogénito” con el sentido de ‘el primero que ha nacido en orden cronológico’, como un hijo primogénito. Jesús fue el “primogénito” o “primer hijo” de María, y por eso fue presentado en el templo como exigía la Ley de Jehová (Lu 2:7, 22, 23; Mt 1:25). En Col 1:18 (ver la nota de estudio) se emplea el mismo término griego al hablar de Jesús como “el primogénito de entre los muertos”, es decir, el primero en orden cronológico (comparar con Ro 8:29). De igual modo, el término “primogénito” se utiliza la mayoría de las veces en las Escrituras Hebreas con el sentido de ‘el hijo mayor de un padre’. Además, la Septuaginta emplea la palabra griega correspondiente en Gé 49:3, donde Jacob dice: “Rubén, tú eres mi primogénito” (ver glosario, primogénito). Hay quienes piensan que Jesús no fue creado. Y señalan que, en Col 1:15, el término “primogénito” tiene el sentido de ‘el más importante en rango’, y no quiere decir que Jesús sea parte de la creación. Por eso usan la traducción “el primogénito sobre toda la creación”. Aunque es cierto que Jesús es superior a todos los demás seres creados, no hay base para afirmar que el término “primogénito” tiene en este versículo un sentido diferente al habitual. En Ap 3:14 se da una idea muy parecida al llamar a Jesús “el principio de la creación de Dios”. Esto confirma que la frase “primogénito de toda la creación” tiene el sentido de ‘el primer ser creado por Dios’.
por medio de él todo lo demás fue creado. Dios utilizó a “su amado Hijo” (Col 1:13) para crear todas las cosas “en los cielos y en la tierra, las cosas visibles y las cosas invisibles”. Esto incluye a los demás hijos espirituales de Jehová, los millones de seres que forman su familia celestial. Y también incluye el universo físico (Gé 1:1; Da 7:9, 10; Jn 1:3; Ap 5:11). Jesús es el Hijo primogénito de Dios y el único creado directamente por él (Heb 1:6; ver las notas de estudio de Jn 1:14 y Col 1:15). Por lo tanto, es lógico pensar que Jehová estaba hablando con este Hijo primogénito cuando dijo: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza” (Gé 1:26).
todo lo demás. La traducción literal del texto griego podría ser “todas las cosas” (comparar con Versión interlineal griego español del Nuevo Testamento, Rafael Gutiérrez Escalante). Sin embargo, esta traducción podría dar la impresión de que Jesús no fue creado, sino que él es el Creador. Y esta idea no estaría de acuerdo con el resto de la Biblia, incluido el versículo anterior, donde se lo llama “el primogénito de toda la creación” (Col 1:15; comparar con Ap 3:14, donde se habla de Jesús como “el principio de la creación de Dios”). Además, el término griego para “todo” puede tener en algunos contextos el sentido de ‘todo otro’ o ‘todos los demás’. Por ejemplo, en textos como Lu 13:2; 21:29; Flp 2:21 se traduce como “todos los demás”. Esta traducción está de acuerdo con el razonamiento inspirado que emplea Pablo en 1Co 15:27 al hablar de Cristo: “Dios ‘sometió todas las cosas bajo sus pies’. Pero, cuando él dice que todas las cosas han sido sometidas, es evidente que esto no incluye a aquel que sometió a él todas las cosas”. Así que tanto las enseñanzas de la Biblia en conjunto como el sentido más probable del término griego empleado en este versículo respaldan que aquí se use la expresión “todo lo demás”. Comparar con la nota de estudio de Flp 2:9.
tronos, dominios, gobiernos o autoridades. Aquí Pablo está hablando de puestos de autoridad dentro de la organización de Jehová. Estos puestos existen entre los seres humanos imperfectos que sirven a Dios y también, como se indica aquí, entre sus siervos espirituales perfectos (Eze 10:15-17; Is 6:2; 1Co 6:3; Ef 3:10; Heb 13:17; Jud 8, 9). No es que Jehová simplemente haya permitido que existan los puestos mencionados en este versículo. Más bien, cada uno de ellos “fue creado” por él. Pero, aunque Dios les dio origen, su Hijo intervino activamente para establecerlos. Por eso, como fueron creados “mediante él [es decir, Jesús] y para él”, no puede tratarse de gobiernos humanos.
ha sido creado mediante él y para él. Aunque aquí se dice que Jesús, el Hijo primogénito de Dios, intervino en la creación de todas las cosas, la Biblia nunca lo llama Creador. En el versículo anterior se muestra que él es “el primogénito de toda la creación”, y en Ap 3:14 se lo llama “el principio de la creación de Dios”. En el capítulo 8 de Proverbios (donde se habla de Jesús como “la sabiduría” personificada) se explica que, después de ser creado, trabajó como “obrero experto” para Jehová (Pr 8:1, 22, 30). Y en Pr 8:22-31 se describe cómo intervino en la creación. Allí también se dice que este obrero experto de Jehová sentía mucha alegría al ver “la tierra, hecha [por Dios] para ser habitada, y les tenía un cariño especial a los seres humanos”. Esto ayuda a entender mejor por qué se dice en Col 1:16 que “todo lo demás ha sido creado mediante él y para él”.
la cabeza del cuerpo, que es la congregación. Tanto en Colosenses como en Efesios, Pablo compara la congregación cristiana a un “cuerpo”, que tiene a Jesús como cabeza (Ef 1:22, 23). De acuerdo con cierta obra, esta metáfora “no solo indica que el cuerpo tiene una unión vital con la Cabeza, sino también que la voluntad de la Cabeza se realiza mediante los miembros del cuerpo, que son sus instrumentos”. Además, Jehová ha nombrado a Jesús cabeza de un gobierno, al que Pablo llama el “reino de su amado Hijo” (Col 1:13 y la nota de estudio).
Él es [...] el primogénito de entre los muertos. Aunque en la Biblia se mencionan otros seres humanos que fueron resucitados antes que Jesús, él fue el primero en ser levantado de entre los muertos para vivir eternamente. Fue resucitado “en el espíritu” (1Pe 3:18) y recibió un puesto superior al que tenía en los cielos antes de venir a la tierra. Se le concedió tener inmortalidad e incorrupción, algo que no puede tener ningún ser humano con un cuerpo de carne y hueso. Jesús fue “elevado por encima de los cielos”, de modo que en todo el universo solo lo supera Jehová (Heb 7:26; 1Co 15:27; Flp 2:9-11). Y fue el propio Jehová quien lo resucitó (Hch 3:15; 5:30; Ro 4:24; 10:9).
hacer que toda la plenitud residiera en él. Jesucristo es la figura clave en el cumplimiento del propósito de Dios y ocupa el lugar más importante en la congregación. Para empezar, suministró “la sangre que él derramó en el madero de tormento” para reconciliar a la humanidad con Dios (Col 1:20). También les suministra a los cristianos todas las cosas (“toda la plenitud”) que necesitan para recibir instrucción y guía. Además, refleja a la perfección todas las cualidades de Jehová, entre ellas la sabiduría. Su ejemplo y sus enseñanzas son perfectos, así que no necesitan ser complementados con ninguna tradición o filosofía humana (Col 2:8-10). Por eso, los cristianos lo ven como su modelo y recurren a él en busca de instrucción.
reconciliar consigo mismo. El verbo griego que aquí se traduce como “reconciliar” tiene el significado básico de ‘cambiar’ o ‘intercambiar’. Con el tiempo adquirió el sentido de ‘cambiar de una relación de enemistad a una de amistad’. En este versículo, Pablo explica que la reconciliación con Jehová se consigue “mediante la sangre que él [es decir, Jesús] derramó en el madero de tormento”. Gracias a esto, los seres humanos podrán recuperar la armonía con Dios. Y este cambio en su relación les permitirá volver a ser sus amigos. Ver las notas de estudio de Ro 5:10; 2Co 5:18, 19.
tanto las cosas en la tierra como las cosas en los cielos. Pablo está hablando aquí de todas las personas que se reconcilian con Dios gracias a la sangre que Cristo derramó en el madero de tormento. “Las cosas en los cielos” son los cristianos ungidos por espíritu, que son llamados para reinar con Cristo en el cielo. Son “participantes de la llamada celestial” (Heb 3:1) y “reinarán sobre la tierra” como coherederos con Cristo en el Reino de Dios (Ap 5:9, 10). “Las cosas en la tierra” son los seres humanos que se reconcilian con Dios y que vivirán en la tierra como súbditos de este gobierno celestial (Sl 37:29). Ver la nota de estudio de Ef 1:10.
madero de tormento. O “madero de ejecución”. Ver glosario.
se han predicado en toda la creación que está bajo el cielo. Con estas palabras, Pablo no quiere decir que las buenas noticias se habían difundido literalmente por todos los rincones del planeta. Tan solo está haciendo una afirmación general de lo lejos que había llegado el mensaje del Reino (Ro 1:8; Col 1:6). Para cuando Pablo les escribió a los colosenses, ese mensaje ya era bien conocido por todo el Imperio romano e incluso más allá de sus fronteras. De hecho, casi 30 años antes, algunos judíos y prosélitos que se hicieron cristianos en el Pentecostés del año 33 de nuestra era llevaron consigo el mensaje al menos a lugares tan lejanos como Partia, Elam, Media, Mesopotamia, Arabia, Asia Menor, las regiones de Libia cerca de Cirene, y Roma. Estos lugares componían todo el mundo conocido por los lectores de Pablo (Hch 2:1, 8-11, 41, 42). Sin embargo, el propio Pablo muestra en el capítulo 15 de Romanos que sus palabras no debían tomarse al pie de la letra. Allí dice que las buenas noticias aún no se habían predicado en España, uno de los “lugares sin abarcar” de aquel entonces (Ro 15:20, 23, 24).
su cuerpo, que es la congregación. Ver la nota de estudio de Col 1:18.
el secreto sagrado. Esta expresión aparece varias veces en la carta de Pablo a los colosenses (Col 1:27; 2:2; 4:3). Ver las notas de estudio de Mt 13:11; 1Co 2:7; Ef 1:9.
los sistemas pasados. O “las eras pasadas”. Ver glosario, sistema.
completas. O “maduras”, “perfectas”. Comparar con 1Co 2:6 y nota.