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  • ¡Cuide su cartera! ¡Cuide su bolsa!
  • ¡Despertad! 1971
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¡Despertad! 1971
g71 22/3 págs. 6-8

¡Cuide su cartera! ¡Cuide su bolsa!

¡SE HA calculado que los carteristas despojarán de sus carteras a 50.000 neoyorquinos este año de 1971! Sin embargo, pocos de los ladrones serán capturados. En 1969 solo hubo 1.400 arrestos por robo de carteras en la ciudad de Nueva York. En otros centros de población del mundo con frecuencia el porcentaje de arrestos es mucho menor. Por eso, si los ladrones hacen de usted su víctima, sus probabilidades de recobrar su bolsa son muy remotas.

¿Qué puede uno hacer en cuanto a ello? Bueno, si uno conoce algunas de las “tretas del oficio” puede lograr mucho en cuanto a proteger su bolsa.

Concerniente al robo de carteras, un funcionario de la policía dijo: “Es un oficio de familia. Los padres lo pasan a sus hijos.” Los carteristas realmente se entrenan para ello de la misma manera que lo hacen los miembros de cualquier otra profesión. Reciben lecciones y practican hasta que se hacen peritos. Algunos practican utilizando para ello un maniquí del que cuelgan muchas campanillas. ¡El objetivo es registrarle todos los bolsillos sin que suene una sola de las campanitas!

Lo que aprenden a hacer se describe bien en Whiz Mob, un libro acerca de los carteristas y su lenguaje, por David W. Maurer: (1) Aprenden a adoptar cierta actitud para con su “marca” o víctima, una convicción de que pueden tener éxito porque es del tipo correcto. (2) Adquieren cierta manera de abordar su trabajo, una naturalidad que no despierta sospechas. (3) Desarrollan una extremada delicadeza de tacto. (4) Adquieren velocidad relampagueante en sus movimientos. (5) Se hacen hábiles en ocultar de otros sus movimientos. (6) Y aprenden a desvanecerse entre la muchedumbre sin atraer la atención después de haber “limpiado” un bolsillo.

Los carteristas por lo general trabajan en pares, aunque a veces en grupos de tres o cuatro o más. Por eso sus aliados por lo general se encuentran cerca. Un artículo publicado en el Times de Nueva York del 28 de abril de 1970 dijo que la policía desbarató una pandilla de carteristas compuesta de ochenta miembros que operaba en los trenes subterráneos de Nueva York. Sus miembros habían venido en gran parte de países sudamericanos y se dijo que cada uno conseguía de 600 a 800 dólares semanalmente.

Los que han hecho del robar carteras su profesión por lo general tienen un entendimiento perspicaz de la naturaleza humana y pueden juzgar muy bien quién puede ser una buena “marca” o víctima... los que sueñan despiertos o que se absorben tan intensamente en lo que están haciendo que se olvidan de lo que está pasando a su alrededor. Hasta parece que los profesionales “huelen” el dinero, y algunos acopian más de 1.000 dólares diarios. La flor y nata entre ellos visitan en circuito anual las diferentes grandes competencias por carrera en los Estados Unidos y Europa donde se reúnen grandes muchedumbres de ricos.

Los carteristas son un grupo orgulloso. Puesto que su profesión exige considerable habilidad, a cada uno le gusta pensar que se encuentra entre los mejores que hay. De hecho, tan cierto es esto que algunos de ellos quedan sumamente abatidos cuando se les prende con las manos en la masa. ¡Hasta se ha sabido que han preguntado a sus víctimas cómo fue que notaron que les estaban sacando la cartera!

El hecho de que para robar carteras se necesita considerable habilidad se puede percibir cuando notamos cómo algunos entretenedores se han entrenado en este asunto. Tienen habilidad para sacar no solo carteras, sino anillos, relojes de pulsera, alfileres de corbata y toda suerte de otras joyas de hombres y mujeres en las fiestas sin que se den cuenta de ello. ¡Hasta se ha sabido que les han quitado los tirantes a ciertos hombres sin que éstos lo notaran hasta que se les empezaron a caer los pantalones! Un sueco que entretiene profesionalmente de esa manera gana 100.000 dólares al año actualmente.

Los carteristas profesionales, como los especialistas de otros oficios, poseen su propio lenguaje o argot. En los Estados Unidos hay el stall (el “tente”) cuyo trabajo es distraer a la víctima o mark (la “marca”) para que el tool (“instrumento”), wire (“alambre”), hook (“gancho”) o mechanic (“mecánico”) pueda sacarle la cartera sin rumble (“alboroto”) es decir, sin ser detectado. El fall money (“fondo de sacrificio”) se refiere al capital total de una pandilla, que se mantiene en reserva para pagar por fixes (“arreglitos”) con la policía.

Usted se puede proteger del carterista

Ahora bien, ¿qué puede hacer usted para disminuir la probabilidad de que le roben la cartera? Una manera de desalentar a los carteristas es manteniendo una mirada determinada y vigilante; precisamente lo contrario de la apariencia de soñar despierto, de ingenuidad y estar confiado cuando uno está entre extraños. Esté alerta a lo que esté sucediendo a su alrededor. Nunca se muestre ostentoso en cuanto al dinero que tiene y, si es conveniente, guarde su dinero dentro del bolsillo de su saco o chaquetón en vez de llevarlo en un bolsillo junto a la cadera. También, el que usted lleve cheques de viajero al hacer viajes a gran distancia y el que nunca lleve más dinero del que le parezca razonablemente que va a gastar en cualquier día reducirá su pérdida si llega a ser víctima, de carteristas.

Los carteristas mismos reconocen lo siguiente: “No se le puede robar el dinero a un hombre mientras esté pensando en él.” Si usted llevara una cantidad considerable de dinero, sería bueno hacer exactamente eso. Y si alguien pasara bruscamente cerca de usted o lo empujara mientras estuviera en el metro o en un ascensor, o al formar en una fila de un supermercado, de una cafetería o en la taquilla de un teatro, ¿entonces qué? Entonces sería bueno no solo tener la mente puesta en su cartera, sino también la mano, sin soltarla hasta que haya pasado todo peligro de que se la saquen del bolsillo.

Hoy también hay mucho asalto descarado y violento. Muchos ladrones, operando de dos en dos o de tres en tres, amenazan a sus víctimas con cuchillos o a punta de pistola. La mejor salvaguarda que se tiene contra esto es evitar viajar solo en las ciudades grandes, y especialmente de noche.

Protegiéndose de los que arrebatan bolsas

Las bolsas de las mujeres son también un blanco principal de los ladrones. Los robos acompañados de asalto físico están haciéndose cada vez más frecuentes. En otros casos los ladrones simplemente les arrebatan las bolsas a las mujeres y huyen con ellas.

¿Qué pueden hacer las mujeres para protegerse contra el que les arrebaten sus bolsas? Ellas, también, hacen bien al evitar el viajar solas en muchas localidades. Entre otras cosas, siempre pueden llevar la bolsa sujeta al cuerpo, entre la parte superior del brazo y el cuerpo, con la mano sobre el cierre. Solo un ladrón atrevido trataría de arrebatar una bolsa que se llevara así. Las mujeres también deben evitar el dejar sus bolsas en los mostradores de las tiendas, en los asientos junto a ellas en los teatros, o en sus escritorios cuando van a tomar café en una pausa del trabajo.

Algunos hombres llevan escondido su dinero en la ropa; por ejemplo, en cinturones especiales para dinero, bajo los arcos de los pies dentro de sus calcetines, o en bolsillos especiales dentro de sus chaquetas o pantalones. A menudo las mujeres también esconden su dinero en su persona de modo que el ladrón arrebatador de bolsas obtenga poco más que unos cosméticos y un pañuelo. Las mujeres que usan trajes o vestidos de dos piezas a veces meten su billetero debajo de la parte superior de su faja; otras esconden el dinero en su seno. Tal como los hombres tienen que estar alerta para impedir que les roben la cartera, así las mujeres tienen que estar alerta para impedir que les roben su bolsa.

Según un carterista veterano, que ahora está en la cárcel debido a su profesión: “El peligro del arrebatamiento de bolsas casi se puede eliminar con tan poco como el estar las personas conscientes del problema y dispuestas a adoptar precauciones sencillas.”

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