Protéjase del crimen
ALGUNAS de las causas principales del crimen están más allá de nuestro control. Por ejemplo, nosotros individualmente no podemos cambiar todo este desaforado sistema de cosas y corregirlo. Tampoco podemos atacar al Diablo.
Sin embargo, nosotros mismos podemos evitar el proseguir una vida criminal. Además, podemos tomar ciertas medidas para reducir la posibilidad de que el crimen nos dañe. En esto un principio de la Biblia resulta ser valioso. Dice:
“El prudente prevé el mal, y se esconde;
mas los simples pasan adelante, y llevan el daño.”
—Pro. 22:3, Versión Moderna.
Note, ante todo, que dice que el prudente “prevé el mal.” Está alerta a lo que sucede a su alrededor en cualquier lugar en que se encuentre.
¿Ve usted el “mal” del crimen enfrentándosele? La clase de amenaza varía de lugar en lugar. Por lo tanto los actos criminales en las calles de un barrio bajo de una gran ciudad son diferentes a los de un mercado suburbano con empleados faltos de honradez.
Puede que su hogar esté en una zona relativamente libre de ladrones, pero las personas que usted deja entrar para reparar los artefactos o como sirvientes quizás traigan el crimen, que puede ir desde hacer un trabajo descuidado y ratería hasta la violación. ‘Prever el mal,’ estando alerta, es el primer paso hacia impedir sus efectos adversos.
Sin embargo, una vez que ha detectado el peligro la persona prudente no vacila en ‘esconderse’ de él. No pretende tontamente que no le tiene miedo a nada. No es cobardía evitar el peligro, hasta huir si es necesario; la Biblia llama a este derrotero “prudente.”
Protegiendo su hogar
¿Es usted “prudente” en cuanto a su hogar? El creer que la policía siempre podrá protegerlo del desastre no es prudente. Un anterior ladrón escribe:
“Hay muchas maneras de proteger su hogar, pero hay un concepto que consistentemente se ha probado equivocado:
“Mientras usted confíe en la convicción de que el brazo de la ley es más poderoso que las palancas de los ladrones, usted no puede detener a un ladrón.”
¿Por qué es que la policía no puede siempre proteger su propiedad? Un patrullero admite lo siguiente:
“Seamos honrados. Simplemente hay tantos robos [con escalo] en estos días y hay tantas cosas más importantes que vigilar, que ahora los robos se ponen en el mismo nivel de prioridad que el que solíamos asignar a las quejas por ruidos molestos.”
Por lo tanto, la protección estriba mayormente en la prevención, en ‘prever el mal.’ ¿Puede su hogar hacerse más seguro? A continuación ofrecemos unas cuantas sugerencias que algunos han hallado valiosas.
Use buenas cerraduras. En muchas zonas suburbanas y rurales la vida es más libre de cuidados y no tan a la defensiva como en las ciudades. Casi inadvertidamente los dueños dejan las puertas y ventanas sin cerrar. Valiosas joyas, herramientas, televisores, tocadiscos estereofónicos y artefactos pequeños quedan sin protección. Además, es probable que solo las buenas cerraduras frustren al que va a robar. Un fabricante asevera que el ladrón de habilidad promedio puede forzar más del 98 por ciento de los 500.000.000 de cerraduras que hay tan solo en Manhattan.
Si usted se va de la casa, deje unas cuantas luces encendidas. Algunas personas instalan un regulador automático para encender y apagar automáticamente las luces, la radio y la televisión, dando a los extraños la impresión de que la casa está ocupada. Mantenga encendidas luces fuertes en su jardín, pues los criminales prefieren la oscuridad. Las alarmas contra robo y los perros que ladran fuerte pueden ahuyentar a los intrusos durante su ausencia. Si va a estar ausente por mucho tiempo, quizás la mejor protección es decírselo a un vecino confiable o a un amigo. Este puede cuidar su hogar e impedir que se acumulen papeles y cartas... una señal segura de que los ocupantes se han ido.
‘Prevea el peligro’ en la calle
Sea prudente, también, cuando está lejos de su casa. Muchas víctimas de hecho contribuyen al crimen en contra de sí mismas. ¿Cómo?
Entre otras cosas, el lugar al que van. Si una persona es asaltada en una oscura calle de la ciudad, ¿por qué estaba allí? ¿Era para participar en juego ilegal, para buscar drogas o una prostituta? Un policía de Washington señala a este aspecto que frecuentemente se pasa por alto en el problema del crimen: “Pensamos que la mayoría de la gente que es robada son individuos de los suburbios que van en busca de un poco de acción.” ¡Los motivos puros pueden ser una protección!
El modo en que uno se viste también lo puede meter en dificultades. ¿Por qué ponerse sus mejores y más costosas prendas si va a estar en una zona donde ocurren crímenes? ¿Por qué lucirse públicamente con hermosas joyas? Si uno desea usar joyas, ¿por qué no espera por lo menos hasta llegar a su destino para ponérselas? Al ir y venir, es prudente esconder las joyas en su persona, no en una cartera o billetera.
El modo de vestirse también puede contribuir a la violación. Con respecto a las mujeres que son violadas en una ciudad grande, dice un detective: “Si me lo preguntan, ellas lo estaban induciendo. Usan esas blusas transparentes y esas faldas minúsculas.” Una azafata de una línea aérea que tiene un apartamiento en la ciudad de Nueva York dio a entender que la indumentaria contribuye al asalto cuando dijo: “Una ni siquiera puede usar ‘hot pants’ aquí, porque los hombres tratan de violarla.” Una apariencia modesta es lo que corresponde a una dama; en el actual mundo enloquecido por el sexo también es lo “prudente.”
Si las circunstancias lo obligan a estar en una zona insegura, permanezca alerta, ‘prevea el peligro.’ Camine y actúe con propósito, como si alguien lo estuviera esperando. Evite caminar solo, especialmente de noche. Si es posible permanezca en las zonas bien iluminadas. No camine cerca de los edificios, sino cerca del bordillo de la acera. Si ve a alguien sospechoso delante de usted o que aparentemente lo está siguiendo, cruce al otro lado de la calle. Si lo sigue, baje a la calzada. Si el peligro es inminente, pida ayuda.
Para una mujer es mejor no llevar una cartera; si tiene que hacerlo, no la deje colgar del brazo. Algunos hombres llevan dos billeteras, una con sus artículos de valor, la otra con el “dinero para el asalto,” un poco de dinero para un posible asaltante. Es prudente tener dinero siempre por si uno amenazado. Se sabe de aficionados a las drogas que han matado debido a la ira cuando las personas no tuvieron dinero.
Protéjase al ser atacado
Si, a pesar de las precauciones, usted es atacado y se le exige su dinero, ¿qué haría usted? ¿Valen más el dinero y las joyas que su vida? Muchos creen que lo más prudente es dar al ladrón lo que pide. El portar un arma solamente enfurecerá al asaltante y posiblemente le acarree daño a uno. Operation On Guard, publicado por la oficina del fiscal de Los Ángeles, California, aconseja:
“Toda agencia que hace cumplir la ley está de acuerdo en que es mejor no portar ningún arma. El portar muchas clases de armas en su persona o en su auto lo podrían exponer a culpabilidad criminal bajo la ley de control de armas mortíferas. Un arma en las manos de la víctima puede serle arrebatada con demasiada facilidad y usarse en su contra ocasionándole grave daño o muerte a la víctima. Por lo general el criminal solo está interesado en escapar. Si uno lo ataca con un arma uno lo pone en la defensiva y quizás piense que debe matar para escapar. Se le urge fuertemente a no portar ninguna clase de arma, gas lacrimógeno, revólver, cuchillo de cocina, alfiler de sombrero, etc.”
Esto no significa que una mujer se debe rendir a un asalto sexual. En ese caso, su virginidad o virtud y limpieza corporal están de por medio. ¿Qué es lo que puede hacer si es atacada?
Un artículo del Star de Toronto cita la siguiente declaración del jefe de policía, diputado Bernard Simmonds: “Si una mujer es atacada mientras camina por la calle, lo mejor que puede hacer es gritar fuertemente por ayuda.”
Sí, ¡gritar! Este es un consejo prudente y se yergue en contraste con el creciente número de los que animan a las mujeres a dejarse violar pasivamente, o regatear con los violadores por sus vidas. Pero, si una mujer permite que un hombre la viole, ¿cómo sabe que él no la va a matar después?
Es interesante el hecho de que en la ley de Dios para Israel la primera distinción entre violación y consentimiento era si la mujer había gritado por ayuda o no. En las ciudades modernas se ha sabido de espectadores que han mirado mientras una mujer era violada, pues asumieron que ella estaba consintiendo a un acto de exhibicionismo debido a que ella no gritó o de otra manera se resistió a su atacante.—Lea la ley bíblica en Deuteronomio 22:23-29.
Así es que hay protección en seguir el proverbio bíblico de ‘prever el peligro.’ Permanezca alerta. Prudentemente ‘escóndase,’ es decir, obre para evitar posibles daños económicos o corporales para usted y su familia.
Sin embargo, al mismo tiempo comprenda que sin duda el crimen continuará aumentando. Aunque la precaución es la regla, no deje que el miedo lo paralice de modo que no lleve a cabo las actividades necesarias de la vida. ¡Sepa, también, que la solución final y segura al problema del crimen se está acercando rápidamente!
[Ilustración de la página 15]
¡El modo en que uno viste de hecho puede contribuir a un asalto criminal!
[Ilustración de la página 16]
¿Vale algún dinero más que su vida? Uno muestra lo que piensa por lo que hace cuando es amenazado por un robo
[Ilustración de la página 17]
Si una mujer es atacada sexualmente, lo mejor que ella puede hacer es ¡GRITAR!