Lingala... un sencillo idioma africano
Por el corresponsal de “¡Despertad!” en el Zaïre
“¡MBOTE! ¿Ozali malamu?” Este es el saludo amistoso y la pregunta en cuanto a cómo está uno que se escucha en Kinshasa, la capital del Zaïre, y por todo el río Zaïre hasta donde vivimos, en Kisangani. Este trecho de alrededor de 1.200 kilómetros es territorio lingala.
Aunque el francés es el idioma oficial del país, lingala es el idioma que usan tanto el ejército como las fuerzas policíacas de la República del Zaïre. Hablado por más de un millón de personas en Kinshasa y por miles más en el “interior,” la popularidad del lingala va en aumento.
Es verdad que el lingala no posee términos técnicos para automóviles, radios, y así por el estilo... estas palabras tienen que pedirse prestadas del francés. Pero esto de ninguna manera menoscaba el idioma como un medio de comunicación. De hecho uno puede ser tan preciso como quiera en transmitir los pensamientos en lingala, y el idioma es relativamente fácil de aprender.
Origen
No se conoce claramente el origen del lingala, pero es evidente que los portugueses tuvieron que ver con ello. Cuando estaban explorando el río Zaïre (anteriormente conocido en esta zona como el río Congo) en el siglo diecisiete, se dice que desarrollaron el lingala como un medio de comunicación con los nativos. Palabras como “mesa” para mesa y “mateka” para mantequilla testifican de la influencia portuguesa.
Sin embargo, una buena porción del vocabulario proviene del swahili, que es un idioma popular africano traído a Zaïre desde el este. Otras palabras, como “lopitalo,” que significa hospital, provienen del francés y fueron introducidas por los colonizadores. La palabra “motuka” se parece a la palabra inglesa “motor car” (automóvil)... y eso es exactamente lo que significa.
Construcción
El lingala no tiene artículos, ya sea definidos o indefinidos, y no hay que aprender trabajosos géneros. Por lo tanto rápidamente se da a querer a la persona que encuentra difícil el estudio de un idioma. Los verbos son sencillos de construir, la raíz del verbo permanece invariable con pocas excepciones. La persona y el modo se determinan por medio de añadir sufijos y prefijos a la raíz del verbo.
Por ejemplo, la palabra raíz para “predica” es “sakol.” En la palabra “kosakola” (predicar) el prefijo “ko” es equivalente a la terminación “ar” en infinitivo español. Si se usa “na,” en vez de “ko,” como prefijo y si se usa “i” en vez de “a” como sufijo el verbo que se forma es “nasakoli,” que significa “yo predico.” Para decir “yo prediqué,” se agrega “ak” al sufijo, formando la palabra “nasakolaki.” Así es que se puede obtener precisión de expresión en lingala.
No obstante, algunas personas se quejan en cuanto a la falta de adjetivos en el idioma. Y es cierto que no hay muchos, pero esta falta es fácilmente compensada. Se pueden usar sustantivos abstractos junto con una preposición. Así en vez de decir “Jehová es un Dios amoroso,” uno dice, “Jehová es un Dios de amor.” A pesar de eso el significado es claro.
Algo que los europeos y norteamericanos a menudo hallan difícil para acostumbrarse es el formar los plurales de los sustantivos con un prefijo más bien que con un sufijo. En lingala “Nzambe” significa un Dios, pero “ba-nzanbe” es la palabra para más de un dios. Una persona es “mutu,” mientras que “batu” es la palabra para gente.
Expresiones idiomáticas y peculiaridades
El lingala tiene muchas expresiones idiomáticas interesantes. Por ejemplo, uno no necesariamente “siente” dolor; uno puede “verlo” u “oírlo.” Uno no “toma” decisiones; una las “corta.” La lluvia no “para,” sino que “es cortada.” Una persona enojada “se ata la cara.” Si una persona está preocupada, su “corazón está en el cielo.” A una persona divorciada le han “matado” su matrimonio.
Además, una persona ciega ha “muerto para los ojos,” pero el que está alerta tiene “ojos fuertes.” El adulador tiene una “boca de azúcar,” y del que desfalca dinero se dice que se lo ha “comido.” Si uno se olvida de darle cuerda al reloj, éste se “dormirá,” pero si lo deja caer y se rompe, según el modo de pensar lingala, está “muerto.”
Otra cosa acerca del lingala a la cual lleva tiempo acostumbrarse es la manera literal en que se contestan las preguntas. A la pregunta: “¿No ha hecho ese trabajo todavía?” Uno puede obtener la respuesta: “Sí.” Y eso es exactamente lo que se da a entender: “Sí, no he hecho el trabajo.”
El lingala hasta cierto grado también es un idioma tonal. Es decir, que uno tiene que poner el énfasis o entonación correctos sobre cada porción de la palabra para hablar el idioma apropiadamente. Esto puede producir algunos efectos muy extraños cuando uno es un novato.
Por ejemplo, un visitante puede estar coleccionando recuerdos y quiera comprar un escudo nativo. Pero si usa el énfasis tonal incorrecto puede causar confusión, porque puede estar pidiendo un cacahuete. A una mujer que recientemente estaba aprendiendo el idioma se le oyó preguntar si a la señora le gustaría tener otro varón. Lo que ella quiso decir fue “varoncito.”
A veces hay que inventar una nueva palabra para expresar un pensamiento en lingala. Por ejemplo, el idioma tiene solamente una palabra para las palabras “alma” y “espíritu.” Esta es la palabra “molimo.” En las Biblias traducidas al lingala, “molimo” se usa generalmente para ambas palabras. Sin embargo estas dos palabras, alma y espíritu, tienen significados completamente distintos. Por consiguiente, ¿qué pasa con Hebreos 4:12, que dice: “La palabra de Dios es viva . . . y penetra hasta dividir alma y espíritu”?
En lingala la mayoría de los traductores vierten esto como dividir el “motema na molimo.” Pero ésta no es una buena traducción, porque “motema” significa “corazón” y ni el “alma” ni el “espíritu” son lo mismo que el “corazón.” Por eso, al hablar a la gente acerca de la Biblia, los ministros de los testigos de Jehová usan “molimo” para “alma,” y usan una palabra inventada, “elimo,” para “espíritu.” Las ayudas para estudiar la Biblia impresas en lingala por la Sociedad Watch Tower Bible and Tract también usan “elimo” para “espíritu.”
Aparte de este problema con “molimo,” las versiones de la Biblia disponibles en lingala por lo general son buenas en transmitir el significado del texto en el idioma original. Dan a conocer el Nombre Divino en la forma de “Yawe.” Versiones anteriores de las Escrituras Griegas Cristianas hasta preservan el nombre “Yawe” en los lugares donde se han hecho citas de las Escrituras Hebreas donde aparece “Yawe.”
Lingala por lo tanto es uno de los muchos idiomas en los que se proclama el nombre y el reino de Dios. Se imprimen alrededor de 10.000 ejemplares de cada número de la revista La Atalaya en lingala, y también se han imprimido en lingala decenas de miles de ejemplares de la ayuda para el estudio de la Biblia La verdad que lleva a vida eterna. Así este sencillo idioma africano, que ha sido un medio tan útil de comunicación, es ahora un poderoso instrumento para esparcir las buenas nuevas de los magníficos propósitos de Dios.