¿Bastará con la “revolución verde”?
HOY día el problema del hambre es bastante malo. Pero los expertos concuerdan en que pronto se pondrá peor.
¿Por qué? Porque hay algo más que considerar. Y ese algo está conceptuado como el mayor problema de todos.
Georg Borgstrom, un profesor de la ciencia de nutrición en la Universidad del Estado de Michigan, señala lo que es: “Cualquiera que piense que la actual crisis mundial de proteína se desvanecerá y se hará cargo de sí misma, debe recordar que: los hambrientos del mundo se están multiplicando dos veces más rápidamente que los bien alimentados.”
De hecho, un informe reciente de las Naciones Unidas muestra que en la actualidad las personas hambrientas del mundo están aumentando dos veces y medio más rápidamente que las que están bien alimentadas. Por eso, aunque es verdad que más personas comen mejor debido al aumento de población en los países ‘prósperos,’ también es verdad que en los países pobres la cantidad de personas que no comen lo suficiente aumenta mucho más rápidamente. Eso es lo que más preocupa a las autoridades cuando hablan acerca de la “explosión demográfica.”
Así es que a pesar de la “revolución verde,” el problema del hambre no ha sido resuelto. U.S. News & World Report del 6 de marzo de 1972 declara: “El auge de la población mundial no muestra señales de ir más despacio y es posible que hasta acelere en los años por venir. . . . Ahora la población está aumentando a razón de 75 millones por año... suficiente para crear en 12 meses el equivalente a un nuevo Bangladesh. . . . El crecimiento es tan explosivo que las autoridades en demografía temen que el hambre se extienda a muchos de los países del mundo en desarrollo.”
Cada año la actual población de la India de unos 570 millones de personas aumenta en unos 14 millones. Con relación a esto dice el Times de Nueva York: “A no ser que la proporción se reduzca en gran manera, la India tendrá mil millones de personas para el año 2000, lo cual sobrepasa por mucho cualquier aumento en la producción de alimentos.”
Sin embargo, otra fuente previene que aun si la India gradualmente consiguiera el “extraordinario logro de reducir a la mitad su proporción de nacimientos” en los años venideros, esto todavía no bastaría. ¡De cualquier modo su población excedería los mil millones alrededor del año 2000!
No es que la Tierra no puede mantener a 3.500 ó 4.000 millones de personas, o más. Puede. Pero la estructura económica, social y política del mundo está arreglada de tal modo que cada año encierra a más gente en quebrantadora pobreza y hambre.
No más ‘milagros’
Lo que también perturba a algunas autoridades es reconocer que en el futuro los grandes aumentos en la producción de alimentos serán más difíciles de obtener. Mucha de la mejor tierra en los países más pobres ya ha sido plantada con las nuevas semillas.
Es por eso que una reconocida autoridad de la “revolución verde,” Lester R. Brown del Consejo de Desarrollo de Ultramar, dice: “Aunque la ‘revolución verde’ nos ha dado una tregua, no podemos continuar aumentando para siempre la producción de alimentos. Hay ciertos límites finitos de cuánto podemos aumentar la producción.” Y el profesor Fraser dice en The People Problem:
“Temo que muchos considerarán la mejora temporaria de la crisis de alimentos como una evidencia de que la ciencia siempre nos rescatará. . . .
“Habrá otras mejoras, pero no se volverán a producir quánticos [grandes] aumentos en la producción. Los genetistas . . . están firmes en sus declaraciones de que no se deben esperar ‘milagros’ futuros, mientras que los actuales eran cabalmente predecibles.”
Aun durante los recientes años, en los cuales la “revolución verde” tuvo su más grande éxito, la población del mundo creció tan rápidamente que casi neutralizó los aumentos en las cosechas. Y cuando en los países más pobres llegue el tiempo en que sea imposible aumentar el rendimiento por hectárea mientras que al mismo tiempo la población continúa “explotando,” ¿qué sucederá?
El ingeniero químico Norbert Olsen dijo a principios de 1972: “Podría trabajar 24 horas al día creando fertilizantes y nuevos métodos para ayudar a producir alimentos, y a pesar de eso no satisfaría la necesidad.” Y Chemical Week del 15 de marzo de 1972, informa: “Un equipo de cuatro hombres del Instituto Tecnológico de Massachusetts [llegó a la conclusión de que] . . . solo por medio de estabilizar la población y la producción industrial puede el hombre sobrevivir más allá de los próximos 100 años.”
En algunas zonas, el aumento de la población ya ha resultado en el continuo desnudar de la vegetación natural. Se dice que en la India occidental el despoblar de árboles y el excesivo pastoreo de las tierras ha creado regiones que sufren de prolongadas sequías y vendavales de polvo. Y muchas parcelas de tierra han sido divididas y subdivididas a través de generaciones dentro de los grupos de familia tan a menudo que ya no se les puede seguir dividiendo y todavía cultivarlas económicamente.
El Bulletin de Australia afirma que: “En menos de un siglo se ha duplicado la extensión de terrenos baldíos debido a la forma de cultivo que produce regiones que sufren de prolongadas sequías y vendavales de polvo, (y la destrucción continúa), mientras que en cada uno de los continentes los agricultores (y la industria) están extrayendo del vital capital del abastecimiento de agua subterránea para sus cultivos, a veces a una proporción peligrosa.”
¿Acertó Malthus?
Concluye The Bulletin diciendo: “Ese sombrío y viejo pesimista del siglo 18 Thomas Malthus se está probando acertado después de todo. Desde que él escribió se han abierto enormes extensiones de tierra y la ciencia ha aumentado espectacularmente los rendimientos; sin embargo el resultado neto es más gente hambrienta y muriéndose de inanición que nunca antes.”
El libro The Environmental Crisis también declara: “Actualmente el número de personas hambrientas y debilitadas en este planeta supera al número de seres humanos que había en 1850.” ¡En 1850 había mil millones de personas sobre la Tierra!
¿Cuántas personas, en este momento, de hecho están muriendo como resultado del hambre? Paul Ehrlich de Stanford, dice: “Si tomamos la única definición inteligente de inanición —que una persona ha muerto de hambre si una dieta adecuada hubiera asegurado su supervivencia— entonces el nivel de muertes debido a la inanición en el mundo hoy día es verdaderamente colosal, entre 5 millones y 20 millones de personas al año.” ¡Casi 55.000 personas muriendo de hambre diariamente!
Por supuesto, algunos funcionarios pondrían reparos a tal interpretación de la situación. Pero hay que recordar que a pocas autoridades gubernamentales les agrada reconocer que en su país la gente se está muriendo de hambre. No obstante, un sinnúmero de personas en los países pobres cuyas muertes son alistadas como resultado de alguna enfermedad realmente mueren como resultado indirecto del hambre. Si hubieran podido tener una dieta adecuada, no se habrían muerto.
Pero, ¿qué hay sobre la “revolución verde”? ¿Están los observadores interesados, tal como Ehrlich, pasando por alto los progresos hechos hasta ahora? Él contesta:
“Hemos producido a una generación de agricultores que pueden cultivar hermosamente a Iowa; pueden sacar hermosas publicaciones en los periódicos, pero no pueden contar y no se dan cuenta de la situación mundial. . . .
“Se ponen de pie en las reuniones y dicen, ‘Pero, usted sabe que podemos obtener una gran producción de esto y una gran producción de aquello.’ Yo contesto, ‘Vuelvan otra vez cuando puedan alimentar a las 3.500 millones de personas que viven en la actualidad y entonces hablaremos acerca de continuar hacia los 7.000 millones. Hasta entonces, siéntense y cállense, porque no están haciendo ningún bien.’”
Esto nos hace recordar la predicción hecha hace varios años por dos agrónomos, William y Paul Paddock. En su libro Famine... 1975! declararon que el hambre mundial era inevitable para mediados de los años 1970. Pero entonces comenzó la “revolución verde” con su optimismo inicial, y muchos comenzaron a hablar con desprecio de esas predicciones de hambre.
Sin embargo, ahora las autoridades no están tan inclinadas a ridiculizar. Un funcionario de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación da esta apreciación apegada a la realidad: “Aún no sabemos con seguridad. . . . Quizás todavía descubramos que los Paddocks no se equivocaron... simplemente fueron prematuros al dar sus fechas.”
Muchos piensan igual que Ehrlich quien dice: “Pienso que la fecha en sí es un subterfugio. . . . Me inclino francamente hacia un tremendo pesimismo. La gente me dice: ‘¿Cuáles cree que son nuestras probabilidades [de evitar el hambre mundial]?’ Contesto que nuestras probabilidades pueden ser de 2 por ciento ahora, y que si trabajamos verdaderamente duro, podemos aumentarlas a un 3 por ciento.”
Lo que es significante es el hecho de que tales predicciones espantosas se están haciendo ahora, en medio de la “revolución verde.” Además, los últimos años han visto condiciones relativamente favorables para los cultivos, con buenas lluvias. Pero el patrón natural no continúa favorable. Hay sequías periódicas, tales como la que experimentó la India en 1965 y 1966. Desde ese entonces la población mundial, especialmente los pobres, ha aumentado tanto que sequías similares producirían inmensas catástrofes en el futuro.
¿Cuál es la solución?
No, la “revolución verde” no es la solución a los problemas del hambre de este mundo. Y no son solo los expertos agrícolas los que reconocen esto. Una fuente mucho más elevada, el Creador del hombre, Jehová Dios, dice que no es la solución.
La misma Palabra de Dios, las Santas Escrituras, contiene muchas profecías que nos dicen lo que encierra el futuro. La profecía bíblica llama a nuestro tiempo “los últimos días.” (2 Tim. 3:1) Da las muchas evidencias que marcan este tiempo significante en la historia. Una evidencia predicha fue que “habrá escaseces de alimento . . . en un lugar tras otro.”—Mat. 24:7.
Por consiguiente, cualquier éxito que puedan tener los nuevos tipos de granos será de corta vida. El actual sistema de gobierno entre las naciones no puede detener la escasez de alimentos por mucho tiempo.
¡Pero las escaseces de alimento serán detenidas, y pronto! Jehová Dios garantiza en su Palabra que él solucionará permanentemente los problemas del hombre, incluso el del hambre.
Ante todo, lo que se necesita es una nueva administración para gobernar esta Tierra y sus pueblos. El nacionalismo divisivo, el comercialismo egoísta y las guerras destructivas tienen que ser eliminados para que los recursos de la Tierra puedan ser usados apropiadamente.
¿Cómo logrará eso Dios? Por medio de intervenir directamente en los asuntos humanos. Su Palabra promete que él removerá por la fuerza todos los arreglos gubernamentales y económicos de este actual sistema de cosas. Eso abrirá el camino para un enteramente nuevo orden aquí sobre la Tierra. Ese nuevo orden será gobernado por el gobierno celestial por el que Jesucristo enseñó a orar a sus seguidores, el reino de Dios. De hecho, ese gobierno celestial es lo que Dios usará para ‘triturar y poner fin a todos estos reinos’ que existen hoy día.—Dan. 2:44; Mat. 6:9, 10.
Bajo el gobierno del reino de Dios se le promete a la gente que entonces viva sobre la Tierra “un banquete de platos con mucho aceite” en una era en la que “no alzará espada nación contra nación, ni aprenderán más la guerra.” Este gobierno celestial de Dios garantiza una distribución apropiada de las riquezas de la Tierra.—Isa. 25:6; 2:4.
Por lo tanto, no se deje engañar por las sugerencias de que los humanos resolverán el gigantesco problema actual de la alimentación. No lo harán. No son los científicos y su “revolución verde,” sino “el Hacedor del cielo y de la tierra” El que satisfará las necesidades de toda la humanidad. (Sal. 146:6, 7) ¿Cuándo? Promete su Palabra: ¡pronto! Por cierto, dentro de esta misma generación el reino de Dios gobernará sin rival, para la bendición eterna de todo el que adora al Dios verdadero.—Mat. 24:34.