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  • Paz en el Lejano Oriente... ¿cuándo?

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  • Paz en el Lejano Oriente... ¿cuándo?
  • ¡Despertad! 1970
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¡Despertad! 1970
g70 8/5 págs. 17-26

Paz en el Lejano Oriente... ¿cuándo?

ASAMBLEAS “PAZ EN LA TIERRA” DAN RESPUESTA

EN MUCHOS países del Lejano Oriente hay considerable fermento social. Las ideas modernas y las tradiciones antiguas chocan entre sí. La mano del materialismo y su modo de vivir llama a millones de personas de la vida sencilla en las granjas a las ciudades enormes. Parece que se está desvaneciendo la tranquilidad que el Oriente ha conocido por siglos.

Se añaden al trastorno social las tensiones políticas que producen temor e inquietud. La mayoría de los países tienen sus dificultades domésticas. En algunos hay enemistades tribuales que estallan sangrientamente de vez en cuando. Hay, sobre todo, la amenaza creciente de la potencia nuclear de China.

¿Pueden la paz y la actitud de amar la paz triunfar en esta parte del mundo? ¿Es posible que los grupos nacionales y tribuales encuentren alguna esperanza común que sea lo suficientemente fuerte como para relegar todos los puntos en cuestión que ahora los dividen a un lugar de menos importancia? ¿Pueden reunirse y hallar razón para confiar y ayudarse mutuamente a lo largo de una senda que lleve a la paz?

A fines del año 1969 muchas personas del Lejano Oriente comenzaron a tener razón para esperar que la respuesta a esas preguntas sea afirmativa. ¿Cómo sucedió eso? Fue el impacto de las Asambleas Internacionales “Paz en la Tierra” de los Testigos de Jehová en centros urbanos grandes del Oriente. De ciudad tras ciudad vinieron informes que hablaban del interés, sí, del asombro que mostraron multitudes que hasta ahora han tratado muy a la ligera a los Testigos. Para comprender plenamente estos desenvolvimientos será provechoso considerar lo que aconteció en las ciudades de asamblea.

Corea del Sur aprende acerca de la paz duradera

La asamblea que se celebró en Seúl, la capital de Corea del Sur, es un caso a propósito. En las sesiones de la primera tarde, más de 14.500 personas escucharon el discurso “Defensores leales de la Palabra de Dios.” Gozosamente aceptaron el nuevo libro ¿Es la Biblia realmente la Palabra de Dios? en coreano, que fue presentado por el orador al terminar su conferencia.

Como se recalcó tanto por el discurso como por el libro, “no es el cristianismo basado en la Biblia, sino la cristiandad con sus iglesias divididas quien tiene que cargar la culpa por causar prejuicio contra la Biblia en millones de personas,” impidiendo así que esas multitudes consigan paz con Dios. Sin esa paz no puede haber verdadera paz entre los hombres y las naciones.

Aquí, como en todas estas asambleas de la zona del Pacífico, la presencia de uno o más de los oficiales de la central de Brooklyn de la Sociedad Watch Tower avivó el interés de los asambleístas.

Muchas fueron las experiencias interesantes que se oyeron entre los delegados. Por ejemplo, un Testigo dijo que había sido soldado del ejército de Corea del Sur y había estado recibiendo entrenamiento en cuanto a proyectiles en los Estados Unidos cuando por primera vez oyó del mensaje de paz de la Biblia. Ahora, en vez de apuntar proyectiles mortíferos a grandes poblaciones urbanas, es un defensor de la paz entre los pueblos de todas las naciones y razas.

El lunes por la tarde, un discurso descollante fue el intitulado “Paz con Dios en medio de la ‘tribulación grande.’” ¡Ah, sí, paz con Dios es la necesidad importante en un mundo sin paz! Un auditorio atento aprendió que éste es el tiempo más oportuno de todos para familiarizarnos con el Dios que siempre vive y que lleva el nombre de Jehová. El familiarizarse así es la clave, no para una paz mundial superficial, sino para una paz duradera estable entre los hombres.

La cantidad de bautizados en esta asamblea como discípulos del “Príncipe de paz” fue de 1.511... ¡15 por ciento del número total de Testigos en Corea! Los que miraban desde la ladera que se elevaba al lado de la piscina en que se celebró el bautismo podían ver, más allá de esta escena pacífica, un terreno para desfiles donde había soldados haciendo ejercicios. ¡Qué contraste!

En Corea, donde solo había ocho Testigos en 1949, ahora hay más de 10.000. Estos han encontrado paz con Dios. A pesar de las agresiones, infiltraciones, tiroteos y matanzas a lo largo de la frontera septentrional del país, condiciones que mantienen en un estado de temor a la mayoría de los coreanos del sur, aquí se celebraba una asamblea que hacía destacar la fe en la Palabra de Dios y señalaba a la fuente de paz por la que abogaba.

Embajadores de paz en el Japón

Antes de concluir la asamblea de Seúl había comenzado otra reunión feliz en el Estadio Korakuen Cycling, en Tokio. El mismo programa recibió prominencia especial en todas estas Asambleas “Paz en la Tierra.” Cuando se considera que en el Japón hay un total de 7.843 Testigos, es asombroso que a la mayoría de las sesiones celebradas en Tokio asistieran de 10.000 a 12.000 personas. Más asombroso todavía es el hecho de que 1.200 de estos Testigos japoneses, habiendo puesto sus ocupaciones seglares en segundo lugar, están empleando un mínimo de cien horas cada mes en esparcir el mensaje de paz de la Biblia.

Fue un acontecimiento gozoso el que 798 personas se presentaran como candidatos para el bautismo... entre ellas un muchacho de diez años y un profesor auxiliar de una de las universidades del Japón. El muchacho, el único miembro de su familia interesado en el estudio bíblico, explicó que había obtenido el permiso de sus padres y de su maestro para venir a la asamblea de Tokio.

Una Testigo joven, que había sido perseguida por padres incrédulos hasta verse obligada a salir de su casa e irse a otra ciudad para hallar empleo, estuvo presente en esta asamblea. La madre, al enterarse de la asamblea que se había de celebrar en Tokio, decidió asistir con el objeto de hallar a su hija. Bueno, quedó tan favorablemente impresionada por lo que oyó y vio que trajo a su esposo al estadio al día siguiente. Ahora han encontrado a su hija, y ellos también desean estudiar la Biblia y hallar la paz con Dios.

En la sesión de conclusión el auditorio se deleitó al saber que pronto se comenzaría a trabajar en la publicación de la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas en japonés. ¿Por qué se deleitaban de tal modo? Porque ahora la gente del Japón podría leer por sí sola en idioma claro y entendible la Palabra de Dios, y así aprender el camino a la paz con su gran Autor. También se recibió con aplauso entusiástico el anuncio de que la oficina de sucursal de la Sociedad en Tokio ya había resultado demasiado pequeña, y que se habían puesto en marcha planes para tener propiedad más ensanchada fuera de la ciudad.

Fue una asamblea notablemente pacífica... tanto más al contrastarse con el amotinamiento que arrolló a Tokio solo dos días después, cuando el transporte público quedó paralizado, sesenta personas resultaron heridas y 1.500 amotinados fueron arrestados. Para muchos fue consolador aprender que un reinado de paz de mil años es la promesa que ofrece el Dios de la Biblia, cuyas promesas jamás fallan.

Taiwan oye buenas nuevas de paz

La escena cambia ahora al salón de asamblea en el Centro Nacional de las Artes de Taiwan, en Taipei. Esta isla y plaza fuerte de los chinos nacionalistas sería la siguiente que oiría acerca de la “paz en la Tierra” por medio de la asamblea internacional que se había fijado para su ciudad capital en las fechas del 18 al 21 de octubre inclusive.

Puesto que los Testigos no son tan bien conocidos aquí como en otras partes del Oriente, el aspecto internacional de la asamblea sirvió mucho para darle a la gente local un punto de vista más amplio de la organización de los Testigos. Vinieron delegados de otras ocho naciones, además de representantes de los tres grupos étnicos principales de Taiwan... chinos, taiwanos y amis. El Asia Meridional también estuvo bien representada... Singapur, Indonesia, Malaysia y las Filipinas.

Un nuevo libro en chino, una edición en rústica de “Tu palabra es una lámpara para mi pie,” se presentó en esta asamblea. Su tema: La Palabra inspirada de Dios establece el modelo de acuerdo con el cual la organización que practica la adoración verdadera tiene que organizarse y trabajar. Este es el camino hacia el logro pacífico y unido. Esta publicación había sido impresa en Taiwan y entregada en el lugar de la asamblea solo cuarenta y ocho hora antes de ser presentada a una muchedumbre agradecida.

Luego vino el drama bíblico intitulado “Fortalézcanse para mantener la integridad.” Este se representó vívidamente en la plataforma. Mostró cómo cada parte de la armadura espiritual que se describe en el Efe. capítulo seis del libro bíblico de Efesios 6 es esencial para los que quieren permanecer leales al Dios de paz y así recibir su buena voluntad. ¡Cuánto agradecieron todos el que, en un país azotado por serias diferencias políticas, Jehová hubiera provisto una asamblea pacífica y edificante como muestra por anticipado de lo que ha de venir... un tiempo en el cual toda la Tierra, incluso Taiwan, estará en paz!

Buenas nuevas anunciadas en Hong Kong

El 17 de octubre los asambleístas comenzaron a llegar a la colonia de la corona británica de Hong Kong, con sus edificios altos y población fecunda, emperchada precariamente en el litoral de la China comunista. Los Testigos locales comenzaron a percibir el tono internacional de la asamblea cuando treinta y cinco delegados de Singapur y Malaysia llegaron al Aeropuerto de Kai Tak. Fueron recibidos y llevados directamente a los alojamientos que se habían conseguido en las casas de sus hermanos y hermanas espirituales en Hong Kong.

El discurso público se pronunció el segundo día. La asistencia más grande hasta entonces había sido de 303 personas. Para gozo de todos los presentes, la cifra aumentó a 678 al presentarse el discurso público “La paz de mil años que se aproxima.” ¡Eso quiso decir que una y media veces más personas que el número total de Testigos locales se interesaban en aprender acerca de la provisión de Dios para “paz en la Tierra”!

El lunes, la presentación de la edición en inglés de ¿Es la Biblia realmente la Palabra de Dios? alegró mucho a los asambleístas. ¿No era maravilloso tener algo que tratara las objeciones que hacen surgir científicos, historiadores y críticos religiosos? La prueba convincente de que la Biblia es de origen divino hace mucho más imperativo que sus principios sanos sean puestos en práctica con la mira de alcanzar paz y unidad.

Una gira conducida para provecho de los delegados occidentales los llevó a ver desde lejos el territorio comunista... la Cortina de Bambú. Vieron, como barrera, una cerca de alambre y un río angosto. ¿Penetrará allí el mensaje pacífico de la Biblia? Penetrará, si ésa es la voluntad de Jehová, porque es a toda la Tierra buena de Dios a la cual él pronto traerá paz y justicia eternas a su modo.

Hong Kong verdaderamente participó en la publicidad reveladora concomitante a las Asambleas “Paz en la Tierra.” Sin duda muchas personas humildes quedaron impresionadas por la unidad y paz tan manifiestas entre los adoradores de Jehová, y que tanto falta entre la población en general.

Esperanza extendida a los filipinos

La República de Filipinas tiene sus propias dificultades internas, como las tienen la mayoría de los países. Las elecciones casi siempre se efectúan con el acompañamiento de violencia y matanzas. De hecho, la central de la guardia civil en Manila informó que en el período de ocho semanas antes de las elecciones de noviembre cincuenta y nueve personas habían sido muertas violentamente y sesenta heridas.

¿No fue apropiado, entonces, que una Asamblea “Paz en la Tierra” de los Testigos de Jehová se programara para Manila, del 22 al 26 de octubre? Pero ningún estadio individual sería adecuado para la gran muchedumbre que se esperaba. ¡Pues, la cantidad de Testigos en el país había aumentado en los últimos diez años de 30.077 a 49.257! De modo que se hizo un contrato para usar el Complejo Atlético Memorial Rizal, que se compone de un estadio de fútbol con una capacidad de 30.000 y un estadio de béisbol que tendría capacidad para 20.000. Esto dio buenos resultados, porque el estadio más pequeño se pudo usar para las sesiones que se celebraron en el idioma tagalo, mientras que una plataforma doble en el estadio de fútbol sirvió para los otros dos grupos de idiomas principales... el iloko y el cebuano. También se suministraron reuniones para los que hablaban hiligaynon, pangasinán, bicol y samareno-leyte.

El sábado por la mañana, después de un discurso que dio énfasis al hecho de que es necesario dedicar la vida de uno sin reservas a Jehová Dios como el primer paso hacia estar en paz con él, 1.835 personas se sometieron al bautismo ante una muchedumbre de testigos. Esto además de 6.381 que habían dado este paso en las Filipinas durante el año que terminó el 31 de agosto de 1969.

Más de 40.000 personas asistieron a las sesiones del domingo por la mañana. Después, al acercarse la tarde, los estadios comenzaron a llenarse. Cuando todos los asientos estuvieron ocupados, las personas que estaban en la calle siguieron entrando y sentándose en la grama delante de la plataforma. Mientras se presentaba al orador, era maravilloso ver a esta enorme muchedumbre que aguardaba atentamente. Evidentemente estaban deseosos de aprender acerca del reinado de paz de mil años que el reino de Dios mediante Cristo traerá a los que son dignos de entre la humanidad. ¡Resultó que hubo 64.715 personas presentes... algo que sobrepasó por mucho todo lo que se esperaba!

Se podían oír comentarios favorables sobre esta asamblea en todas partes. Un escritor del Evening News (Manila) del 24 de octubre comentó: “Todavía tenemos que ver una asamblea en este país que sea tan ordenada e impresionante como la que están celebrando actualmente miembros de los testigos de Jehová. . . . En contraste con las conocidas convenciones políticas, los delegados se comportan bien, son ordenados y están atentos a sus oradores que [los] exhortan a permanecer en la fe en medio de los trastornos mundiales.”

Verdaderamente esta asamblea hizo que se diera mucha alabanza al nombre de Jehová. Fue como dirigir una ciudad grande durante cinco días... una ciudad libre de rivalidades, desórdenes y riñas. El pueblo de Manila disfrutó de una vista por anticipado de la verdadera “paz en la Tierra” que se promete que llegará a ser una realidad pronto durante el reinado de mil años de Cristo.

Penetración pacífica en Papuasia

Precisamente en la zona de la maleza, a unos veintidós kilómetros de Port Moresby, tuvo que edificarse una población entera para proveer instalaciones adecuadas para otra asamblea. Los nativos papúas, usando materiales de la maleza al alcance, pronto convirtieron los planes en realidad.

Usando fogatas al aire libre, se prepararon comidas para los delegados... 6.500 comidas en total durante la reunión de cuatro días en esta isla. Para los forasteros fue asombroso observar a personas de sesenta y cuatro diferentes grupos de idiomas comer, vivir y adorar juntas en paz. Estos asambleístas realmente disfrutaron de una paz y felicidad que no tiene igual en ningún otro grupo. No hace mucho tiempo, de hecho, Papuasia celebró una Semana de Juegos para la zona del Pacífico del Sur, y se construyeron edificios especiales para alojar a visitantes de Nueva Guinea y otros lugares. Sin embargo, debido al temor y la desconfianza que existen entre los diversos grupos tribuales, estos edificios apenas se utilizaron.

Las sesiones del programa se presentaron en inglés, melanesio-pidgin y motu. Los medios noticiosos locales dieron excelente reportaje periodístico. La asistencia fue de aproximadamente 1.000 personas cada día. Los papúas y los isleños de todas partes mostraron vehemente interés en la esperanza bíblica de “paz en la Tierra” y en que vendría con alivio para sus temores y dificultades.

Es difícil comprender que en fecha tan tardía como la de 1952 solo había un Testigo en todo el territorio que atiende la sucursal de Papuasia de la Sociedad Watch Tower. El año pasado se alcanzó un máximo de 1.481 Testigos activos. Esta asamblea suministró un excelente trampolín desde el cual esparcir aun más extensamente a través del Pacífico del Sur la magnífica esperanza de una paz eterna por el reino de Dios.

Mensaje de esperanza “allá abajo”

El 26 de octubre fue un día singular con relación a las Asambleas “Paz en la Tierra” en la zona del Pacífico. Era el día final de la asamblea de Manila, el penúltimo día de la asamblea de Port Moresby y el día de apertura de una asamblea de seis días en los Terrenos de Exhibición de la ciudad de Melbourne, Australia. De todo el país vinieron los asambleístas, algunos de los cuales habían viajado de 4.000 a 5.000 kilómetros de ida solamente para llegar allí. También, hubo centenares de delegados de ultramar.

Tan internacional fue la asamblea que hubo que hacer arreglos para tener reuniones para los que entendían finlandés, griego, alemán, italiano, polaco y croata. Las barreras del idioma no los dividieron ni de ninguna manera impidieron que personas de todas esas naciones disfrutaran de unidad y paz ahora. Se organizaron dos sesiones especiales, usando conferencias, experiencias y transparencias fotográficas, para provecho de los visitantes occidentales... éstas representaron el progreso de la obra del Reino en Australia desde su comienzo.

Se manifestó interés vehemente en las distancias tremendas a través de territorio escasamente poblado que se tiene que abarcar para alcanzar a la gente con las buenas nuevas de paz. Un Testigo de tiempo cabal había abarcado unos 160.000 kilómetros con su camión de servicio público en los pasados tres años y medio. Su territorio abarca unos 777.000 kilómetros cuadrados. En este campo alcanza a muchos de los aborígenes. Para vencer a cierto grado el problema del analfabetismo, lleva consigo transparencias y fotografías a colores para explicar a estos nativos de corazón sincero y honrado cómo ellos también pueden disfrutar de paz con el Creador Todopoderoso.

Un auditorio de más de 25.000 personas oyó el discurso final en la asamblea de Melbourne. En esta ocasión el orador hizo notar que la paz había prevalecido en esta asamblea y todas las otras asambleas internacionales que habían celebrado los Testigos este año. Esto sin duda se debía a la fuerza unificadora de la Palabra de Dios aceptada en corazones honrados. También se debía a la convicción que se tenía de que pronto se realizará a grado cabal la promesa de Dios de que habrá una paz que abarcará toda la Tierra. El pensamiento que dominaba en la mente de los asambleístas mientras iniciaban lo que iba a ser para muchos un largo viaje a casa era éste: Ellos buscarían y mantendrían la paz los unos con los otros y con todos los hombres, y, sobre todo, con Jehová su Dios.

Nuevas de paz para Nueva Zelanda

El Parque de Carreras Alexandra, de Auckland, normalmente está lleno de muchedumbres impacientes... gente resuelta a ganar una apuesta, personas a quienes no les importa nada el tirar basura por todos lados. Pero el 4 de noviembre en este hipódromo se vio a una muchedumbre de una clase diferente. No había empellones, no había gritos ni se fumaba. Era la Asamblea Internacional “Paz en la Tierra” de los Testigos de Jehová.

La población principal de la población de Nueva Zelanda tiene antecedentes europeos, mientras que considerablemente menos del 10 por ciento son maoríes, polinesios de raza. Pero sin importar el origen racial, muchos neozelandeses están aceptando gozosamente la Palabra de Dios como la base de su fe, y se están regocijando con la esperanza del Reino de paz eterna. Autos y autobuses llenos trajeron delegados al hipódromo en el día de apertura, de modo que para la tarde la asistencia había llegado a 7.115... lo cual ya era 1.000 más que la asistencia máxima que hubo en la última asamblea internacional que se celebró aquí en 1963.

El hermoso diseño de la plataforma incluyó las palabras maoríes de bienvenida, HAERE MAI, con esbozo floral. Hace muchos años casi todos los maoríes llegaron a ser cristianos nominales, aunque en muchos casos todavía se adherían a ideas paganas tradicionales como la del tabú. Pero ahora muchos de ellos han llegado a ser estudiantes sinceros de la Biblia y participan con regularidad en extender el mensaje de paz como testigos de Jehová. Uno de ellos, que fue entrevistado en la plataforma, dijo que de los 200 de sus parientes que son Testigos, 193 estaban presentes allí.

“Buscando la buena voluntad de Dios” fue el tema de un discurso el viernes por la mañana. Señaló el camino para los que desean estar en paz con Dios... el camino de la dedicación. En realidad, muchos más neozelandeses y otros habían dedicado su vida a Dios, porque inmediatamente después de esta conferencia 421 candidatos para el bautismo fueron llevados en autobuses a la grande y calentada Piscina del Monte Edén y fueron sumergidos allí en agua.

La belleza paradisíaca de estas islas hizo recordar aquel tiempo de la historia en el cual la primera pareja humana disfrutó de paz con Dios en el paraíso de Edén. ¡Cuán adecuado, entonces, el título de la conferencia pública que recibió extensa publicidad en esta asamblea... “El camino de regreso a la paz en el Paraíso”! ¡Cuánto se emocionó el auditorio de 8.400 personas a medida que texto tras texto de la Biblia se explicaba, mostrando cómo y cuándo será restaurada aquella condición paradisíaca!

El marco pacífico, el programa edificante y la organización práctica de todos los arreglos de la asamblea, sirvieron mucho para atraer a los asambleístas a unidad más estrecha los unos con los otros y con la congregación mundial de Dios... especialmente por medio de conocer personalmente y oír experiencias de compañeros Testigos de tantos otros países. Todos tuvieron una convicción más profunda de que Jehová verdaderamente está haciendo prosperar a su pueblo con paz y abundancia espiritual. Se sienten animados y refrescados para seguir extendiendo las buenas nuevas de paz a otras personas sinceras que anhelan que el reino de Dios establezca la paz global.

Las islas se pueden regocijar

“Regocíjense las muchas islas,” es una invitación bíblica que se puede repetir con aun mayor fuerza hoy en día. (Sal. 97:1) Las islas lejanas del Pacífico ciertamente pudieron responder a esa invitación durante el período del 9 al 12 de noviembre de 1969, cuando se estuvieron celebrando simultáneamente asambleas en Suva, Fidji, y Papeete, Tahití. El inglés fue el idioma que se usó principalmente en la primera asamblea, mientras que el francés y el tahitiano se usaron en las otras.

Aunque todas esas islas deberían ser escenas de contentamiento feliz, esto de ninguna manera es así. En Fidji en particular hay una corriente escondida de sentimiento racial divisivo. Los inmigrantes indígenas y la población nativa desconfían los unos de los otros. Por otra parte, los que han hecho la paz con Dios y que están unidos como testigos suyos trabajan juntos felizmente en predicar las buenas nuevas de paz a otros. El ambiente que reinó en estas reuniones reflejó esto.

En Suva un auditorio atento de 1.621 personas oyó el discurso público y se regocijó al aprender que el propósito de Dios de establecer paz en toda la Tierra se realizará pronto. También hubo unos cuarenta minutos de canto deleitable por tres grupos corales separados, cada uno en su estilo tradicional... uno de Fidji, uno de Samoa y uno de Tonga. ¡Qué magnífico fue oír este talento nativo de combinar voces usado para proclamar las alabanzas del Único que es digno... Jehová, el Dios de la paz!

Un fidjiano nativo expresó lo que sin duda fue el efecto que tuvo esta asamblea en los que compartieron sus muchas bendiciones: “¡Mis cuadernos de apuntes están llenos y mi mente está por estallar con todo lo que he oído y visto en esta asamblea! ¡Explotaré si no empiezo pronto a hablar a otros acerca de estas cosas!”

La Asamblea “Paz en la Tierra” en Papeete, Tahití, fue un magnífico acontecimiento, también, no solo para los Testigos locales, sino para los isleños en general. Fue la primera asamblea internacional que celebraron aquí los testigos de Jehová, y fue la primera asamblea que necesitó mayores instalaciones que las que podría ofrecer un Salón del Reino. La sala de conferencias que se conoce como Salle de Basket, en el Estadio Fautaua, fue el lugar que se contrató. En realidad hubo muchos delegados más de otros países que los que son Testigos en Tahití. La prensa local tomó nota del hecho de que habían llegado representantes de otros doce países de alrededor del mundo, y luego pasó a explicar lo siguiente: “Para los Testigos de Jehová, lo principal es mostrar que la Biblia aplica a la vida cotidiana del individuo, a los jóvenes así como a los padres. . . . Según la cronología bíblica, este milenio de paz [el tema del discurso público] —entre los hombres mismos y también entre los hombres y los animales— no está muy lejos, sino solo a unos cuantos años más. ¿Quién no quiere creer en la paz?”

Los tahitianos realmente disfrutaban de los dramas bíblicos que se presentaban en la plataforma, pues fue en uno de éstos, intitulado “Fortalézcanse para mantener la integridad,” que el auditorio llegó a un máximo de 610 personas. Efectos de alumbrado a colores hicieron la acción más apegada a la realidad. Los espectadores aprendieron lo importante que es usar todas las provisiones de asociación cristiana y estudio bíblico disponibles a fin de tener la fuerza espiritual que se necesita para permanecer en paz con Dios en medio de un mundo desaforado.

Un empleado del aeropuerto, aunque está acostumbrado a ver todos los días la hospitalidad y la bienvenida florida que comúnmente se da a los visitantes, quedó profundamente impresionado por lo que presenció en esta ocasión. Dijo: “Realmente estoy conmovido al ver cómo una fe puede mantener tan unida a gente que ni siquiera se conoce. Todos deberíamos ser testigos de Jehová, porque por su amor ustedes son diferentes de los demás de nosotros.”

Hawai da la bienvenida a delegados de la paz

La moderna ciudad de Honolulú en su hermoso marco insular fue la siguiente ciudad que recibió delegados a una Asamblea “Paz en la Tierra.” El mismísimo primer día, el 11 de noviembre, el Centro Internacional de Honolulú estuvo atestado con una muchedumbre de 9.061 personas. Se proveyeron arreglos para los que excedieran de la capacidad del centro en el Salón de Exhibiciones adyacente, y realmente se necesitaron, pues 15.443 personas vinieron a oír la conferencia pública.

El orador habló del propósito expreso de Dios de ver toda la Tierra transformada en un Paraíso. Pero había más. Surgió también la pregunta: ¿Quiénes hallarán el camino de regreso a esa relación pacífica con Dios de la que disfrutaron Adán y Eva en un tiempo? Cada persona que esperara hacerlo tendría que dar los pasos que se bosquejan en la Palabra de Dios, la Santa Biblia. Y en la asamblea había algunos que se habían resuelto a hacer exactamente eso, pues 314 personas se ofrecieron para el bautismo como prueba de que se habían dedicado a Dios. Verdaderamente fue una vista memorable el verlas ser sumergidas en las aguas azules del Pacífico.

El sábado por la mañana una sesión especial, con conferencias, experiencias y recuerdos, suministró alguna historia de la obra del Reino en Hawai. Ellis W. Fox, ahora octogenario, dijo que había venido a Honolulú en 1915 y había sembrado algunas de las primeras semillas. Al hablar a un auditorio de 9.671, ¡cuánto se alegró al ver una realización de las palabras que escribió el escritor bíblico Santiago: “En cuanto al fruto de la justicia, su semilla se siembra en condiciones pacíficas para los que están haciendo la paz”!—Sant. 3:18.

Apropiadamente, la asamblea terminó en medio de los matices llenos de colorido de una típica puesta de Sol hawaiana con los suaves vientos alisios que mecían suavemente las palmeras. Profundamente grabada quedó en la mente de los delegados que partieron la convicción de que la era de paz que desde tanto tiempo atrás se prometió está cerca ahora; el magnífico propósito de Jehová tocante a los que son dignos de entre la humanidad pronto se realizará para gozo eterno de ellos. Entonces todo lo que tenga aliento estará haciendo aquello para lo cual fue diseñado... ¡alabando al Dios que concede la paz!

Un futuro pacífico seguro

Sí, las Asambleas “Paz en la Tierra” contestaron la pregunta que tenían en la mente muchas personas: ¿Cuándo vendrá la paz, la libertad del temor y de la inquietud, a las muchas naciones y tribus del Lejano Oriente?

La unidad y cooperación amorosa de los testigos de Jehová de muchos antecedentes raciales, nacionales y tribuales, al vivir y adorar juntos en paz durante estas muchas asambleas, ofrecieron poderoso testimonio de que el espíritu de Dios puede unir a los humanos ahora mismo como ninguna otra cosa puede hacerlo. Los observadores pudieron ver que era posible seguir los principios bíblicos, y que el seguirlos produce resultados excelentes aun en medio de un mundo impío. ¡Qué veraces las palabras del salmista: “Paz abundante pertenece a los que aman tu ley [Jehová], y no hay para ellos tropiezo”!—Sal. 119:165.

Pero, también, hubo el mensaje del entero programa de la asamblea. Infaliblemente Dios eliminará a todos los perturbadores de la paz y establecerá en la Tierra un reinado de paz de mil años, y que eso lo hará en el futuro muy cercano. (Rev. 20:6) Los hombres y las naciones no podrán impedirlo. (Dan. 2:44) Será para bendición de los que genuinamente anhelan la paz y la justicia. Esas personas, sin excepción, tienen que estar en relación pacífica con Dios, conociendo Su voluntad y haciendo cuanto esté de su parte para ponerla en práctica en su vida. Ahora, aunque todavía estamos rodeados de hombres egoístas y condiciones malas, es el tiempo en el cual cada uno puede probar su amor a Dios y su fe en la paz duradera que él traerá a toda la Tierra.

[Ilustración de la página 18]

En Seúl, Corea del Sur, los asambleístas disfrutan de las declaraciones finales por el presidente de la Sociedad Watch Tower, N. H. Knorr

[Ilustración de la página 19]

Testigos japoneses tocan cánticos del Reino en alabanza a Jehová en el koto, un instrumento semejante al arpa

[Ilustración de la página 22]

Algunos de los 64.715 que oyeron el discurso público en Manila, Filipinas

[Ilustración de la página 24]

Vista de la plataforma en la asamblea de Auckland, con las palabras de bienvenida en el lenguaje maorí

[Ilustración de la página 25]

Puesto de refrescos en Honolulú... al estilo hawaiano

[Ilustraciones de la página 20]

Testigos de la tribu amis en Taiwan cantan cánticos del Reino, para deleite de los visitantes de ultramar

Predicadores de tiempo cabal en la asamblea de Hong Kong se deleitan al recibir el nuevo libro en chino “Vida eterna, en libertad de los hijos de Dios”

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