Esa capa colorida... la pintura
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en el Canadá
AGREGA color a las habitaciones de nuestras casas, escuelas, oficinas y fábricas. Da atractivo a los autos y los juguetes. Protege del viento, la lluvia y el calor del Sol a los edificios, las máquinas agrícolas y las herramientas. Verdaderamente, esa capa colorida, la pintura, está disfrutando de popularidad más extensa que en cualquier tiempo de la historia.
Miles de millones de dólares se gastan anualmente en ella; tan solo los canadienses desembolsan casi 200 millones de dólares al año por pintura. En el Canadá más de 150 fábricas de pintura producen esta capa colorida. Y en los Estados Unidos los fabricantes venden más de 2.400.000.000 de litros de pintura cada año. ¡Eso es suficiente pintura como para cubrir unos 29.500 kilómetros cuadrados, o un área casi del tamaño de Holanda!
Miles de años de uso
El uso de la pintura no es de origen reciente. Pueblos de la antigüedad, particularmente los egipcios, se dieron cuenta de que ciertos pigmentos que se hallaban en el suelo podían mezclarse con un líquido y aplicarse a sus edificios. Por ejemplo, rojos y amarillos vívidos se obtenían al mezclar ocres (tierras de color natural) con agua.
También, se importaron pigmentos de otros países para suplementar los que se hallaban en el suelo egipcio. De las raíces de rubia, que eran importadas de la India, se preparaban varios tonos de rojo, violeta y café. Y del índigo se producía un color azul intenso.
Otras civilizaciones estuvieron prontas a copiar la técnica de fabricación de pintura que desarrollaron los egipcios. Los artistas romanos usaban los mismos colores y, con pocas excepciones, los mismos métodos para producirlos. Sin embargo, después de la caída del Imperio Romano de Occidente en 476 E.C. casi desapareció el arte de fabricar pinturas.
Fue a fines de la edad media que el uso de la pintura con propósitos decorativos y protectores comenzó a resurgir en Inglaterra. Al principio las pinturas se usaron principalmente en las iglesias. Luego se usaron en edificios públicos y en las casas de los acaudalados. Puesto que era costoso producir la pintura, era una marca de distinción social el que la morada de uno estuviese pintada.
No fue sino hasta los años 1700 que la pintura fue fabricada comercialmente por unas cuantas personas que entraron en ese negocio en los Estados Unidos y Europa. Estos primeros fabricantes solo producían los materiales para la pintura; se requería que el pintor hiciera su propia mezcla y fórmula. No fue sino hasta 1867 que por primera vez se vendieron pinturas preparadas. El desarrollo de nuevas máquinas para moler y mezclar, a fines del siglo diecinueve, hizo que los fabricantes de pintura produjeran grandes cantidades, y pronto la fabricación de pintura entró en una era de rápido desenvolvimiento.
Los ingredientes
Ahora se calcula que la mayor parte de los fabricantes de pintura llevan un inventario de casi 1.000 artículos diferentes. Quizás hasta 500 de éstos se usan diariamente. Se han efectuado grandes adelantos en el desarrollo de nuevas pinturas. De hecho, no hace mucho una revista popular dijo: “El ochenta y cinco por ciento de las pinturas que se venden hoy ni siquiera existía hace cinco años.” No obstante, las materias primas de la pintura pueden clasificarse en cuatro grupos principales: (1) Pigmentos, (2) vehículos, (3) disolventes o rebajadores y (4) aditamentos.
Los pigmentos son las sustancias que suministran color y opacidad a las capas de pintura. Los antiguos a menudo usaban materia vegetal y animal para dar color a sus pinturas, pero éstas son de poca importancia al fabricar pintura hoy en día. Sin embargo, todavía se usan pigmentos de la tierra, que se llaman pigmentos naturales o minerales. Estos se obtienen de cierta tierra que se extrae, se muele y se refina. Pero los pigmentos que se usan más comúnmente hoy son químicos.
El vehículo es la parte de la pintura que lleva al pigmento. Puede consistir en aceites o barnices. Los aceites secadores que se usan en los vehículos de la pintura tienen la propiedad de convertirse de un estado líquido a un estado sólido cuando quedan expuestos al oxígeno del aire. En consecuencia el vehículo de la pintura se seca y se endurece cuando se pone en contacto con el aire. La resultante película dura adhiere el pigmento a la superficie pintada.
Quizás los rebajadores más comunes para la pintura son el agua y el aguarrás. Estos se añaden para adelgazar la pintura hasta tener la viscosidad o espesura apropiada para que se extienda fácilmente en una superficie. Aunque los rebajadores, también, se pudieran considerar parte del vehículo, funcionan de manera algo diferente en una pintura. Comienzan a evaporarse después que se ha aplicado la pintura en una superficie, dejando expuesto, para secarse permanentemente, el material que forma la película cubriente.
Los aditamentos de la pintura a menudo incluyen compuestos de plomo, manganeso o cobalto. Estos aceleran el secamiento de la pintura.
Cómo se hace la pintura
La pintura es básicamente una difusión de pigmentos de color en un vehículo o medio líquido. El fabricante de la pintura prepara una pasta algo espesa mezclando pigmentos secos y una porción del vehículo. Este proceso se puede comparar a lo que hace un ama de casa cuando mezcla ingredientes con su batidora mecánica, quizás al preparar batido para pastel. En la fabricación de la pintura el ciclo de mezclar se continúa hasta que se forma una pasta líquida pero algo aterronada.
En el siguiente paso se requiere lo que se conoce como la molienda. Para esto a menudo se usa un molino de cilindros de acero que giran uno contra el otro. El propósito de la molienda es separar las partículas del pigmento para que cada partícula sea cubierta con el vehículo resinoso. Otro tipo de molino consiste en un tambor giratorio que en parte está lleno de bolas de acero. Al girar constantemente por muchas horas, las bolas de acero pueden dispersar las partículas de pigmento a través del vehículo.
Después del proceso de la molienda, se agrega el resto del vehículo así como los rebajadores disolventes. También, a menudo se agregan en esta etapa los secadores. Pero cuando se utiliza el molino cerrado de bolas de acero, por lo general se incluyen desde el principio todos los ingredientes. Por supuesto, con el desarrollo de pinturas a base de agua se utilizan nuevas clases de equipo para esparcir los pigmentos y los líquidos. Enseguida se le da color a la tanda, agregando solo la cantidad apropiada de color para darle a la tanda el matiz que exactamente se desea. Finalmente, la pintura se muda a máquinas automáticas que llenan, cubren y ponen la clave a los recipientes.
Los colores que usar
Puesto que todos disfrutamos de alrededores agradables, será interesante considerar cómo uno puede añadir agradabilidad a su hogar al emplear esa capa colorida... la pintura. Los decoradores de hogares por lo general escogen colores que complementen otros artículos de una habitación, como los colores de los muebles, tapetes o cortinas.
Colores claros en una habitación pequeña crean una impresión de mayor tamaño, un punto que es bueno recordar al decorar apartamentos. Una corriente continua de matices neutrales a través de varias habitaciones añade un ambiente de espaciosidad, invitando a uno a acentuar estos matices con tapetes, cojines o cuadros vívidos. Sin embargo, tenga presente que una cantidad excesiva de colores en cualquier habitación puede dar una apariencia de desorden.
He aquí otras sugerencias útiles: Los matices de amarillo, durazno y rosa son colores calientes. Crean un encanto cómodo y suave en las habitaciones que dan al norte y este. Los verdes y los azules en sus tonos pastel son páginas de la creación maravillosa a nuestro alrededor. Uno simplemente puede sentir el ambiente fresco, relajador, que imparten estos colores en las habitaciones que dan al sur y oeste. Los colores vivos y brillantes, como los rojos y los anaranjados, son colores excitantes. Pero dos palabras de precaución. Uno fácilmente se pudiera cansar de ellos. Tienen un efecto estimulante, y a menudo reflejan una personalidad juvenil o la de uno a quien le gusta cambiar. Por lo tanto, a menudo pueden ser adecuados para los cuartos de los niños.
Cuando escoja colores, acuérdese de que cuando una pintura se extiende sobre una superficie grande parece más oscura de lo que parece en una pequeña muestra de color. Por lo tanto, escoja un matiz más claro y probablemente ése sea el color que usted desee cuando se aplique a una pared. También, puesto que los colores cambian bajo una luz artificial, es prudente observar muestras de color tanto a la luz del día como a la luz de la noche.
Escogiendo la capa apropiada
La pintura se fabrica en una cantidad de acabados, que va desde un alto lustre hasta un acabado mate. Por lo general un lustre débil o un acabado mate suministra la apariencia más agradable en una superficie grande. Las pinturas de mate tienen una mayor proporción de pigmento en relación con la mezcla, por consiguiente tienen un acabado más áspero que disemina la luz en todas direcciones. En consecuencia, menos irregularidades se notarán en la superficie al usar una pintura mate. Sin embargo, los acabados mates tienen el defecto de estar más propensos a ensuciarse y es más difícil limpiarlos.
Así pues, si se necesita frecuente limpieza, como en una cocina, un baño, un pasillo o en las alacenas y en las molduras, sería práctico aplicar una pintura semilustrosa o de alto lustre. La pintura semilustrosa parecería ser un término medio que suministre facilidad para limpiarse y que no refleje demasiadas imperfecciones en la superficie.
En las salas y cuartos, a menudo una apariencia agradable eclipsa la calidad de servicial. Por consiguiente es posible que un decorador de casas escoja un acabado mate. Sin embargo, en los roperos incrustados donde pudiera haber una tendencia a marcar las paredes, una pintura semilustrosa contribuye a una limpieza más fácil y a una apariencia más brillante. Pero puesto que una pintura mate tiene más poder para ocultar y por eso a menudo solo se requiere una mano de ella, esto es algo que debe considerarse si el tiempo y el costo son factores que haya que tomar en cuenta.
Importante, también, es ejercer cuidado al preparar la superficie que ha de ser pintada. Las paredes y las molduras deben estar limpias antes de pintarse. Y si el acabado anterior es semilustroso o de esmalte lustroso, suministre “agarro” para la nueva aplicación lijándolo.
El decorar hogares con pintura ha sido común por milenios; hasta se ha aludido a esta práctica en la Biblia. (Jer. 22:14) Cuando se usan materiales apropiados y se escogen matices adecuados, la pintura realmente es una capa colorida que puede agregar protección, belleza y agradabilidad a sus alrededores.