Cuando el combustible para la calefacción escasea
EN MUCHOS lugares el combustible para calentar el hogar —gas natural y petróleo— escasea. Prescindiendo de las causas económicas o políticas, los dueños de casas quieren saber qué se puede hacer para no pasar frío durante el invierno.
Idealmente, la respuesta sería vivir en una casa aislada que mantenga el aire frío afuera y que permita que se escape poco del calor producido por el combustible valioso. Muchas personas, sin embargo, viven en casas o apartamentos alquilados; tienen poco control de la aislación de sus casas. Si esta es su situación, ¿qué puede hacer para obtener el máximo beneficio de cualquier cantidad de combustible que tenga disponible?
Para mantener el aire frío afuera, encuentre todas las filtraciones de su casa. A veces esto puede ahorrar más calefacción que la aislación. La revista Popular Mechanics nos recuerda: “El escape del aire caliente o la filtración de aire frío puede significar que del 15 a 30 por ciento de su cuenta de calefacción se está ‘tirando por la ventana.’” Quizás crea que su casa es a prueba de filtración, ¿pero ha hecho una inspección? Una manera de descubrir las filtraciones es pasar lentamente una vela encendida alrededor de las ventanas cerradas y las puertas exteriores y en otros lugares donde es probable que se hallen filtraciones. Si la llama vacila, usted ha descubierto una filtración.
Las ventanas para tormentas son un modo muy eficaz de clausurar las filtraciones de las ventanas, como también lo es un trabajo profesional de burlete. Pero si su casa no tiene ninguna de estas ventajas, aun hay mucho que puede hacer.
Para las ventanas de guillotina se pueden conseguir burletes de fieltro barato que son fáciles de instalar. ¿Se necesita calafateo nuevo alrededor de las ventanas? El calafateo viejo se hace quebradizo y deja entrar el aire. Además, el buen calafateo puede impedir que entre el aire por debajo y a lo largo de la ventana de guillotina. Se puede usar una cinta ancha para sellar los vidrios. O, si lo prefiere, use una hoja de vinilo claro para cubrir la ventana.
Las cortinas gruesas pueden ser provechosas para mantener el aire caliente dentro de una habitación, impidiendo que éste fluya hacia una ventana fría donde será disipado. Por supuesto, es prudente tener las cortinas abiertas cuando el sol brilla en una ventana en particular, para aprovecharse de su calor. Asegúrese, también, de que las cortinas o los muebles no estorben el paso del calor desde las salidas o los radiadores.
Las puertas, también, quizás tengan filtraciones a su alrededor. Los burletes de caucho, que se sujetan a la parte de abajo, de la puerta, detienen las corrientes. Otras filtraciones pudieran estar cerca de los hogares o alrededor de las unidades de aire acondicionado empotradas en la pared. Asegúrese también de que no hay filtraciones cerca de los zócalos. Se pueden tomar medidas apropiadas para calafatear o llenar de otra manera estas rendijas.
Recuerde, además, que calentar el agua en su calentador de agua caliente consume combustible. ¿Tiene un grifo de agua caliente que gotea? Se ha calculado que una gota por segundo suma 2.500 litros al año. Esa es mucha cantidad de agua para calentar sin nunca usarla. Uno puede ahorrar combustible por medio de arreglar ese grifo. Además, verá que para obtener los máximos beneficios del agua caliente es útil dejar el lavado de la ropa en su máquina para cuando tenga una carga completa.
¿Ha considerado usted tener otra fuente de calefacción en su hogar? Algunas familias en un tiempo usaban un hogar, pero dejaron de hacerlo cuando hallaron que algunas veces humeaba. Posiblemente todo lo que se necesita para reactivar su hogar son unos pocos ajustes. La humareda se puede deber a la manera en que una corriente de una entrada cercana da contra el hogar, o quizás se acumule el hollín debido a la clase de leña que quema. Si los miembros de la familia pueden cortar la leña para combustible, quizás halle que un hogar es un sustituto o complemento económico cuando escasea el petróleo o el gas natural.
¿Pudiera ser que, por su modo de vivir, uno use más combustible que el necesario? ¿Por qué no investiga y ve si es así? Para comenzar, ¿calienta usted toda la casa? En algunas partes del mundo, aun en las casas de lujo, se calientan solo una o dos habitaciones. Eso ahorra combustible.
¿Se controla en su hogar la temperatura termostáticamente? Podría ser provechoso hacer un hábito de poner el marcador de la temperatura más bajo de lo que lo hacía en el pasado. Cada grado de reducción puede resultar en un ahorro de 4 por ciento de combustible. De hecho, en breve tiempo uno llegará a preferir una casa más fresca. Un médico en los Estados Unidos dice que ‘en una temperatura de 19 a 20 grados centígrados uno realmente está más saludable que cuando hay 24 ó 26 grados.’ Además, el aire en una habitación calentada es más seco y algunas personas hallan esto muy desagradable.
Aun si el calor de su casa no se controla automáticamente, aplica un principio parecido: Uno puede ahorrar combustible por medio de vivir en un ambiente levemente más fresco. ¿Por qué, por ejemplo, mantener encendido el radiador de la cocina mientras está cocinando? Lo que es más, si solo va a permanecer en una habitación por un tiempo limitado, ¿por qué mantener la calefacción encendida hasta que usted se vaya? Unos pocos minutos de calefacción por lo general proveen suficiente calor para una comodidad razonable durante el tiempo que está allí.
Algo que puede ser útil para sentirse cómodo y saludable al usar menos combustible es vestirse adecuadamente para temperaturas más frías. Durante el día uno se puede acostumbrar a usar un suéter. Una clave para mantenerse abrigado parece ser el usar varias capas de ropa en vez de solo una prenda pesada; dos camisas livianas probablemente sirven mejor que una gruesa. Por la noche más ropa, como calcetines, puede significar el poderse mantener caliente sin calefacción.
Tan importante como la buena ropa es un buen régimen alimenticio. Un régimen elevado en proteínas, como lo muestran los esquimales en el lejano norte, resulta en un metabolismo más elevado, facilitándole a uno el combatir el tiempo frío. Por supuesto, las proteínas no solo se hallan en la carne, sino también en las lentejas y habichuelas y en otros alimentos. Las bebidas calientes —café, té, sopa, caldo, chocolate— también le ayudarán a combatir el frío.
Quizás sea necesario emplear repetición paciente para hacer a sus hijos conscientes de la necesidad de ahorrar calor. Valdría la pena enseñarles que las puertas y ventanas deben estar completamente cerradas, para no permitir que el aire caliente se escape.
Permanezca caliente, también, por medio de estar ocupado. Cosa. Cocine. Escriba cartas. Repare los muebles. Eso le ayudará a quitar su mente de cualquier molestia pequeña causada por el frío.
Hay algo más que los cristianos en particular pueden hacer para ahorrar combustible: Compartir. Durante cualquier emergencia una persona anciana o alguien que vive solo quizás pueda permanecer con uno temporáneamente.
En vez de irritarse debido a que una escasez de combustible exije medidas especiales, use la oportunidad para cultivar las cualidades divinas de amor, gran paciencia, bondad y gobierno de uno mismo. (Gál. 5:22, 23) Entonces, la aplicación de algunas sugerencias prácticas, y el saber que el invierno terminará, le pueden ayudar a pasarla con suficiente comodidad aun cuando escasea el combustible.